Carlos III cumple con «lo que se espera de él» y mantiene la prudencia de su madre

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

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El 60 % de la población del país aprueba al soberano, según un estudio de Yougov

08 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Sin fastos ni grandes pompas, sino en la intimidad y de manera discreta. Así recordarán en el Reino Unido a la reina Isabel II al conmemorarse el viernes el primer aniversario de su muerte.

Pese a que la fallecida monarca fue la que más tiempo pasó en el trono británico, la que más primeros ministros vio venir, la que más países visitó y la que mantuvo relaciones con más líderes en el mundo, ni la familia real ni el Gobierno tienen previsto recordar su deceso de manera pública. Una decisión que tomó su hijo, Carlos III, quien de esta manera sigue la costumbre de su propia madre, la cual tampoco realizaba actos oficiales para recordar el día en que su padre murió y ella se convirtió en soberana.

Pero este no es el único gesto que el nuevo rey de los británicos ha copiado de la anterior: en estos primeros doce meses de reinado ha continuado la tradición de guardar silencio y no posicionarse sobre ningún asunto de debate nacional.

Esto ha sorprendido a propios y extraños, pues durante su largo período como heredero al trono, el entones príncipe de Gales provocó controversias al enviar cartas y comunicaciones a ministros y diputados o realizar declaraciones públicas a favor del medio ambiente, la agricultura y otros asuntos, algo que fue visto como una injerencia indebida de la monarquía en la política.

En su primer discurso como soberano, Carlos III se comprometió «como hizo la propia reina, con inquebrantable devoción», a servir a los británicos «con lealtad, respeto y amor». Aseguró que seguiría «el ejemplo» de «su querida madre», una promesa que, hasta ahora, ha venido cumpliendo.

El camino correcto

«El rey está haciendo lo que se espera de él», aseguró el periodista y escritor inglés Harry Mount, en un artículo en el cual expresó que el monarca ha entendido plenamente su rol dentro del sistema de Gobierno. Y la opinión del analista es compartida por la mayoría de los británicos: un estudio de YouGov publicado a principios de esta semana reveló que el 60 % de la población del país aprueba al soberano, frente al 32 % que lo reprueba. No obstante, el monarca sigue sin ser el miembro de la familia real mejor valorado; el puesto todavía lo ocupa su hijo mayor y heredero, Guillermo.

El mismo estudio arrojó que más de la mitad de los ciudadanos considera que el rey ha tenido un desempeño positivo desde que ascendió al trono. Sin embargo, aquí se observa un pequeño desgaste: ha perdido cuatro puntos porcentuales. Por otra parte, seis de cada diez británicos opinan que la monarquía es buena para el país, frente al 16 % que piensa lo contrario.

Y, aunque un porcentaje similar está de acuerdo con que el país continúe siendo monarquía, el número de quienes respaldan que la jefatura del Estado esté en manos de una persona elegida democráticamente ha crecido seis puntos desde la muerte de Isabel II y actualmente ronda el 26 % del electorado.