El sector asegura que el precio no subirá más y que no habrá desabastecimiento
08 sep 2023 . Actualizado a las 13:01 h.Hace unos meses, era el aceite de girasol el que padecía en sus carnes las peores consecuencias de esta inflación que no da tregua al bolsillo de las familias. Ahora es el de oliva el que acapara todas las miradas. Las etiquetas que acompañan a las botellas de este producto —básico en la alimentación de los consumidores patrios— quitan el hipo. Este oro líquido ya se vende en muchos supermercados como un auténtico artículo de lujo: con precinto de seguridad como las botellas de los mejores licores y a un precio que incluso supera en algunos casos los 11 euros por litro. El encarecimiento ha sido una constante a lo largo de todo el año, pero en las últimas semanas la escalada ha sido realmente vertiginosa. En la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) calculan que el virgen extra ha subido un 15,4 % desde la primera quincena del mes de julio: «En apenas mes y medio, la subida de precios ha sido generalizada y afecta a casi todas las marcas en todas las cadenas analizadas», resumen desde la asociación, donde incluso apuntan a que algunas marcas se han encarecido más del 30 % en unas pocas semanas.
¿Por qué se ha encarecido tanto el aceite de oliva?
Desde el sector apuntan directamente hacia la mala cosecha. Y, para entenderlo, tiran de cifras. La producción en España esta campaña ha sido de 683.000 toneladas: «Es la más baja que yo he conocido en 30 años», sentencia Rafael Pico, director general de la Asociación Española de la Industria y Comercio Exportador de Aceites de Oliva y Aceites de Orujo (Asoliva). Según explica Pico, se han juntado varios factores que justifican esta baja producción: «Durante la primavera del 2022, que es cuando empieza a hacerse la flor y el fruto, en las zonas productoras experimentaron dos olas de calor que tiraron la mitad de la flor del olivo. Si no hay flor, no hay aceituna. Y si no hay aceituna, no hay aceite. Pero es que, además, a lo que consiguió sobrevivir, lo terminó de rematar la sequía. Y luego, otra cuestión es que un importante porcentaje del olivar español tiene riego por goteo, pero es que tampoco se le ha podido dar ese riego porque los pantanos no tenían agua. Se han juntado unos factores extraordinarios y todos a la vez que nos han llevado a la situación actual», resume.
Primitivo Fernández, director general de la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceite (Anierac), explica que los agricultores han visto subir el coste de la mano de obra, los seguros, los fertilizantes y abonos, la maquinaria y el carburante entre otros. Y como guinda, la producción se ha visto muy disminuida a causa de la falta de lluvia: «La sequía ha provocado una merma de la cosecha. La media en España está en 1,4 millones de toneladas y hemos llegado a tener picos de 1,8 millones. La temporada pasada, solo se cosecharon 660.000 toneladas, menos de la mitad que la anterior campaña y se espera que este año las cifras mejoren, aunque no se alcanzarán las medias de producción», calcula Fernández. La subida de precios ya ha empezado a tener serias consecuencias para el sector. Según los cálculos que manejan en Asoliva, la demanda en España y en los mercados internacionales se ha contraído de forma realmente importante y las ventas han caído más de un 40 %.
En Anierac han diseccionado un poco más esos datos y calculan que, teniendo en cuenta solo el consumo doméstico en España —es decir, el de los hogares— este ha caído ya más de un 15 %.
¿Seguirá subiendo?
Ayer mismo, las patronales del aceite de oliva lanzaron un mensaje de calma ante la alarma generada estos últimos días: «En nuestra opinión, no parece lógico que se produzcan más subidas en el coste del aceite en origen, ya que la oferta y la demanda están equilibradas», asegura Pico. Es decir, el producto no debería seguir encareciéndose en los próximos meses.
Y van un paso más allá. Porque el fantasma del desabastecimiento también ha planeado sobre el sector: «No debería producirse desabastecimiento de este producto, porque el sobrante de aceite es suficiente y se cuenta con una cantidad disponible equivalente a tres meses de consumo, que garantiza el suministro hasta la nueva cosecha de octubre», resalta Primitivo Fernández.
¿Por qué en otros países se puede encontrar más barato que aquí?
En los últimos días, algunos expatriados han mostrado en las redes cómo en los supermercados de sus países de acogida se pueden encontrar botellas de aceite por precios mucho menores al que se comercializa aquí. La OCU denuncia que el de marca blanca es un 16% más caro que en Francia y un 27% más caro que en Portugal. Rafael Pico asegura que hay varias razones que explican este fenómeno: «En primer lugar, la rotación del aceite de oliva en España es muy rápida y en dos o tres meses, incluso a veces en unas semanas, las botellas se han vendido. En otros países, esto no sucede y una botella puede estar sin venderse tranquilamente un año», explica. Otra de las razones tiene que ver con los contratos que se firman: «Las grandes importadoras, como Wallmart o Costco, trabajan con contratos a largo plazo. Es decir, la botella que se encuentra hoy en el lineal es posible que se haya contratado hace un año con las condiciones de entonces. Mientras que en el mercado nacional los contratos de suministro son muy cortos», resume.