Salvini instrumentaliza escándalos e inmigración para marcar distancias con Meloni

valentina saini VENECIA / E. LA VOZ

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FABIO CIMAGLIA | EFE

Las diferencias entre ambos partidos se hacen más que patentes con las elecciones europeas del año que viene a la vista

03 sep 2023 . Actualizado a las 12:07 h.

Continúan las tensiones entre Giorgia Meloni, primera ministra italiana y presidenta del partido ultraderechista Hermanos de Italia (HdI), y Matteo Salvini, ministro de Transportes y líder de la Liga (extrema derecha). La causa del conflicto es muy sencilla: con la vista puesta en las elecciones europeas del año que viene, Salvini intenta desviar votos de HdI, primero con diferencia en las encuestas, hacia su partido. Para ello, apela a los votantes de derechas más indignados, ataca a los liberales de Forza Italia (también socio de Gobierno), muestra frialdad hacia el resto del Ejecutivo o incluso lo critica.

Un ejemplo de ello es el llamado caso Vannacci: en los últimos días se ha discutido mucho en Italia del libro titulado El mundo al revés, autopublicado por Roberto Vannacci, general del Ejército italiano; en el que arremete contra la comunidad LGBTI+ («no sois normales», escribió el general), las minorías («que en este mundo al revés, son las que mandan»), los medios de comunicación (que quieren «castrar el lenguaje para que nuestra lengua quede asexuada»), los ecologistas, la izquierda y muchos más. El libro de Vannacci, cuyo tono inaudito escandalizó incluso a muchos moderados de derechas, hizo que el ministro de Defensa, Guido Crosetto (HdI), interviniera destituyendo al general de su puesto de comandante en el Instituto Geográfico Militar; la decisión fue apreciada por la cúpula del Ejército, pero no gustó a varios miembros destacados de la Liga, que animaron a Vannacci a presentarse con su partido a las elecciones europeas (Salvini incluso habló con él por teléfono).

La Liga y HdI también están enfrentados en el tema de la inmigración. Los barones del partido de Salvini, entre ellos varios presidentes regionales, no aprecian la gestión de la oleada de desembarcos de migrantes por parte de Meloni ni el plan del Gobierno para acelerar la repatriación de migrantes procedentes de países considerados seguros como Túnez, Albania y Marruecos. El presidente de la región del Véneto Luca Zaia (Liga), por ejemplo, lo comparó con «vaciar el mar con un cubo». Meloni respondió a las críticas con la creación de un Comité Interministerial sobre inmigración irregular liderado por uno de sus hombres más cercanos y excluyendo a Salvini. 

Alianzas en la Eurocámara

Otro motivo de desencuentro ha sido la propuesta de la Liga de utilizar la castración química contra violadores y pederastas; la idea no agrada al ministro de Justicia, Carlo Nordio, muy cercano a HdI, que en el pasado opinó que «sería una vuelta a la Edad Media».

Las posibles alianzas en la Eurocámara también enfrentan a Liga y HdI. Meloni está poniendo mucho empeño en posicionar a HdI como un partido conservador, pero no soberanista ni extremista. Por eso no aprecia la propuesta de Salvini de que los eurodiputados italianos de centroderecha colaboren también con los ultraderechistas franceses y alemanes tras las elecciones del 2024. Pero al parecer la Liga no se da por vencida al respecto. Un destacado miembro del partido dice a La Voz: «La Liga no es un partido antieuropeo, como afirma HdI. Es Meloni la que tiene amigos como Abascal, de Vox. El centroderecha necesitaría otro tipo de liderazgo».