Los turistas están en un hotel y en contacto con la embajada mientras siguen los choques entre las fuerzas de seguridad del Estado y las milicias Fano
07 ago 2023 . Actualizado a las 11:50 h.Dieciocho españoles permanecen atrapados en un hotel situado en una población de la región de Amhara, al noroeste de Etiopía, afectada por violentos enfrentamientos entre milicias locales y el ejército federal. Los visitantes, entre los que se encuentra una menor de 13 años, se hallan en el alojamiento desde el pasado miércoles y están en contacto con la embajada en la capital, Addis Abeba. Según sus testimonios, ya no escuchan disparos, pero han sido testigos de la retirada de cadáveres de las calles. El Gobierno etíope declaró el estado de emergencia y el toque de queda en la zona.
Los once templos excavados en la roca de la ciudad de Lalibela, Patrimonio de la Unesco, constituyen uno de los grandes atractivos de Etiopía, una potencia continental con 120 millones de habitantes y principal garante de la estabilidad en el Cuerno de África. Su desarrollo económico, sin embargo, contrasta con una aguda debilidad interna, derivada de los problemas de convivencia de 140 grupos étnicos muy diversos. Las reivindicaciones de autodeterminación y las rencillas intertribales por diferencias territoriales han marcado su existencia.
El grupo de turistas integra un viaje organizado por la agencia catalana Kananga y se encuentra en la región septentrional de Amhara, habitada por una comunidad que representa el 25% de la población total. Curiosamente, sus milicias apoyaron a las tropas federales en el aplastamiento de la insurrección de los tigray. Este conflicto, que se extendió entre el 2020 y el 2022, provocó entre 100.000 y 600.000 muertos, 2 millones de desplazados y una vasta destrucción de poblados y ciudades. El denominado Acuerdo de Pretoria ha supuesto una primera desmilitarización, aunque no se ha producido aún la completa pacificación.
La nueva contienda comenzó en abril por la pretensión del régimen de desarmar a las milicias tribales e integrarlas en los cuerpos de seguridad nacionales. La iniciativa, de alto riesgo, sigue la hoja de ruta del primer ministro, Abiy Ahmed, empeñado en acabar con tendencias centrífugas.
Los españoles se encuentran en un área de combate entre las tropas federales y las milicias Fano, adscritas al pueblo amhara. Los guerrilleros luchan contra sus antiguos aliados y se han hecho con el control del aeropuerto de Lalibela, obstaculizando la evacuación de extranjeros. Según fuentes etíopes, su pretensión es asediar Bahir Dar, la capital regional.
Una estrategia de doble cara
La historia reciente de Etiopía resulta sorprendente. Hace cinco años, la elección de Ahmed supuso un cambio radical en la política abisinia, caracterizada por la sucesión de rígidas dictaduras. Sus primeras medidas fueron la liberación de presos políticos y la promesa de democratización. El nuevo talante fue reconocido con la obtención del Premio Nobel de la Paz en el 2019 y su discurso de aceptación constituyó todo un panegírico contra la guerra.
Pero la estrategia escondía un reverso tenebroso. La creación del Partido de la Prosperidad indicaba la aparición de la herramienta para crear un nuevo escenario más centralista y homogeneizador. El movimiento FPLT, formado por guerrilleros de la etnia tigray, fue la primera víctima. Esta organización había llevado la dirección de la junta militar que controló el país durante décadas y el primer ministro se propuso aplastarla, incluso a costa de destruir su región de origen. En ese propósito contó con la ayuda de Eritrea, antiguo enemigo, y las milicias amhara, entonces ignorantes de su futura caída en desgracia.
Los españoles confían en que la embajada consiga establecer una vía de escape y poder salir de su refugio en las próximas horas. No obstante, no hay visos de tregua y las carreteras permanecen cortadas por barricadas. El Ministerio de Asuntos Exteriores recomienda no viajar al norte de Etiopía, uno de los destinos más exóticos del mundo.