Caos en Italia por las acusaciones de un ex primer ministro contra Francia por la masacre de Ustica

valentina saini VENECIA / E. LA VOZ

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FILIPPO ATTILI / CHIGI PALACE PR | EFE

Meloni le ha pedido pruebas a Amato, mientras que París evita pronunciarse

04 sep 2023 . Actualizado a las 09:03 h.

En Italia no se habla de otra cosa que de la llamada masacre de Ustica, una tragedia cuyas circunstancias nunca se han aclarado. El 27 de junio de 1980, un avión de línea que había despegado de Bolonia (centro) con destino a Palermo (Sicilia) se estrelló en el Mediterráneo. Hubo 81 víctimas. La hipótesis más creíble es que el avión, un DC-9, fue derribado por error por un caza francés o estadounidense (o de otro país de la OTAN) que quería destruir un Mig libio.

En el 2008, Francesco Cossiga, expresidente (y primer ministro italiano cuando ocurrió la tragedia), declaró que la masacre fue causada por un misil francés.

El revuelo de los últimos días se debe a que el ex primer ministro Giuliano Amato también ha afirmado que la hipótesis más creíble es la planteada por Cossiga. Según él, el DC-9 fue derribado por un misil francés lanzado en el marco de una operación de la OTAN en el espacio aéreo italiano, para derribar un Mig libio donde se suponía que podía encontrarse Gadafi. «[La masacre de] Ustica fue un verdadero acto de guerra», declaró en una entrevista publicada el sábado en el diario La Repubblica, reiterando «la responsabilidad de la aviación francesa, con la complicidad de los estadounidenses y de quienes participaron en la guerra aérea en nuestros cielos la noche de aquel 27 de junio».

La entrevista de Amato causó desconcierto. En ella, el ex primer ministro (considerado desde hace años un posible futuro presidente de la República) se preguntó «por qué un presidente joven como Macron no quiere quitar la vergüenza que pesa sobre Francia. Y solo puede hacerlo de dos maneras: o demostrando que esa tesis es infundada o, una vez comprobada, ofreciendo una sentida disculpa a Italia y a las familias de las víctimas». Fuentes del Elíseo señalaron que no harían comentarios.

La primera ministra ultraderechista, Giorgia Meloni, opinó que las palabras de Amato «merecen atención» y pidió al ex primer ministro que facilite cualquier «elemento que permita volver a las conclusiones de los fiscales y del Parlamento», si es que los tiene.

Matteo Salvini, líder del partido ultraderechista Liga y viceprimer ministro, calificó las «declaraciones de Amato de una gravedad sin precedentes» y dijo estar a la espera de algún comentario de París. El ex primer ministro Matteo Renzi, tradicionalmente cercano a Macron, se mostró escéptico, mientras que Luigi Zanda, ex senador del PD, comentó que son afirmaciones muy graves, que deben ser probadas. 

Tensión entre Roma y París

En las redes no se habla de otra cosa. Francia (a la que muchos, sobre todo de derechas, consideran la gran rival de Italia en el Mediterráneo) y la OTAN son duramente criticadas. Y esto también preocupa al Gobierno: la ultraderechista Meloni nunca ha tenido una relación especialmente buena con el liberal Macron, y esto podría reactivar las tensiones entre Roma y París.