Ignacio Álvarez-Ossorio: «La reacción de Israel contra Gaza viola el Derecho Internacional»
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El experto advierte que la confrontación puede extenderse a otros países
15 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Cadrático de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Complutense de Madrid y autor de varios libros sobre el conflicto palestino-israelí, entre ellos ¿Por qué ha fracasado la paz? Claves para entender el conflicto palestino-israelí.
—¿Cómo valora y qué consecuencias puede tener la reacción de Israel a los ataques terroristas de Hamás?
—La reacción de Israel está siendo absolutamente desproporcionada. El Derecho Internacional prohíbe la imposición de castigos colectivos sobre la población civil como represalia por las acciones de una de sus partes. El ministro de Defensa israelí ha señalado que los palestinos son «animales humanos» y como tales se les tratará. Además, ha impedido el acceso de agua, alimentos, electricidad y combustible a la Franja de Gaza, donde viven 2,4 millones de personas en una situación verdaderamente dramática. La intensificación de los bombardeos sobre zonas civiles y el ultimátum para que la mitad de la población abandone sus hogares podrían crear una nueva crisis humanitaria en la zona, que, tarde o temprano, acabará por salpicar al continente europeo. La intervención por tierra agravará la destrucción de Gaza y provocará un elevadísimo número de muertos. Por eso, es tan importante que los países occidentales sean conscientes de la gravedad de la situación y presionen de manera inmediata a Israel para que interrumpa su ofensiva antes de que sea demasiado tarde y la confrontación se extienda a otros países.
—¿Por qué Hamás ha elegido este momento para lanzar su mayor ataque a Israel de la historia?
—Probablemente tengamos que hablar de varios motivos. En primer lugar, Hamás trata de posicionarse como la principal fuerza política de la escena palestina por delante de Fatah, que atraviesa hora bajas debido a su manifiesta incapacidad para retomar las negociaciones e impulsar la creación de un Estado palestino. En segundo lugar, estaría tratando de torpedear el acercamiento entre Israel y Arabia Saudí y que el reino no siga la senda de los Acuerdos de Abraham, por los que Emiratos Árabes Unidos y Bahréin normalizaron sus relaciones con Israel. Estos acuerdos se están firmando a expensas de los palestinos, ya que representan un abandono de la política tradicional de respaldo a la causa palestina por parte de la comunidad árabe. Un tercer elemento a tener en cuenta es que la organización islamista podría intentar sacudir la conciencia de la comunidad internacional y recordar que el problema palestino sigue sin resolverse.
—¿Cree que Irán está detrás del ataque de Hamás?
—Por el momento no existe ninguna evidencia de que Irán haya tomado parte en el ataque. Es cierto que algunos medios israelíes y norteamericanos están difundiendo esta teoría, pero sin aportar ninguna prueba sólida. El gobierno israelí intenta arrastrar a Estados Unidos hacia una confrontación total con Irán para tratar de frenar su programa nuclear, algo a lo que la Administración de Biden se resiste dadas las desastrosas experiencias de las invasiones de Afganistán e Irak. Por otra parte, es evidente que Hamás es uno de los integrantes del Frente de Resistencia que dirige Irán y que cuenta entre sus miembros al partido-milicia libanés Hezbolá, lo que no quiere decir que las decisiones que toma se adopten en Teherán. El principal riesgo es que la ofensiva israelí sea tan destructiva que lleve a Hezbolá a abrir un nuevo frente en el norte, que tendría consecuencias devastadoras para la región.
—¿Cómo valora la respuesta de la UE a la ofensiva israelí?
—Ante esta fragrante violación del Derecho Internacional Humanitario la comunidad internacional debería posicionarse de manera inmediata. No se entiende muy bien que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, condene los bombardeos rusos de las infraestructuras civiles ucranianas y aplauda los crímenes de guerra israelíes contra los palestinos, porque asienta un doble rasero difícil de justificar. Es una situación muy peligrosa, ya que este mensaje puede ser entendido como una carta blanca para seguir atacando y cebándose con la población civil.
—¿Hamás fue una creación de Israel para neutralizar a la Autoridad Palestina y hacer inviable una solución negociada del conflicto?
—Esta es una leyenda urbana que no tiene ningún tipo de fundamento. Lo que sí que es cierto es que las autoridades israelíes siempre intentaron crear un contrapeso a la poderosa Organización para la Liberación de Palestina en los territorios ocupados. De ahí que adoptasen una actitud mucho más tolerante hacia las actividades de dicha organización islamista con el objeto de debilitar a su principal enemigo, por aquel entonces: la OLP. El gobierno israelí ha hecho todo lo posible por desacreditar a la Autoridad Palestina ante la propia población palestina, intentando reducirla a una mera correa de transmisión de las autoridades de ocupación, lo que ha provocado el descrédito de Mahmud Abás, su presidente, ante la opinión pública
—En Israel hay numerosas voces críticas contra el primer ministro, Benjamin Netanyahu. ¿Cuál es su responsabilidad?
—La masacre perpetrada por Hamás ha colocado en una situación difícil al gobierno de Netanyahu, el más radical que ha tenido Israel en sus 75 años de historia, ya que ha demostrado su absoluta incompetencia para proporcionar seguridad a sus propios ciudadanos. De hecho, ya se han publicado encuestas que señalan que el 80 % de la sociedad israelí considera al primer ministro como responsable y pide su dimisión.
«Todos sabían que la olla de presión iba a acabar estallando»
«El Derecho Internacional es muy claro en torno a cuál debería ser la salida al conflicto palestino-israelí: la retirada israelí de los territorios ocupados, el desmantelamiento de las colonias y la creación de un Estado palestino, soberano e independiente, sobre Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este», afirma Álvarez-Osorio. «El principal problema es que las fuerzas políticas israelíes se niegan a cumplir estas demandas y que la comunidad internacional parece contentarse con el mantenimiento del statu quo actual, a pesar de que cada cierto tiempo se registran estallidos de violencia que desestabilizan el conjunto de Oriente Medio», explica. «Junto a Israel, los principales responsables de la crisis actual son, sin ningún tipo de duda, los países occidentales y, sobre todo, EE.UU., el inquebrantable aliado de Israel, y la UE, que le otorga un trato preferencial», añade. «En lugar de ser castigado por sus reiteradas violaciones del Derecho Internacional, Israel es recompensado de manera sistemática, por lo que no tiene ningún tipo de incentivo para deponer su actitud», concluye.
«En los últimos treinta años, los gobiernos israelíes han tratado de invisibilizar la cuestión palestina y crear una serie de hechos consumados para impedir la creación de un Estado palestino», señala. Lo que «se ha traducido en un deterioro notable de la vida de los palestinos que viven bajo la ocupación israelí desde hace más de cincuenta años». Por lo tanto, «todos sabían que, tarde o temprano, esta olla a presión en la que viven los palestinos iba a acabar estallando.