Milei, el anticasta y anarco-capitalista que apuesta por la dolarización de Argentina
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![Javier Milei, durante su discurso triunfal en la noche electoral.](https://img.lavdg.com/sc/rg9r3cvf_rEQjhxTMv_QBZc_iI4=/480x/2023/08/14/00121691991002376500678/Foto/efe_20230814_042237986.jpg)
El voto del descontento encumbra al ultraliberal frente al oficialismo y el macrismo.Fuerte devaluación del peso argentino tras sorpresivo triunfo del populista
15 ago 2023 . Actualizado a las 12:31 h.En su discurso de la victoria en las elecciones primarias argentinas, Javier Milei ratificó muchos de su preceptos más polémicos y prometió acabar con la «casta política» al tiempo que calificó la justicia social como una aberración. Como siempre, agradeció el apoyo recibido por el «jefe» —como llama a su hermana y su principal colaboradora— y a «mis hijos de cuatro patas», sus perros.
Este economista de 52 años, de estilo rockero, que se autodefine como anarco-capitalista por su crítica a la intervención del Estado, se hizo famoso hace unos años por sus apariciones televisivas, su discurso inadecuado y sus exabruptos. Su creciente popularidad lo determinó a lanzarse a la arena política con La Libertad Avanza y en el 2021 entró en el Congreso.
En el plano internacional, se vincula con Vox — que no tardó en felicitarle por su triunfo ante «la izquierda más radical»—, Jair Bolsonaro y Donald Trump. Por lo demás, defiende la venta de órganos y de niños, la libre posesión de armas y la dolarización para salir de la inflación que ahoga Argentina, y considera el cambio climático una mentira.
Su meteórica carrera política habla más de la necesidad de la sociedad argentina de saltar la «grieta» que divide al peronismo y la oposición desde hace años, que de la adhesión a un proyecto político encabezado por Milei que nadie tiene muy claro cuál es.
El voto del descontento en Argentina encumbra al ultraliberal Javier Milei
El sorpresivo triunfo provoca una fuerte devaluación de la moneda nacional
Cecilia Valdez
Los resultados de las elecciones primarias de Argentina han sido una sorpresa mayúscula para todos, incluido Javier Milei, el candidato de La Libertad Avanza, que obtuvo un 30 % de los votos. Nadie esperaba el triunfo de este ultraliberal. En un posible escenario de tres tercios, todo hacía suponer que el primer lugar lo ocuparía el macrismo, el segundo el oficialismo peronista y el tercero Milei. Ahora todos hacen números, estudian mapas y se plantean estrategias de cara a la primera vuelta de las presidenciales del 22 de octubre.
Lo que está claro es que lo que expresaron las urnas fue un voto de rabia y protesta que nadie vio venir, al menos no con esa contundencia, y que no es tanto un voto ideológico sino una clara manifestación del desencanto ante la falta de medidas para superar la grave situación económica del país.
«Que se vayan todos. Esta alternativa competitiva no solo dará fin al kirchnerismo, sino que dará fin a la casta parasitaria, chorra e inútil de este país», declaró en la noche electoral Milei, que no arrastra el lastre de una gestión de gobierno, como sí lo hacen tanto el oficialismo como la oposición de Juntos por el Cambio, el partido del expresidente Mauricio Macri.
El perdedor de la cita, aunque quedó en segundo lugar, fue Juntos por el Cambio, con Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta disputándose el liderazgo. Al macrismo se le plantea un escenario más que difícil de cara a octubre. A diferencia del oficialista Sergio Massa, Bullrich, por su perfil, disputa votos de Milei, pero no tiene posibilidad de captar muchos más de los que ya ha logrado. Lo que complica las cosas es que no está claro que los votos de Larreta pasen a Bullrich. El temor del establishment por un posible gobierno de Milei podría hacer que muchos de los sufragios de Larreta vayan a Massa.
Larreta tuvo el peor rendimiento que se podía esperar. A pesar de su gran campaña y del enorme aparato que lo respaldaba, quedó a solo seis puntos de Juan Grabois, el candidato rival de Massa en Unión por la Patria.
La mala elección del oficialismo no sorprendió tanto. Las cifras económicas son desastrosas, y quizás la elección del ministro de Economía no fue la mejor opción en este contexto de inflación anual de más del 100 %, trabajo precario, hambre y pobreza. Si bien la elección de Massa como candidato estaba supeditada a los buenos resultados que obtuvo en su gestión como ministro y las negociaciones con el FMI, finalmente, eso no fue suficiente.
De todas formas, la apuesta fuerte del kirchnerismo estaba en la provincia de Buenos Aires —que concentra el 37 % del padrón electoral— y donde se impuso Axel Kicillof, quien fuera ministro de Economía en la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. Así y todo, una rápida lectura de los resultados del área metropolitana bonaerense, históricamente peronista, confirma este escenario de enorme polarización entre el oficialismo y Milei.
El mapa nacional también sorprende. Pese a carecer de aparato político en las provincias, Milei obtuvo muy buenos resultados. El otro gran protagonista de la jornada fue la alta abstención. De ahí intentarán captar votos unos y otros.
El sorpresivo resultado produjo una negativa reacción de los mercados, que suelen ser muy volátiles en estas circunstancias. El Banco Central devaluó un 22 % el peso argentino (350 pesos por un dólar) y las tasas de interés hasta el 118 %, y la caída de los bonos soberanos. En medio de la mayor de las incertidumbres, habrá que ver cómo evolucionan los mercados ante un candidato que prometió dolarizar la economía y dinamitar el Banco Central.