DMA, la ley europea para evitar que Google y Apple monopolicen las aplicaciones móviles
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La normativa, de obligado cumplimiento a partir de marzo del año que viene, promete abrir el mercado y facilitar el acceso de otros competidores
15 ago 2023 . Actualizado a las 20:09 h.La Unión Europea camina hacia cumplimiento obligatorio de la Ley de Mercados Digitales (DMA, por sus siglas en inglés), una normativa que abre la puerta a una nueva forma de distribuir las aplicaciones móviles en Android e iOS, y cuya puesta en marcha esperan empresas como Microsoft y Meta, además de tiendas de aplicaciones alternativas como Uptodown.
Aunque todavía faltan detalles por pulir, la DMA busca promover un mercado más justo y competitivo, algo que podría afectar directamente a App Store y Play Store. Esto se debe a que Apple y Google ejercen lo que las autoridades antimonopolio han denominado duopolio, es decir, tienen —según estos organismos— capacidad para bloquear a los usuarios en sus ecosistemas y controlar la distribución, instalación, actualización e incluso eliminación de aplicaciones.
Pero esto se espera que cambie en marzo del próximo año con la obligatoriedad de cumplir con la DMA, ya que establece una serie de obligaciones para las empresas digitales consideradas como gatekeeper o guardianes de acceso, entre las que se encuentran Alphabet (matriz de Google) y Apple. Así, además de promover comportamientos que hagan los mercados «más abiertos y competitivos», deberán abstenerse de incurrir en comportamientos desleales.
Para los usuarios, esto se traduce en que podrán eliminar fácilmente aplicaciones que llegan preinstaladas en sus móviles y recurrir a tiendas alternativas para la instalación de aplicaciones, teniendo acceso a actualizaciones, contenidos adicionales y correcciones sin fricciones y sin tener que pasar por sus tiendas oficiales.
Las aplicaciones y los servicios predeterminados
«Google y Apple deciden qué servicios son utilizados de forma predeterminada en sus sistemas operativos. Esto incluye navegadores, motores de búsqueda, métodos de pago, sistemas de monetización para desarrolladores o bloatware diverso relacionado con sus propios productos», afirma el CEO de Uptodown, Luis Hernández Garrido, a Europa Press.
Esta tienda alternativa de aplicaciones para Android de origen español ha estado trabajando en los últimos meses con la Comisión Europea para que la adaptación que tienen que hacer los dos gigantes tecnológicos cumpla unos principios mínimos de competencia y garantice el cumplimiento de la DMA.
«Probablemente deberán mostrar distintas opciones para que los usuarios puedan decidir la fuente desde la que descargar aplicaciones o, al menos, permitir la existencia de competencia en productos como Google Play», explica Hernández Garrido, aunque la forma final no se ha especificado todavía.
Una referencia podría ser la pantalla de elección de buscador que Google implementó en 2020, tras la multa de más de 4.000 millones que le impuso el ejecutivo comunitario en 2018 al entender que violaba las leyes de anticompetencia debido a la preinstalación obligatoria del buscador Google y Chrome en los dispositivos Android. Ahora, al configurar un smartphone Android nuevo, el usuario puede elegir un buscador de un listado con hasta doce proveedores.
Más opciones para la distribución de las aplicaciones
Firmas como Microsoft y Meta, también considerados gatekeeper, esperan esta apertura para facilitar ellas mismas sus propias tiendas de aplicaciones. Así es al menos en el caso de Xbox, que está trabajando en una tienda de juegos móviles aprovechando las capacidades de Activision Blizzard, una vez el acuerdo de adquisición se haya resuelto a su favor.
Los móviles son «la plataforma más grande en la que la gente juega», expresó el responsable de Xbox, Phil Spencer, en marzo, en el marco del evento anual de desarrolladores de videojuegos. Por ello, no se conforman con el arreglo actual, en el que las aplicaciones de los juegos se descargan desde Play Store o App Store.
Quieren estar directamente en esas pantallas, pero las restricciones de las tiendas no lo ponen fácil. En el caso de Apple, Spencer destacó la limitación de los juegos en la nube a una sola aplicación que funciona de forma nativa en iPhone, y que tampoco permite que se compren juegos individuales en una tienda dentro de aplicaciones nativas.
Meta también busca la distribución directa, aunque en su caso está probando la descarga desde los anuncios que se muestran en su red social Facebook, sin que los usuarios sean redirigidos a una de las otras dos tiendas.
El conflicto con los sistemas de pago
Apple y Google retiraron en agosto de 2020 la aplicación de Fortnite de sendas tiendas después de que la desarrolladora, Epic Games, introdujera un sistema de pagos propio, el mismo que el videojuego ya utilizaba en su versión para ordenadores, directamente a través de su plataforma Epic Games Store.
Este hecho tenía como motivación evitar pagar las tasas que tanto Apple como Google exigen a los desarrolladores que distribuyen a través de sus servicios y que incorporan transacciones en sus aplicaciones (para la compra de la aplicación o en pagos internos).
No es el único caso. En junio del año pasado Amazon eliminó la posibilidad de comprar libros digitales y audiolibros de sus aplicaciones móviles para Android en respuesta a los cambios introducidos por Google en el procesamiento de pagos, que obliga a usar su sistema de facturación y no uno alternativo. En septiembre, no obstante, Google inició en el mercado europeo las pruebas para incluir un sistema de pago alternativo, además del que ofrece Play Store.
«Los gatekeepers no quieren dejar de comisionar todo lo que pasa en nuestros móviles, por lo que hemos llegado a situaciones absurdas como que un desarrollador no pueda establecer sus ofertas, utilizar los sistemas que crean convenientes o incluso publicar actualizaciones sin el permiso de las grandes tiendas», denuncia Hernández Garrido.
La seguridad que limita la interoperabilidad
La seguridad de los usuarios y sus dispositivos es el principal motivo esgrimido por estas compañías para bloquear las pasarelas de pago externas y las tiendas alternativas, especialmente por parte de Apple, dado el carácter cerrado de su ecosistema. Android, en cambio, es una «plataforma de código abierto», como la describe la propia Google, lo que facilita a los fabricantes de teléfonos inteligentes su uso y a los desarrolladores la creación de aplicaciones y juegos.
Este carácter abierto se traslada a las tiendas digitales que pueden distribuir y facilitar la instalación de aplicaciones para Android en un formato conocido como apk. Sin embargo, esto no siempre supone una solución, ya que muchos usuarios se enfrentan a limitaciones técnicas que dificultan el proceso.
Esta situación debería cambiar con la LMD. Ambas compañías deberán admitir el sideloading, la instalación de apps desde fuentes externas a la tienda oficial. El vicepresidente sénior de Ingeniería de Software de Apple, Craig Federighi, llegó a reconocer en junio, al ser preguntado expresamente en The Talk Show de John Gruber tras el WWDC, que trabajarían con la UE para cumplir con la nueva legislación, aunque por el momento no se ha visto esta característica en los trabajos de iOS17.
Google, por su parte, sí ha dado algunos pasos con Android 14, que permitirá las actualizaciones suaves, para que las tiendas alternativas puedan verificar si se cumplen ciertas condiciones antes de continuar con la actualización automática de una aplicación. Pero también ha introducido Update Ownership, que puede bloquear la actualización cuando la aplicación procede de una fuente distinta de la que se ha descargado originalmente.