Esto es lo que le pasa a tu móvil con el calor y cómo puedes evitarlo

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Tomàs Moyà | EUROPAPRESS

Una de cada tres averías de los terminales móviles se producen en verano, la mayoría a causa de las altas temperaturas

19 ago 2023 . Actualizado a las 10:06 h.

La desconexión es uno de los objetivos últimos de las vacaciones de verano. Especialmente la digital, desde que el teléfono móvil se ha convertido en una extensión de nosotros mismos. A pesar de eso, los estudios dicen que seguimos utilizándolo alrededor de dos horas y media cada día, durante los períodos de descanso. Sin embargo, echar mano del móvil con temperaturas récord entraña peligros para nuestro terminal. De hecho, una de cada tres averías se produce durante los meses de julio y agosto, según una encuesta realizada por Portalic/EP.

Durante el 2023, el calor extremo ha asolado a diferentes partes del planeta. Y estos los últimos días Galicia fue testigo de ello con temperaturas que rondaron los 42,5 grados en Ourense, o los 36 en Vigo y Santiago. Lo peor de la ola de calor ya ha pasado, pero los termómetros seguirán marcando valores altos en el interior de la comunidad gallega. Y los días de calor pueden ser el peor enemigo para nuestro teléfono móvil.

Los móviles tienen temperaturas óptimas a las que deben funcionar, que se especifican normalmente en los manuales de usos. ¿Hasta dónde llegan? Un teléfono puede operar con temperaturas internas de 0 a 45 grados —lo ideal es rondar los 20—  y durante la carga puede que la cifra suba hasta los 60. A partir de ahí, llega el peligro.

La consecuencia más habitual es que la batería se dañe. Esto implica que reduzca su vida útil o que directamente deje de funcionar. Están fabricadas de litio en su inmensa mayoría, un material que tiende a hincharse cuando el termómetro sube. Podemos perder hasta un 30 % de batería en verano si el dispositivo pasa horas a altas temperaturas. Si las condiciones son muy extremas incluso puede arder. Por otro lado, al contrario de lo que se puede pensar, las pantallas resisten mejor el frío que el calor extremo. Esto es porque, en realidad, se componen de finas capas pegadas unas encima de otras, y el calor puede hacer se despeguen y, en casos extremos, estallar. 

La primera norma es evitar la exposición directa al sol. Si uno se encuentra en la playa o en la piscina, el terminal no puede quedar sobre la toalla y los expertos recomiendan guardarlo en una mochila o un bolso y si puede ser, apagarlo. Dejarlos en el interior del coche tampoco es buena idea. En un vehículo que lleve aparcado dos horas y media, la temperatura es un 88 % mayor que la que hace en el exterior. Es decir, que en lugares que ronden los 40 grados, los coches estarán a 70.

Algunas marcas cuentan con sistemas estandarizados de protección. El más conocido es el del Iphone, que muestra un mensaje en la pantalla cuando la temperatura ha excedido los límites y no permite utilizarlo hasta que se enfríe.

Las fundas del teléfono son otro de los principales enemigos en verano, porque no permiten que el dispositivo se enfríe correctamente. En verano se recomienda usarlas finas, y sobre todo, sin tapa. Conviene retirarlas a la hora de cargar la batería.