Los españoles ya pagan más por la gasolina que hace un año

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

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A. Pérez Meca | EUROPAPRESS

El petróleo y el gas han recuperado su senda alcista este verano a causa de la incertidumbre sobre su suministro

11 ago 2023 . Actualizado a las 09:01 h.

Repostar gasolina este año les cuesta a los españoles un 4,5% más que hace solo un año. La factura asciende de media a 92 euros para un depósito de 55 litros, frente a los 88 euros que pagábamos el año pasado. ¿Qué hay del diésel? El recibo apenas se ha abaratado tres euros, de los 89 a los 86 euros, según los datos extraídos del Geoportal de Hidrocarburos del Ministerio para la Transición Ecológica.

¿Qué ha pasado entremedias?, El Gobierno retiró la bonificación de 20 céntimos por litro que introdujo el 1 de abril del 2022, cuando el precio de la gasolina alcanzaba 1,8 euros/litro. A mediados de agosto de ese año llegó a rozar incluso los 1,9 euros/litro. Hoy cotiza cerca de los 1,7 euros/litro, tras encadenar cinco semanas al alza, y lo hace sin subvención alguna que alivie el bolsillo de los consumidores. La «nueva normalidad» en agosto en el mercado de los carburantes es pagar un 27,5% y un 30,5% más por la gasolina y el diésel que en el verano del 2019, antes de la pandemia, la guerra en Ucrania y la crisis energética.

Competencia (CNMC) no detecta manipulación alguna en el mercado, donde operan 11.400 estaciones de servicio, y sigue atribuyendo estos precios elevados al contexto internacional.

Sube el precio del petróleo

¿Qué está pasando fuera de las fronteras españolas? El precio del petróleo ha vuelto a su senda alcista. La cotización del barril de brent se ha disparado un 21 % en cuestión de dos meses, pasando de marcar un mínimo anual de 71,1 euros/barril hasta los 86 que se pagan en la actualidad. Hay varios fenómenos que pueden explicar este rali.

En primer lugar, la expectativa de los mercados de un resurgir de la demanda china gracias al plan de estímulos que tiene previsto desplegar el Gobierno de Pekín. El país es el máximo importador mundial de crudo y derivados —12 millones de barriles diarios—. Además, lejos de desinflarse, la demanda en Estados Unidos se mantiene sólida. De hecho, la inflación ha crecido dos décimas en julio, alcanzando el 3,2 %.

El aumento de los precios también está estrechamente vinculado al recorte de oferta que han acordado los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) hasta final de año. Quieren que el barril recupera el umbral de los 100 dólares. Por eso gobiernos como el saudí han anunciando que el bombeo seguirá siendo bajo un mes más y no descarta seguir en los niveles actuales hasta final de año, agravando el déficit de crudo en el mercado.

El precio del gas se dispara en Europa un 30% en solo veinticuatro horas

La incertidumbre en torno al suministro energético también ha hecho que se dispare la cotización del gas. El hidrocarburo ha repuntado en el mercado europeo (TTF) un 30% en cuestión de 24 horas, pasando de los 31 euros el megavatio hora (MWh) a los 40. En la primera semana de agosto se ha encarecido el precio casi un 50%. Un incremento drástico que tiene que ver con el impacto que los analistas prevén que puede tener en la oferta las huelgas que han convocado trabajadores de la industria gasista en Australia, séptimo mayor productor del mundo de gas natural licuado (GNL) y responsable del 11% de las exportaciones total de este hidrocarburo.

Por el momento, estamos lejos de ver los precios históricos que alcanzó el gas en el mercado mayorista a finales de agosto pasado, cuando se superó la barrera de los 300 euros/MWh. De hecho, hace cinco meses que no se activa la «excepción ibérica», un mecanismo que limita el precio del gas que se utiliza en la generación de electricidad, para evitar que se dispare la factura de la luz. 

Las reservas de gas en los países europeos, que mantienen el embargo a los productos energéticos rusos, vuelven a estar casi llenas. Según las estadísticas de GIE-AGSI, los almacenes en la UE están al 88%. En España, ese porcentaje asciende al 99 %. Alemania roza el 90% y Francia el 80%. El país con las reservas más escasas es Letonia (74%).