El PSOE sitúa la financiación autonómica en las negociaciones con Junts y ERC para la investidura
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María Jesús Montero advierte que la reforma del sistema, caducado desde el 2014, es «urgente». Aragonès le pide que concrete una propuesta «si la tiene» y la Xunta muestra «preocupación» por una posible condonación de deuda a Cataluña
02 ago 2023 . Actualizado a las 08:58 h.El melón sobre la reforma del sistema de financiación autonómica, caducado desde hace nueve años, ha vuelto a abrirse ante el inicio de negociaciones para lograr la investidura de Pedro Sánchez. Su número dos en el PSOE, María Jesús Montero, rechazó el lunes que se haya extendido a Junts y ERC una propuesta para condonar una parte de la deuda del Fondo de Liquidez Autonómica, como había publicado el diario El Mundo: «Hay muchas derivadas dentro del sistema, que no solo Cataluña, sino que otras comunidades, también han puesto encima de la mesa y que evidentemente el Gobierno tiene que abordar todos los componentes de ese puzle». Pero esta mañana ha ido algo más allá al advertir sobre la «urgente» necesidad de pactar una nueva financiación autonómica.
La ministra de Hacienda en funciones advirtió, en una entrevista en TVE, que la negociación debe contar con el acuerdo de «todos». «La reforma del sistema de financiación autonómica es una urgencia que tenemos que presentar y que está en nuestro programa electoral para abordarlo durante esta legislatura», indicó. Matizó que en el acuerdo de investidura estará el «impulso» a esta reforma. «Es lo que nosotros desde el primer momento hemos dicho que es obligado, el poder modificarlo durante este período y por tanto en los próximos años», recalcó tras recordar los «varios intentos» para tratar de llegar a un acuerdo con el conjunto de comunidades autónomas durante la última legislatura. Montero lamentó que «no hubo el clima necesario» para alcanzar un consenso, dado que había comunidades que defendían sus posiciones de «máximos» y esto imposibilitaba un acuerdo.
La negociación que hubo durante meses encima de la mesa giraba en torno a cómo se debía comportar el modelo de variable de dispersión -que defiende Galicia junto a otras siete comunidades- o el modelo de la variable de la población. No obstante, no hubo unanimidad para un acuerdo, por lo que Montero ha señalado que ahora tendrán que seguir trabajándolo. «En ese margen del modelo de financiación autonómica no solo se habla de los recursos que entran en el sistema, también se habla de la situación de endeudamiento de las comunidades autónomas y también de lo que llamamos el esfuerzo fiscal, con la vuelta de las reglas fiscales», explicó la ministra.
Al paso de estas declaraciones salió el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, de ERC, que le pidió «que no especule» con la financiación autonómica. «Si tiene una propuesta, que la diga y entonces nos posicionaremos», dijo en rueda de prensa desde la Generalitat preguntado por las declaraciones de Montero en TVE. «Hace diez años que se tenía que renovar el modelo y hace cinco años que ella es ministra. La urgencia no la ha visto hoy», ironizó.
Preocupación en la Xunta y otras comunidades
El conselleiro de Facenda, Miguel Corgos, mostró esta mañana su «preocupación» por que el Gobierno pueda realizar una condonación de deuda a algunas comunidades, lo que considera que sería una medida «inequitativa». Así, remarca que «este é un elemento nuclear do sistema de financiación» y reclama que se negocie de forma conjunta en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).
En un audio remitido a los medios este martes, el titular de Facenda señala que, aunque «parece que se esté a falar de condonación», lo que realmente se propone, continúa, «é unha mutualización da débeda, é dicir, repartir a débeda de algunhas comunidades autónomas que se estima que están demasiado endebedadas entre todas as comunidades autónomas, entre todo o Estado». Una cuestión que provoca «incentivos perversos», puesto que algunas autonomías «teñen demasiada débeda porque no seu día gastaron máis, por riba da súa capacidade».
El planteamiento de que el Gobierno central asuma parte de la deuda del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) de Cataluña a cambio de un posible apoyo de los partidos independentistas a la investidura de Pedro Sánchez ha provocado también el recelo de varias comunidades autónomas de distinto signo, que han advertido de posibles «prebendas» y reclaman que no haya agravios en la reforma del sistema de financiación autonómica.E l presidente en funciones de Aragón, el socialista Javier Lambán, por ejemplo, cree que el Gobierno debe asumir una quita de esta deuda autonómica «sin más agravios entre comunidades».
Por su parte, desde la Junta de Andalucía, gobernada por el popular Juanma Moreno, han advertido de posibles «nuevas prebendas» que el PSOE ofrezca a partidos independentistas en el marco de esta posible reforma del sistema de financiación autonómica.
Y desde la autonomía más endeudada, la Comunidad Valenciana, el nuevo presidente Carlos Mazón ha rechazado que el nuevo modelo de financiación autonómica se negocie «en el cuarto oscuro del separatismo» y ya ha exigido una «compensación» para la situación de «excepcionalidad» que ha multiplicado la deuda de la región tras ser «injusta y soporíferamente la peor tratada» por este sistema.
Un tercio del FLA a Cataluña
En este contexto, Cataluña es la comunidad autónoma, de las que están adheridas al Fondo de Financiación, que más dinero ha recibido de los 24.126,9 millones de euros que el Gobierno lleva asignados en 2023 con cargo a este fondo. En concreto, la comunidad catalana suma 8.713 millones de euros en el reparto de los tres trimestres de 2023, lo que supone algo más de un tercio del total.
El Fondo de Financiación se divide en dos compartimentos: el de Facilidad Financiera, en el que tan solo está Andalucía, y el del Fondo de Liquidez Autonómico, conocido como FLA, y al que están adscritas el resto de comunidades autónomas. El Fondo de Liquidez Autonómico, FLA, fue creado por el Ejecutivo en el año 2012 durante la crisis económica y, mediante él, el Gobierno otorga dinero a las comunidades autónomas adscritas para que éstas no tengan que financiar su deuda en los mercados.
En cuanto a la deuda, Cataluña se mantiene como una de las comunidades más endeudadas, con un total de 85.456 millones de euros, según los últimos datos del Banco de España. Esto se traduce en una deuda del 33 % del Producto Interior Bruto (PIB).