Felipe VI llamará a consultas a los grupos políticos el lunes y el martes de la próxima semana
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El monarca recibió ayer por la tarde a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, quien le informó oficialmente de que Feijoo no consiguió los votos necesarios para ser investido presidente del Gobierno
29 sep 2023 . Actualizado a las 23:12 h.Después de que Francina Armengol le comunicase al rey Felipe VI el fallido intento de investidura de Feijoo, la Casa del Rey anunció que el monarca emprenderá el lunes una nueva ronda de contactos con los grupos parlamentarios para designar un nuevo candidato a la investidura que, con toda probabilidad, se asegurará el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez.
Se espera que, de nuevo, Junts, ERC, EH Bildu y BNG no participen, por lo que el lunes, atendiendo un orden ascendente en peso político, Felipe VI atienda a los representantes de UPN, Coalición Canaria, el PNV y Sumar. El martes se reuniría con Vox, PSOE y, por último, con el PP.
El presidente en funciones tendrá, si se le designa candidato, hasta el 27 de noviembre para ser elegido. De lo contrario, en la primera quincena de enero habría elecciones generales. Las condiciones de Junts y ERC para facilitar un referendo y la amnistía a los encausados del procés complican su elección y las negociaciones que han llevado a cabo los ministros Félix Bolaños y María Jesús Montero y el secretario de organización, Santos Cerdán.
A Sánchez se le agota el reloj de arena para intentar una investidura exprés y deberá concretar de forma clara hasta dónde puede llegar el PSOE en sus acuerdos con ERC y Junts tras evitar comparecencias públicas y el debate de investidura de Feijoo para tocar la amnistía y el referendo. Ello contando con que el líder del PSC, Salvador Illa, abre la puerta a una repetición electoral. Algo que no descartó tampoco el exministro de Transportes José Luis Ábalos.
Un pulso complejo
Fuentes de Ferraz han afirmado que serán «inflexibles» a la hora de defender que «el camino de la ruptura no conduce a una reconciliación ni a un avance» y que, por tanto, el marco constitucional será inviolable. Algo que a la postre podría suponerle una atracción de votos del centro político en caso de volver a elecciones.
Pero la incógnita que queda por despejar es hasta dónde están dispuestos los independentistas a ceder en sus demandas, puesto que la primera vez que posconvergentes y republicanos se han puesto de acuerdo es para ratificar que sin avances hacia un referendo de autodeterminación no hay investidura.
La satisfacción de un referendo y la amnistía es una cosa, pero contentar al resto de formaciones es otra. Los nacionalistas vascos y gallegos también tienen su agenda y han dejado claro que sus votos «no son gratis». El único apoyo que se da por garantizado es, en principio, el de Sumar, que dirá sí a Sánchez con pocas condiciones, pero con el riesgo de que los diputados de Podemos se rebelen.
Desde EH Bildu, el BNG y el PNV reclaman que resolver la cuestión territorial es una prioridad ineludible. Ello sin contar que tanto los nacionalistas vascos como los gallegos miran con descontento a Sánchez por «incumplir» con sus respectivos territorios la pasada legislatura.