Portugal elimina las exenciones fiscales a residentes extranjeros para afrontar la crisis de vivienda
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Costa defiende que esa medida del 2009 ya no se justifica ahora
03 oct 2023 . Actualizado a las 22:20 h.Portugal pone fin a una de sus condiciones fiscales más atractivas para los extranjeros que quieran vivir en su territorio. Solo unos meses después de acabar con los visados dorados, un permiso al que se le atribuye gran parte del encarecimiento de las viviendas, el primer ministro António Costa declaró el lunes que su Gobierno también eliminará el régimen fiscal de residentes no habituales. Una imposición muy laxa para extranjeros que, sumada a un coste de vida asequible, seguridad y buen tiempo, hizo de Portugal uno de los destinos más atractivos para rentistas desde el 2009.
En la entrevista concedida a TVI/CNN, Costa reivindicó el papel que esas exenciones han tenido a la hora de regenerar los centros urbanos y atraer gasto, pero asumió que «ya no tiene sentido» prolongar «una medida de injusticia fiscal que no se justifica y es una forma de encarecer la vivienda». Por una parte, este régimen eximió a los jubilados extranjeros de pagar impuestos por sus pensiones hasta el 2020, cuando se resolvió incorporar una tasa del 10 % tras las amenazas de Finlandia y Suecia con romper sus acuerdos bilaterales con Portugal. Por otra, establecía un tipo fijo del 20 % del IRS (IRPF) durante diez años a residentes extranjeros que realizaran actividades de alto valor añadido, así como ofrecía grandes descuentos a portugueses emigrados durante más de cinco años. Es decir, además de ser discriminatorio con el resto de los ciudadanos, tampoco es progresivo. Ahora, quienes ya gozan de estos beneficios podrán mantenerlos, pero a partir de enero del 2024 dejarán de aceptarse nuevas solicitudes.
Una vez aprobado el programa de Más Vivienda, cancelados los visados dorados y con la reciente puesta en vigor de un visado específico para nómadas digitales, no se esperaban más novedades fiscales para seguir atacando el problema de la vivienda, que sitúa a Lisboa como una de las ciudades más cara de Europa. Pero «si hubo una manifestación en la que me vi reflejado, fue la de este fin de semana», dijo António Costa sobre las protestas que llenaron Lisboa para pedir al Gobierno mayor iniciativa para recortar los alquileres.