Primera víctima del franquismo ante un juez: «Se empieza a romper el muro de la impunidad»
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Julio Pacheco era en el momento de su detención un estudiante universitario y miembro del Partido Comunista, acusado de participar en el asesinato del teniente de la Guardia Civil Antonio Pose Rodríguez. Fue supuestamente sometido a torturas de agentes de la Brigada Político-Social, entre ellos el excomisario Villarejo, durante tres días de «secuestro» para que se «autoinculpara», según refleja la querella
15 sep 2023 . Actualizado a las 13:06 h.Julio Pacheco, el primer denunciante de torturas en el franquismo que ha declarado ante un juez en España, ha afirmado que llegar a este punto «es empezar ya a romper el muro de silencio y de impunidad que tenemos con el franquismo», y ha valorado que haya asistido, por primera vez, una fiscal de Memoria Democrática.
La titular del Juzgado de Instrucción número 50 de Madrid, Ana María Iguácel, ha tomado declaración este viernes al querellante y a una testigo de los hechos que se denuncian, y que consisten en presuntas torturas sufridas en la Dirección General de Seguridad en agosto de 1975.
Se trata de la primera declaración ante un juzgado español de una víctima por este tipo de hechos, tras más de cien querellas interpuestas, y también la primera vez que asiste a un procedimiento una fiscal de Memoria Democrática, han confirmado fuentes fiscales. El Gobierno puso en marcha este año la Fiscalía de Derechos Humanos y Memoria Democrática, prevista en la ley del mismo nombre, y a cuyo frente está desde junio la exministra y ex fiscal general del Estado Dolores Delgado.
En la puerta de los juzgados se han concentrado varias decenas de personas convocadas por las organizaciones Ceaqua, Amnistía Internacional e Iridia, que han mostrado su apoyo a Pacheco, aplaudiéndole al entrar y al salir de la sede judicial. Los congregados han desplegado dos grandes pancartas con las leyendas «Rompamos el muro de la impunidad» o «Las víctimas del franquismo exigimos Justicia. Aplicación ya de los derechos humanos».
Al salir, tras una hora de declaración, Julio Pacheco se mostrado contento y ha afirmado llegar hasta aquí «es empezar ya a romper el muro de silencio y de impunidad que tenemos con el franquismo, y la primera vez que un juez te hace caso y te oye», de manera de que «pueda haber más, y que pueda empezar esto a abrirse de alguna manera y que podamos por fin obtener justicia aquí en el Estado español».
«Yo creo que el proceso va a seguir, lo he visto muy bien, muy bien, tanto el fiscal como la jueza, con muchas ganas, mucho interés en que se tire para adelante», ha explicado, poniendo de relieve que la magistrada ha estado «muy receptiva», lo que le ha dado «mucha tranquilidad y seguridad». Ha precisado que la fiscal de Memoria Democrática que ha acudido a las declaraciones no ha hecho preguntas, pero sí ha estado atenta, tomando notas, y que prevé que el siguiente paso será que se llame a declarar a los querellados.
Por su parte el letrado de Pacheco, Jacinto Lara, ha subrayado que las respuestas de él y de la testigo «han sido muy claras, muy contundentes y muy convincentes», con el relato de las torturas, y así confía en que se impulse el proceso judicial. El abogado ha considerado muy positivo que haya acudido una fiscal de Memoria Democrática, ya que, ha recordado, «la fiscalía todavía no se ha pronunciado en esta causa», y ha destacado que el fiscal del caso ha hecho preguntas «bien orientadas» para esclarecer los hechos.
A preguntas de los periodistas, ha aclarado que, aunque estas declaraciones se suspendieron en julio porque se iba a encargar del caso un juez de refuerzo que tenía que estudiar la causa, finalmente va a llevar la causa la magistrada titular.
Julio Pacheco era en el momento de su detención un estudiante universitario y miembro del Partido Comunista, acusado de participar en el asesinato del teniente de la Guardia Civil Antonio Pose Rodríguez. Fue supuestamente sometido a torturas de agentes de la Brigada Político-Social, entre ellos el excomisario Villarejo, durante tres días de «secuestro» para que se «autoinculpara», según refleja la querella.