Llegan los canales a WhatsApp: ¿por qué copian ahora la función estrella de Telegram?

César Rodríguez Pérez
C. Rodríguez REDACCIÓN

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DADO RUVIC

Esta herramienta de comunicación unidireccional es la gran novedad de la aplicación de mensajería hegemónica en España para este otoño antes de la llegada de los chats cruzados con otras plataformas. En unos meses cualquier usuario podrá crear uno

22 sep 2023 . Actualizado a las 09:01 h.

WhatsApp es la aplicación de mensajería más popular en todo el mundo, por delante de la china WeChat. Se le atribuyen cifras de vértigo: más de 2.700 millones de usuarios activos que intercambian 140.000 millones de mensajes cada día. Fundada por dos antiguos empleados de Yahoo! en el 2009, Brian Acton y Jan Koum, vio la luz por primera vez ese mismo año en su versión para dispositivos iOS (Apple). Hubo que esperar al 2010 para que llegara su hermana gemela, desarrollada para el ecosistema Android (abrumadoramente mayoritario en el mundo de la movilidad). Y después su expansión fue notable.

En el 2014 Facebook (ahora conocida como Meta) compró WhatsApp por 19.000 millones de dólares (unos 16.000 millones de euros). Entonces se hicieron pronósticos negativos, se intensificó la búsqueda de programas alternativos y se escucharon todo tipo de rumores siniestros sobre el futuro de la herramienta en las manos de Mark Zuckerberg. No se cumplieron. La cantidad de usuarios de la aplicación no ha dejado de crecer de forma constante e imparable, con la India, Brasil y Europa como grandes bastiones. Se ha convertido en esencial para las comunicaciones. Y tampoco ha dejado de mejorar, siempre con la duda sobre si en cualquier momento va a empezar a admitir anuncios.

Desde aquel WhatsApp del año 2009, que era de pago y apenas suponía una alternativa a los SMS (pronto llegó el envío de fotos y vídeos, aunque los grupos de 15 participantes como máximo se hicieron esperar al 2011), a la plataforma de la actualidad hay una legión de nuevas funcionalidades, prestaciones y emblemas, como el cifrado de extremo a extremo, las llamadas de voz, el WhatsApp Web, la versión para empresas (WhatsApp Business), la posibilidad de compartir la ubicación o el doble check azul, entre muchos otros. 

A lo largo del 2023 han llegado cambios notables. Se puede usar la misma cuenta en más de un móvil a la vez.  Admite vincular varios dispositivos a través del WhatsApp Web. Y por fin podemos editar y corregir mensajes enviados. Otras funciones que dieron que hablar fue el Chat Lock, que permite ocultar conversaciones o grupos bajo contraseña, y las encuestas de un solo voto por persona. 

Estas novedades vieron la luz antes del verano. Para la vuelta al cole Meta tenía preparado un cambio importante en su aplicación estrella: llegaron los canales de difusión a WhatsApp. Se trata de una «herramienta» de comunicación unidireccional que ha triunfado en Telegram y que también está disponible en Instagram (también del imperio de Zuckerberg). ¿En qué consiste? Lanzada de forma oficial el 13 de septiembre en 150 países (entre ellos España), está diseñada para que «organizaciones, equipos deportivos, artistas, e intelectuales a las que las personas puedan seguir directamente», según la información oficial de la compañía, difundan sus mensajes y contenidos. 

Los canales son independientes de los chats personales (aunque se pueden compartir enlaces a ellos). Se accede a ellos a través de la pestaña «Novedades» de la aplicación (si tienes la aplicación actualizada, habrá sustituido a la de Estados). ¿Cuáles están disponibles? Hay un directorio para buscar, filtrado por país, pero a primera vista aparecen equipos de fútbol como el Barcelona (7,7 millones de suscriptores) o el Real Madrid (con 10 millones), administraciones como la Generalitat de Cataluña, organismos como el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), cantantes como Bad Bunny y un puñado de influencers. Son los «administradores». Y lanzan mensajes y contenidos («actualizaciones») para sus «seguidores», que pueden ver las publicaciones, pero no pueden contestar, solo reaccionar con emojis, aunque en los planes de la empresa están aumentar las opciones con encuestas.

Cualquier usuario puede acceder a cualquier canal público, como el oficial de WhatsApp o el promocional inaugural de Mark Zuckerberg,  sin tener la obligación de darle al botón de «seguir» siempre y cuando acepte la política de privacidad y los términos y condiciones de uso. 

Números de teléfono protegidos

Según WhatsApp, que dice querer ofrecer «el máximo nivel de privacidad», está protegida la información personal y los números teléfono tanto de los administradores como de los seguidores, que no pueden saber quiénes son los otros usuarios que «reaccionan» a los mensajes. 

El servicio arranca con funcionalidades limitadas para administradores y usuarios. WhatsApp promete ampliarlas «en los próximos meses» y dar la opción de que cualquier persona u organización pueda tener su propio canal, como ocurre en Telegram.

La plataforma creada por Pavel Dúrov lleva años atrayendo a millones de personas con intereses concretos. Ofrece muchas opciones, pero destaca por permitir crear canales privados con opciones de pago y otorgar la posibilidad de usar cientos de bots con funciones automatizadas de todo tipo y pelaje (alertas de bolsa, traducciones en tiempo real, recordatorios, información del tiempo, convertir texto en audio, etcétera).

¿Podrá erosionar su dominio en este ámbito la aplicación de Meta sin incorporar estas y otras características?  Dúrov, el multimillonario de origen ruso (San Petersburgo, 1984) que creó Telegram y ahora reside en Dubái tras huir del régimen de Putin, no tiene dudas. Ha acusado en tantas ocasiones de plagio a WhatsApp que ha acuñado una frase retranqueira para referirse a la aparición de novedades como los canales en la plataforma rival: «Nos tomamos esta imitación como un cumplido».