Sánchez dice que «es la hora de la generosidad»

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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El líder del PSOE acepta en encargo del rey de formar Gobierno, evita citar la palabra amnistía, rechaza la celebración de un referendo de autodeterminación y anuncia una ronda de consultas con todos los partidos excepto con Vox

03 oct 2023 . Actualizado a las 19:03 h.

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, aceptó este martes el encargo del rey Felipe VI de presentarse a la investidura para intentar formar Gobierno. El monarca trasladó su decisión a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que fue la encargada de anunciarla en la Cámara Baja. Sánchez, que previamente se había entrevistado con el rey en la ronda de consultas, compareció en la Moncloa después de conocer su designación. Admitió que no cuenta en este momento con los apoyos necesarios para superar esa votación en el Parlamento, pero dijo esperar que se llegue a acuerdos que le permitan dirigir «un Gobierno progresista para los próximos cuatro años».

Sánchez evitó en todo momento nombrar la palabra amnistía, que es lo que le reclaman los independentistas de ERC y Junts para darle sus votos. Se limitó a decir que «es la hora de la política, de la generosidad, del compromiso y del liderazgo» para resolver un «problema» territorial.

Pero en otro momento admitió que lo que se acuerde «tiene que ser refrendado por el poder legislativo y hasta el Constitucional se tendrá que pronunciar», lo que constituye un indicio de que Sánchez se plantea pactar una amnistía para los encausados en el procés. Sin mencionarla, afirmó que es «una de las propuestas que están haciendo no pocos grupos» y que él «fijará posición» una vez que escuche las propuestas.

Lo que el líder del PSOE rechazó con rotundidad es la posibilidad de celebrar un referendo de autodeterminación, tal y como exigen también los secesionistas. «No solo no lo contempla la Constitución, sino que un referendo de autodeterminación es contrario a lo que he defendido. Lo que quieren los catalanes es pasar página de esa situación», aseguró.

«Decisiones difíciles»

Sánchez defendió las «decisiones difíciles» que ha tenido que afrontar como presidente por la «crisis» en Cataluña, en referencia a los indultos, y añadió que hoy puede constatar «que esa decisión fue acertada y bien tomada en aras del interés general».

«He dado decididos pasos hacia la convivencia y la concordia. Las tensiones territoriales han retrocedido y España está más unida que en 2018. Mi propósito es seguir esa hoja de ruta de convivencia y concordia», explicó, precisando que todo lo que se pacte estará dentro de la Constitución.

Afirmó que «nadie puede sentirse orgulloso» de la crisis del 2017 en Cataluña, cuando él era líder de la oposición, y añadió que todo lo que ha hecho desde que es presidente ha perseguido «superar» esa situación y provocar un «reencuentro». «Si el pasado 23 de julio dijeron algo los españoles, es que no se puede presidir el Gobierno de la nación sin entender la pluralidad política del Parlamento ni la diversidad territorial de la nación», sostuvo. «Es la hora de la política, que no ha hecho el PP, del compromiso con el país, de la generosidad para que podamos encontrar la forma entre todos de articular un Gobierno, no para una investidura, sino para una legislatura. Es la hora del liderazgo», defendió.

El jefe del Gobierno en funciones eludió comprometerse con ninguna fecha para su posible investidura, pero dijo que espera que sea «cuanto antes», aunque admitió que las negociaciones con los grupos parlamentarios para recabar su apoyo serán «complejas». La fecha tope es el 27 de noviembre.

Sánchez insistió en que España lleva cinco semanas perdiendo el tiempo con una investidura «que el propio Feijoo sabía que no iba a prosperar». Aseguró que él se pondrá a trabajar de inmediato para una investidura «de verdad» y anunció que este miércoles comenzará una ronda de consultas con los líderes de los grupos parlamentarios, empezando por la de Sumar, Yolanda Díaz, con la que aspira a formar un Gobierno de coalición «que dé estabilidad y responda a los desafíos que tenemos por delante». Indicó que existían dos posibilidades, «un Gobierno del PP con Vox con Abascal como vicepresidente» o el del PSOE con Sumar. Pero, a su juicio, «las elecciones hicieron inviable un Gobierno de involución» y la investidura confirmó la soledad de Feijoo y la ausencia de una «mayoría» a su favor dentro de la sociedad española y en el Parlamento.

Hablará con todos menos Vox

Precisó que hablará con todos los grupos excepto con Vox que representa a la «ultraderecha». Y, respecto a si se verá con el líder popular, Alberto Núñez Feijoo, indicó que dependerá de lo que decida el PP. En todo caso, aclaró que no le pedirá su apoyo, algo que consideró «fuera de lugar conociendo las alianzas políticas y territoriales que están haciendo el PP y Feijoo». Indicó en este sentido que tampoco o apelará «a la peor de las corrupciones que es el transfuguismo».

La decisión de Sánchez de hablar con los líderes de las formaciones políticas en el Congreso excluye la posibilidad de que el líder del PSOE reúna con el líder de ERC, Oriol Junqueras, o con el de Junts, Carles Puigdemont, que se encuentra fugado de la Justicia española.

El presidente en funciones aspira a lograr 179 apoyos

Ni la presidenta del Congreso, Francina Armengol, ni el líder del PSOE y presidente en funciones, Pedro Sánchez, fijaron una fecha ni siquiera aproximada para la celebración del debate de investidura, el segundo tras el intento fallido de Alberto Núñez Feijoo. Sánchez dijo que espera que sea cuanto antes, pero no ocultó la dificultad de los acuerdos que aspira a lograr con todos los grupos excepto el PP, Vox y UPN. En el PSOE desearían que la investidura se celebrara en el mes de octubre, apurando los plazos para la ceremonia de juramento de la Constitución de la princesa Leonor, que tendrá lugar el 31 de octubre, día en el que alcanza la mayoría de edad. Pero nadie puede avanzar todavía una fecha para la investidura.

La fecha tope para tratar de conseguirlo es la del 27 de noviembre, ya que desde el día de la primera investidura fallida de Feijoo empezó a correr el plazo máximo de dos meses que fija la Constitución. De no conseguir nadie los apoyos necesarios para ese día, se disolverían las Cortes y se convocarían elecciones para el 14 de enero del 2024.

En este momento, Sánchez solo tiene garantizados los seis votos de EH Bildu, que ha expresado su apoyo a la investidura del líder del PSOE sin condiciones. Esos seis votos, sumados a los 121 que logró el PSOE en las elecciones, hacen un total de 127. Pero Sánchez aspira a lograr el apoyo de los 31 diputados de Sumar, los de ERC (7), de Junts (7), del PNV (5), del BNG (1) y también el de la diputada de Coalición Canaria, que votó a favor de la investidura de Feijoo.

De lograr su objetivo, Sánchez contaría con 178 escaños a favor, o 179 si se suma Coalición Canaria, con lo que superaría la cifra de 176 que marca la mayoría absoluta. De esa manera, el líder del PSOE podría ser investido en la primera votación.

El Gobierno confía en tener nuevos Presupuestos a principios de año

La ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, indicó este martes que la negociación que mantiene el Gobierno con los grupos políticos de cara a la investidura se extiende también a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, por lo que dijo confiar en poder contar con unas nuevas cuentas para el 2024 a comienzos de enero. Recordó que el primer paso es que el Congreso y el Senado aprueben los nuevos objetivos de estabilidad del Estado, comunidades y ayuntamientos y se apruebe el techo de gasto para el año 2024.