Meloni y Sunak se alían para «frenar» la llegada de barcos con migrantes
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Hungría y Polonia vuelven a romper el consenso sobre el pacto migratorio. Hungría acusa a Bruselas de haber «violado» y «forzado» a los países contrarios al documento a aceptarlo.
06 oct 2023 . Actualizado a las 17:17 h.Giorgia Meloni y Rishi Sunak, jefes de Gobierno de Italia y el Reino Unido respectivamente, han forjado una alianza tras la cumbre de la Comunidad Política Europea y endurecerán las medidas para controlar los flujos migratorios «trabajando juntos para detener los barcos y pedir a todos que actúen con el mismo sentido de urgencia», ya que «son los estados nacionales los que deciden quién llega a Europa, no los contrabandistas y traficantes».
En una misiva firmada de forma conjunta y publicada en el Corriere della Sera, ambos señalan que las 2.000 personas que han muerto este año en el mar tratando de alcanzar costas italianas o británicas han puesto de manifiesto que «es una crisis ética, en la que bandas criminales explotan y se benefician de la miseria de los más vulnerables». «Solo deteniendo el flujo de inmigrantes irregulares podremos restaurar la confianza de los ciudadanos británicos e italianos, no solo en nuestras fronteras nacionales, sino también en la cooperación europea e internacional», continúa la misiva.
Tanto Sunak como Meloni afirman que las nuevas relaciones que se crearán con el Pacto de Roma mejorarán las relaciones con Oriente Medio y el norte de África para impedir salidas de migrantes, las cuales son orquestadas por mafias. «Los grupos criminales están desplegando nuevas tácticas para evadir la justicia y están forzando un cambio en nuestra respuesta, particularmente para destruir sus cadenas de suministro», señalan.
La misiva concluye con la convicción de ambos jefes de Gobierno: «Estamos decididos a hacer todo lo necesario para detener a las bandas criminales, poner fin de una vez por todas a esta crisis ética y humanitaria y restaurar el Estado de derecho en materia migratoria».
«Solo Europa puede solucionarlo»
La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, ha dicho esta mañana que la población europea demanda una solución a la cuestión migratoria porque «solo Europa puede resolverlo». Ha visto «optimista» el pacto migratorio por los «consensos alcanzados día a día» entre los Veintisiete y aseguró que «entiende» las posturas de Polonia y Hungría para oponerse a dicho acuerdo. Además, aseguró estar «arrepentida» de haber dedicado más atención a las rutas marítimas que a las terrestres, pero defendió la necesidad de atajar la cuestión migratoria. «No matemos el pacto antes de firmarlo».
«Hay una posibilidad enorme de que se pueda alcanzar un acuerdo en materia migratoria», pronunció sobre el pacto migratorio, el cual cree que se aprobará «al final de mandato». Es decir, en el 2024, aunque quiso insistir en que para los comicios, no quiere que la migración se convierta en objeto de propaganda electoral. Igualmente, insistió en que «la crisis de Lampedusa y el incidente en la frontera entre Bielorrusia y Polonia» revelaron que hay distinción entre las personas «que no tienen otra opción para salvar su vida» y las personas «que vienen por trabajo» a Europa.
Tres corrientes migratorias
Aunque la carta de Meloni y Sunak da cuenta de un plan conjunto para atajar la cuestión migratoria, ni en ella ni en la cumbre de la Comunidad Política Europea de este jueves dieron cuenta de en qué marco legal específico se moverán dichas acciones de control migratorio. Al abandonar el Reino Unido la UE, no se puede acoger a ningún plan implementado a nivel intercomunitario. Ni siquiera Meloni podría imponerlo al resto de socios si no encuentran una solución negociada con el resto de los 26 países miembros.
El premier británico ya ha hecho de la inmigración ilegal una de sus principales enseñas e incluso desde julio ya tiene un buque, el Bibby Stockholm, que servirá de prisión flotante para los migrantes llegados de las costas francesas. Una acción unilateral que, aunque no se produzca en un marco legal común, abre la puerta al brainstorming bilateral entre el Reino Unido e Italia para idear cómo impedir los desembarcos de migrantes.
Esta idea, junto con la acogida del Reglamento de Crisis aprobado antes de la cumbre de Granada, son dos de las corrientes a las que se podrían abrazar los Estados europeos. La tercera es la de dos de los países de Visegrado: una oposición frontal al Pacto MIgratorio y de Asilo europeo con propuestas de veto al reparto de migrantes.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, aseguró en su llegada este viernes a la reunión informal de los Veintisiete que «Bruselas, con el apoyo del partido de [Donald] Tusk, empezó a implementar ese plan, es decir, aceptar inmigrantes ilegales, inmigrantes, y para aquellos países que no quieren aceptar inmigrantes ilegales, imponer medidas draconianas», refiriéndose al pago de 20.000 euros que los países que no quieran acoger solicitantes de asilo deberán pagar por migrante.
Según el jefe de Gobierno de Polonia, «la situación de la seguridad, ya sea en Francia, en los Países Bajos o en otros países, se ha vuelto claro que la causa de esta falta de seguridad en las calles son los inmigrantes ilegales», a los que achacó el 70 % de los delitos cometidos en países como Suecia o Francia. A Polonia se le ha unido en oposición al pacto migratorio la Hungría de Viktor Orbán, mientras que Austria, la República Checa y Eslovaquia se han abstenido.
De hecho, Orbán ha dicho a este respecto hoy en Granada que «no hay ninguna posibilidad de tener ningún tipo de compromiso o acuerdo en migración, políticamente es imposible», añadiendo además que se ha «violado» y «forzado» a polacos y húngaros a aceptar un acuerdo al que se oponen con total rotundidad.
También se mostró contraria al pacto la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, que criticó que «lo que se ha aprobado son restricciones a la legalidad internacional en materia de asilo», y añadió que esos postulados están lejos de la Europa más «social y humanitaria».
Apoyo de la Comisión Europea
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, se mostró favorable a las palabras de Giorgia Meloni, que encajan en el marco del Reglamento de Crisis aprobado en vísperas de la cumbre europea. «Nosotros, como europeos, decidiremos quién viene a Europa y bajo qué circunstancias, y no los traficantes», aseguró.
Y de la misma forma que Meloni y Sunak, destacó que los acuerdos con los países de origen serán cruciales para atajar la cuestión migratoria. «Cuanto mejores seamos con vías legales y corredores humanitarios, más estrictos podremos y tendremos que se con el retorno de aquellos que no son elegibles como asilados», aseguró
Prueba de ello es que puso de ejemplo el pacto entre Bruselas y Túnez por el que por el pago de 1.000 millones de euros, las autoridades del país norteafricano se comprometía a evitar las salidas de migrantes en dirección a Europa. Un pacto que, entre otras cosas, no ha funcionado. Los pagos llegan por goteo provocando el enfado de Kais Said, primer ministro tunecino, y las salidas no se evitan del todo.