Rusia, por su parte, habría concentrado a cerca de 420.000 militares en los territorios ocupados para frenar a Kiev y lanzar una ofensiva propia tomarse una «revancha» y recuperar zonas que una vez tomara
11 sep 2023 . Actualizado a las 17:25 h.Las tropas ucranianas avanzan palmo a palmo en el frente sur en un intento de conseguir más resultados antes de la llegada del mal tiempo, mientras el Ejército ruso acumula sobre el terreno más de 420.000 efectivos para frenar la contraofensiva de Ucrania. «Lo que necesitamos es recuperar nuestra tierra», afirmó en una entrevista con la CNN el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Las declaraciones de Zelenski se producen en medio de informaciones sobre un progreso de las fuerzas ucranianas en dirección a Novoprokopivka, al oeste de Verbove y al sur de Robotine, un triángulo de aldeas clave para el futuro acceso de las fuerzas de Kiev a Tokmak, importante nudo ferroviario en el sur. «Ucrania no dará marcha atrás, no se irá de su propia tierra. Jamás lo haremos», agregó Zelenski, quien reiteró que la guerra será larga porque un conflicto congelado no equivale a la paz.
Una guerra sin «final feliz»
El mandatario ucraniano admitió la desaceleración de la contraofensiva ucraniana, que explicó por la superioridad aérea de Rusia y la lentitud en la entrega de armas occidentales.
«Algunas cosas están de camino. Muchas personas dicen que la contraofensiva es demasiado lenta, pero algunas cosas están de camino», insistió. En este sentido, aseguró que volverá a hablar con los socios estadounidenses sobre la necesidad del suministro a Kiev de los misiles de largo alcance ATACMS, que espera recibir ya este otoño. En todo caso, la guerra no tendrá un final feliz, dijo Zelenski.
«Esto no es una película que dura una hora y media. (...) No habrá un final feliz. Hemos perdido a mucha gente», afirmó.
Cinco kilómetros en el sur
En tanto, la viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Maliar, anunció que la contraofensiva ucraniana ha logrado recuperar en la última semana 4,8 kilómetros de territorio en el suroeste de Donetsk y la vecina Zaporiyia.
Maliar explicó que con la recuperación de ese territorio las fuerzas ucranianas que atacan en estos dos segmentos del frente han liberado un total de 256,5 kilómetros desde que Ucrania diera por comenzada su contraofensiva a principios del pasado mes de junio.
Mientras, la inteligencia militar ucraniana (GUR) anunció este lunes que había recuperado el control de cuatro plataformas de extracción petrolera y gasística cerca de la costa de anexionada península de Crimea.
Las llamadas «torres Boiko» estaban en manos de los rusos desde el 2015, según Kiev, donde aseguraron estar más cerca de recuperar la península con esa nueva operación en el mar Negro.
Cuenta atrás para la contraofensiva
Ante la opinión de altos mandos de EE.UU. de que Ucrania tiene entre 30 y 45 días para impulsar su contraofensiva antes de que las condiciones climatológicas empeoren, el jefe de la inteligencia militar ucraniana, Kirilo Budánov, aseguró que el mal tiempo no impedirá a Kiev a proseguir con sus planes.
«En otoño del año pasado las acciones bélicas no cesaron. Este año será lo mismo», aseveró y prometió que la ofensiva «en todas las direcciones continuará». También el estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) escribe en su informe diario que el clima «frío y húmedo afectará, pero no detendrá» las operaciones de Kiev.
Más de 420.000 soldados para contraatacar
Rusia, por su parte, habría concentrado a cerca de 420.000 militares en los territorios ocupados para frenar a Kiev y lanzar una ofensiva propia, según fuentes ucranianas. Moscú busca así tomarse una «revancha» y recuperar parte de los territorios liberados por Ucrania el año pasado, como es el caso de vastas zonas en la región de Járkov, según Defensa ucraniana.
Además, las fuerzas rusas persiguen el objetivo de controlar las regiones de Donetsk y Lugansk en su totalidad, una de las tareas principales de su intervención militar en Ucrania, indicaron en el GUR.