La participación apunta a ser similar o superior a anteriores convocatorias
23 jul 2023 . Actualizado a las 09:48 h.España afronta unas de las elecciones generales más reñidas de los últimos tiempos, en las que hasta el último voto puede ser decisivo para determinar quién gobierna durante los próximos cuatro años. Casi todos los sondeos arrojan un resultado muy ajustado. El bloque de la derecha, formado por el PP y Vox, se sitúa al borde de la mayoría absoluta. Pero Alberto Núñez Feijoo tiene enfrente a un Pedro Sánchez que aspira a pactar con prácticamente todo el resto de partidos del arco parlamentario para formar una mayoría que le permita ser investido. Los analistas estiman que la decisión final que adopten los indecisos puede ser crucial para inclinar la balanza de un lado u otro y alcanzar esa mayoría necesaria.
Las elecciones llegan después de una larguísima precampaña electoral que comenzó el mismo día que se conocieron los resultados de las elecciones autonómicas y municipales que dieron el triunfo al PP. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decidió adelantar los comicios, en contra de todo lo que había sostenido hasta ahora afirmando que agotaría la legislatura.
Macroencuesta del CIS
Los candidatos llegan por ello exhaustos al final de la campaña, después de haber tenido que afrontar un maratón de mítines enlazando dos comicios de ámbito nacional. La campaña electoral comenzó con una macroencuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que fue muy discutida, dado que otorgaba la victoria al PP (122?140 escaños) por un escaso margen, pero no le daba posibilidad de alcanzar la mayoría absoluta con Vox (21-29). Sin embargo el PSOE (125-135) sí tenía posibilidad de gobernar con Sumar (43-50). Pero unas horquillas tan altas mantenían la incertidumbre sobre el resultado. El resto de encuestas publicadas por los medios sitúan sin embargo al PP y a Vox muy cerca de alcanzar la mayoría absoluta o superándola por poco.
El PSOE comenzó confiado la campaña, asegurando que «hay partido» y seguro de que Pedro Sánchez recuperaría terreno para los socialistas en el debate con Feijoo. Pero el resultado de ese cara a cara estuvo muy lejos de las expectativas de Sánchez, dado que Feijoo salió al ataque con preguntas constantes a un líder del PSOE que fue incapaz de hacer frente al torrente que se le vino encima.
El segundo debate estaba pensado a cuatro, pero el líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, no acudió, dejándolo en un enfrentamiento a tres, en el que el bloque de la izquierda contó con dos participantes, Sánchez y la líder de Sumar, Yolanda Díaz, con Santiago Abascal en solitario en el bloque de la derecha.
En pleno verano
Estas generales serán recordadas también por ser las primeras que se celebran en el mes de julio. Las consecuencias de esa decisión tomada por Pedro Sánchez no se conocerán hasta que se haga el recuento definitivo de votos. En principio, la avalancha de sufragios por correo solicitados indicaría que estos comicios despiertan un gran interés entre los ciudadanos y que la participación puede ser similar o superior a la de anteriores elecciones, pese a las molestias que supone tener que ir a votar en pleno verano. La otra particularidad es que la campaña coincidió con la formación de gobiernos autonómicos y municipales.
El PP salió con la estrategia de marcar distancias con Vox y con una presencia constante de Feijoo en la calle, para contrarrestarla con la distancia con los ciudadanos de un Pedro Sánchez que prefería multiplicar sus apariciones en los medios de comunicación para dirigirse directamente a unas audiencias masivas. Los populares confían en alcanzar un resultado cercano a los 165 escaños, por encima de lo que marcan las encuestas, para poder gobernar en solitario. Consideran que a partir de esa cifra Vox no tendría más remedio que dar su apoyo a Feijoo y renunciar a una coalición. El PSOE espera superar ampliamente los 100 escaños y confía en un buen resultado de Sumar para tener opciones de gobernar.