Un gran brote de viruela del mono en Portugal alienta a Sanidad a impulsar la vacunación
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España suma el 30 % de los casos totales de Europa y el 8 % a nivel mundial
29 jul 2023 . Actualizado a las 20:10 h.La Comunidad Valenciana fue la primera en notificar un fallecido por viruela del mono. Ocurrió el 29 de julio del 2022, seis días después de que la Organización Mundial de la Salud declarara esta enfermedad como emergencia de salud pública de importancia internacional. Al día siguiente Andalucía notificó el segundo, al mismo tiempo que el Ministerio de Sanidad hallaba nuevos brotes y aumentaba el número de contagiados. El último fallecido se dio el 19 de septiembre en Madrid, y sería el último de España. El problema se acrecentó con la escasa llegada de vacunas.
Las medidas de prevención y la vacunación mayoritaria en los grupos de riesgo, han mantenido bajo control esta enfermedad, que aún así, ha dejado un impacto en España que la sitúan en el podio de países afectados. En los 14 meses desde que la OMS declarara la situación de emergencia, España ha registrado 7,559 casos de viruela del mono, el 29 % del total de los computados en Europa (25.935) y el 8,5 % del mundo (88.600), según los datos recopilados por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC). Tan solo Estados Unidos (30.404) y Brasil (10.967) se encuentran por delante de España en cuanto a infecciones, algo preocupante si tenemos en cuenta la demografía de cada país. Además la mpox, la nueva denominación que dio la OMS a esta patología, ha dejado 152 muertos, siete de ellos en Europa.
Tras el pico de julio del 2022 los contagios entraron en un constante descenso. A pesar de que el pasado 10 de mayo la OMS declaró el fin de la emergencia sanitaria, la viruela del mono remite en todo el mundo. De esta forma, el ECDC considera que el riesgo de contraer la enfermedad es «moderado» para los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y bajo para el resto de la población y atribuye la disminución de los casos a «cambios de comportamiento de los colectivos de riesgo», al aumento de la inmunidad de grupo por «la vacunación y la inmunidad natural» y a la disminución de los grandes eventos culturales y sociales después del verano.
Sin embargo, con la llegada de los meses mas propicios para la extensión de los contagios, la vigilancia volvió a aumentar, más incluso después del brote de 37 casos que declaró la semana pasada Portugal, todos ellos en la región de Lisboa y en el valle del Tajo. A pesar de que en España solo se contabilizaron tres contagios en junio, el Ministerio de Sanidad ha potenciado la vacunación para prevenir la aparición de nuevos casos. El departamento de José Miñones ha lanzado la campaña «¿Viruela del Mono (MPOX)? Porque el virus no se ha ido. Piensa en Vacunarte» y mantiene abiertos los centros de vacunación, repartidos por todas las comunidades.
Los documentos del Ministerio de Sanidad llaman a la vacunación a «aquellas personas susceptibles a infectarse por sus conductas y prácticas sexuales no protegidas o, después de haber tenido contacto con el virus (profilaxis posexposición), a todos los contactos estrechos que no hayan pasado la enfermedad».
La estrategia actual de vacunación preexposición «prioriza a personas que mantengan prácticas sexuales no protegidas, fundamentalmente, pero no exclusivamente, al colectivo de hombres gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (GBHSH), especialmente a quienes tienen alto intercambio de parejas sexuales, practican sexo en grupo y/o que han presentado infecciones de transmisión sexual (ITS) recientemente», subraya el Ministerio. Según los informes de Sanidad, el 96 % de los casos diagnosticados han sido en «hombres que habían tenido relaciones sexuales con otros hombres», el 2,4 % en «hombres heterosexuales» y el 1,4 % en «mujeres heterosexuales». El grupo que ha registrado más infecciones es el de hombres de entre 31 y 44 años y el 93 % de los contagios se ha producido por contacto estrecho en el contexto de relaciones sexuales de alto riesgo.
«La enfermedad se ha comportado como esperábamos, con una rápida subida de contagios en los primeros meses, como consecuencia de que se trataba de un virus desconocido y de que no había medidas preventivas, y con un descenso también rápido una vez que aumentó el control y la vigilancia», expone el catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca Raúl Rivas, que otorga un papel clave a la OMS por haber declarado la mpox como emergencia internacional. Aun así, Rivas resalta que «el impacto de la viruela del mono en todo el mundo ha sido mucho más contundente de lo esperado». «Una vez más, nos encontramos con una enfermedad emergente de origen zoonótico que nos ha pillado con la guardia baja, lo que nos debe concienciar de la importancia de la prevención y la vigilancia», añade este experto.