Alemania, Francia y Portugal abogan por introducir nuevos impuestos en los próximos años

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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OLIVIER MATTHYS | EFE

El país galo propondrá una tarifa mínima para los billetes de avión con la que sufragar la transición ecológica

31 ago 2023 . Actualizado a las 22:07 h.

La reconstrucción de Ucrania, la transición ecológica o el reembolso del dinero prestado para financiar el Next Generation EU exigirá a los europeos grandes esfuerzos financieros. Las cuentas no salen con las actuales cifras de los presupuestos comunitarios (2021-2027). Lo sabe Bruselas y lo saben las 27 cancillerías europeas, que sopesan cómo generar nuevos ingresos para sufragar todos estos gastos. 

Los ministros de Asuntos Europeos de Francia, Alemania y Portugal, reunidos este jueves en Ponte da Barca, han defendido de forma conjunta en una declaración recogida por Euractive la necesidad de generar nuevas fuentes de recursos propios para nutrir los presupuestos de la UE. En otras palabras: nuevas tasas o impuestos con los que engordar la hucha común. 

Hasta hora, esas cuentas se vienen alimentando con el dinero recaudado por los derechos de aduana, las declaraciones de IVA transfronterizo, la tasa al plástico (desde el 2021) y por transferencias efectuadas por los Estados miembros. Sin embargo, el pasado mes de junio la Comisión Europea actualizó su propuesta para incorporar nuevas vías de recaudación: los ingresos procedentes del comercio de derechos de emisión (ETS), los ingresos procedentes del mecanismo de ajuste de carbono en frontera (los importadores deberán pagar más por importar mercancías con una alta huella medioambiental) y a través del impuesto sobre una parte residual del beneficio consolidado de las multinacionales acordado en el marco de la OCDE para evitar la competencia fiscal desleal.

Además, ha sugerido también hacer permanente el impuesto de solidaridad sobre el sector empresarial, aclarando que «no es una tasa sobre los negocios, y tampoco incrementa sus costes. Será una contribución nacional que pagarán los Estados miembros en función del superávit bruto de explotación de los sectores productivos, que ayudará a equilibrar la cesta de recursos propios además de diversificar las fuentes de ingresos del presupuesto de la UE». Con dicha tasa, se podría llegar a recaudar unos 16.000 millones de euros adicionales en el 2024, según Bruselas. 

Y parece que Lisboa, París y Berlín están a favor porque sus ministros han pedido que se dote de financiación adecuada a la hucha de la UE en los próximos años para garantizar, entre otras cosas, el reembolso de los bonos emitidos para financiar el NGEU: «la UE debe contar con los medios para hacer las inversiones estratégicas y necesarias en el futuro [...] Necesitaremos recursos propios adicionales y bien dirigidos», han subrayado. 

Billetes de avión más caros

Y puede que el abanico fiscal se abra todavía más en los próximos años porque el ministro francés de Transportes, Clément Beaune, propondrá en los próximos días a sus socios europeos la fijación de una tarifa mínima para los billetes de avión, según Efe, ya que considera que los precios actuales no tienen en cuenta el impacto en términos medioambientales. 

«Billetes de avión a 10 euros ya no es posible», deslizó al semanario francés L'Obs. Sostiene que esos precios no reflejan el coste que tiene para el planeta ni son coherentes con la hoja de ruta europea para la transición ecológica 

El ministro galo carga contra la estrategia de las compañías de bajo coste, que atraen a los primeros clientes con precios muy reducidos, y van subiendo las tarifas conforme van llenando las plazas. Respalda «totalmente la imposición de impuestos» a las actividades contaminantes para sufragar la descarbonización rápida de las economías. 

Su Gobierno tiene previsto incluir en los presupuestos del año próximo un incremento del «impuesto de solidaridad» que gravará los vuelos con salida desde Francia, con el que se espera financiar los 300 millones de euros anuales que el Estado dedica cada año para favorecer esa transición verde en el sector aeronáutico.