Sánchez aplaza hasta después del 17A las negociaciones para ser investido

Pablo Medina MADRID/LA VOZ

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El PP insta al líder socialista a que asuma su derrota y hable con Feijoo

31 jul 2023 . Actualizado a las 20:14 h.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, aplazará las negociaciones con los distintos partidos políticos para su posible investidura hasta después de la constitución de las Cortes el próximo 17 de agosto. Lo comunicó ayer en un vídeo dirigido a la militancia, en el que se mostró «convencido» de que existe una «mayoría social» progresista que se verá reflejada en una «mayoría parlamentaria» y que permitirá a los socialistas y al conjunto del país «seguir avanzando cuatro años más».

De momento, fuentes socialistas confirman que, en el corto plazo, Sánchez piensa en estrategias y nombres para negociar con Junts, que exige referendo de independencia en Cataluña y amnistía para los políticos fugados tras el 1-O. Y no es fácil resolver el enconamiento de los independentistas, porque el recuento del voto CERA, el extranjero, obligó al PSOE a necesitar el «sí» de los de Puigdemont en vez de su abstención. Y además, como reiteran dichas fuentes del PSOE, nadie quiere «moverse ni un dedo» del marco constitucional. El referendo no tiene cabida, y la amnistía es difícil. 

Articulación de diputados

De entre las opciones de Sánchez para negociar, existe una que le permitiría esquivar la necesidad del visto bueno de Junts y conseguir solo su abstención, que sería convencer a partidos «unidiputado» que compensaran el escaño perdido por el PSOE en favor del PP tras el recuento del sufragio extranjero.

En esta ecuación entrarían Coalición Canaria y el BNG. UPN quedaría descartado por su enroque a la derecha. En lo que respecta a Cristina Valido, diputada electa canaria, está «abierta» a negociar tanto con el PP como con el PSOE, aunque el pacto parece complicado porque, según dijo en la Cadena SER: «Nuestro partido siempre se ha movido en la centralidad». En otras palabras, no quiere entrar en un Ejecutivo «con extremos» como los de Sumar y Vox, según apuntó.

Por parte de los nacionalistas gallegos, la exigencia será mayúscula, tal como confirmó su portavoz nacional, Ana Pontón, en el discurso de la marcha con motivo del Día da Patria. Además, exigió que el nuevo Ejecutivo tendría que «cumprir con Galiza», tal como hizo durante toda la legislatura pasada el único diputado del Bloque en el Congreso, Néstor Rego.

Son negociaciones complicadas que al PSOE le acarreará contar con sus mejores paladines para tender puentes entre tantas formaciones. De momento, Sumar, el partido de la vicepresidenta segunda interina, Yolanda Díaz, ha confirmado que su primera espada para negociar con Junts será Jaume Asens, exportavoz de los comunes en el Congreso, que además goza de buena relación con Puigdemont.

Por parte del PSOE, se tantea a Félix Bolaños, según fuentes del partido, al haber cosechado acuerdos con los independentistas catalanes para sacar leyes adelante la pasada legislatura.

Silencio para el «ganador»

Las conversaciones con el Partido Popular en el marco de las negociaciones tampoco será previo al 17 de agosto, como confirmó Sánchez por carta después de que Alberto Núñez Feijoo le reclamase sentarse con él. Algo que en Génova no gustó.

La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, pidió ayer en rueda de prensa al presidente en funciones que «rectifique» en dicha postura y que no niegue a Feijoo la posibilidad de negociar, ya que fue el «ganador de las elecciones» del 23J. Además, añadió que España necesita «certidumbre», «estabilidad» y «un gobierno moderado» lejos de las fuerzas nacionalistas e independentistas, así como de los «extremos».

«Los ciudadanos merecen todo el respeto, y eso significa darles una garantía de gobernabilidad sin perder un minuto, sin patadas hacia adelante ni estrategias personales para ganar tiempo», concluyó Gamarra a la par que recriminó a Sánchez que se vaya «de vacaciones» sin asumir sus responsabilidades políticas.