El PSOE pierde un escaño a favor del PP en Madrid tras el recuento de votos exterior

Sara Cabrero
S. Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

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ALBERTO LOPEZ

La investidura se le complica a Pedro Sánchez, al que ya no le valdría con la abstención de Puigdemont, si no que necesita el «sí» de Junts

30 jul 2023 . Actualizado a las 12:27 h.

Ajustado resultado el de las elecciones del 23J. Ajustado, hasta el último minuto. El escrutinio del voto exterior dio un vuelco a la aritmética parlamentaria bien entrada la noche del viernes. Cuando las manecillas del reloj rebasaban las diez y media, el rumor de que Madrid podría dar un pequeño vuelco a las matemáticas empezó a crecer. Y pasadas las 11 de la noche, se confirmó. El PSOE perdería un escaño en Madrid a favor del PP de Núñez Feijoo, tras el recuento del conocido como voto CERA (Censo de Residentes Ausentes en el Extranjero). O lo que es lo mismo, el voto exterior. A falta de la confirmación oficial por parte de la Junta Electoral Central, así lo han informado diferentes fuentes tanto del PSOE como del PP. 

Esta situación complicaría todavía más a Pedro Sánchez la investidura. Ya no le vale sumar todos los apoyos de sus aliados actuales y simplemente lograr la abstención de Junts. Ante los nuevos números, Sánchez necesitaría el sí de la formación de Carles Puigdemont, un extremo que, probablemente, le salga mucho más caro. 

Calculadora en mano, el PP cuenta ahora con 137 representantes en la Cámara baja, a los que habría que sumar los 33 de Vox y el diputado que mantiene UPN. El resultado son 171 representantes en el Congreso que avalarían la candidatura de Alberto Núñez Feijoo. Estaría por ver si a ese número se le sumaría finalmente el diputado de Coalición Canaria, aunque la formación se negó esta semana a apoyar una eventual candidatura de Feijoo si esta llevaba aparejados también a los de Santiago Abascal. En ese caso, la suma total ascendería a los 172.

Al otro lado de la balanza, el PSOE (que ahora se quedaría con 121 escaños), contaría con los 31 de Sumar, los siete de ERC, seis de Bildu, uno del BNG y, posiblemente, cinco del PNV. Entre ellos sumarían 171 escaños. Lo que supondría un empate con el grupo de la derecha, si este no cuenta con el apoyo de Coalición Canaria. El escenario se complica todavía más en caso de que los de las islas le dieran un sí a Feijoo, porque con este extremo, el bloque de Sánchez amalgamaría menos apoyos que el de los populares. Y ahí es donde entra en juego Junts. Hasta ahora, los de Puigdemont podrían simplemente abstenerse para ceder la llave de Moncloa a Sánchez. Ya no vale con sus votos en blanco. Ahora, al menos uno o dos deberían de darle el «sí» rotundo. 

Tiene su enjundia ese último diputado de Madrid. Y es que, la persona que ha logrado un asiento en el Congreso gracias al voto exterior es Carlos García Adanero, exdiputado de Unión del Pueblo Navarro (UPN). En la última legislatura, fue uno de los dos diputados de la formación foralista en el Congreso que desacató la disciplina de partido y votó en contra de la reforma laboral. Los dos desobedecieron las instrucciones de su formación de apoyar la normativa del PSOE y sumaron su «no» al del PP. Eso, a pesar de que UPN había llegado a un acuerdo in extremis con los socialistas para avalar la reforma. De no haber sido por el error del diputado del PP Alberto Casero, el texto no habría logrado salir adelante. A partir de ahí, se abrió un proceso que llevó a Adanero (y al otro diputado) a ser suspendidos de militancia temporalmente y, durante las municipales y autonómicas del 28M, ambos fueron integrados en las listas del PP. 

Desde los dos principales partidos afectados, piden cierta prudencia, puesto que todavía falta hacer un recuento general y revisar los votos nulos. La cuenta está tan ajustada que hasta un pequeñísimo puñado de papeletas en Madrid podrían cambiar la foto final por completo. Y es muy posible que hasta este sábado no se conozca el número oficial y definitivo.