Alberto Núñez Feijoo: «Si gano, la primera llamada será al PSOE, para que no bloquee el gobierno del país»
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El candidato del PP a la presidencia del Gobierno dice que no quiere pactar con Vox, que sus líneas rojas son la Constitución, la violencia machista y el cambio climático, y que apoyaría al PSOE si renuncia a gobernar con los independentistas
19 jul 2023 . Actualizado a las 10:18 h.La campaña va haciendo mella y la espalda del candidato del PP, Alberto Núñez Feijoo (Os Peares,1961) estaba resentida ayer cuando concedió esta entrevista en la sede de la calle Génova.
—¿Cuáles van a ser las primeras medidas si es presidente?
—Una reducción de los altos cargos y asesores, bajaremos el IRPF a las rentas de menos de 40.000 euros y vamos a rebajar el IVA temporalmente del pescado, la carne y la conserva. Y estamos estudiando la rebaja del IVA en peluquerías, del 21 al 10%. Es un sector que ha destruido mucho empleo. Modificaremos la Ley Orgánica del Poder Judicial para que los jueces tenga protagonismo en la elección del Consejo General, y para que un ministro no pueda ser Fiscal General o miembro del Constitucional.
—¿No hubo nada bueno en estos cinco años de sanchismo?
—Sí, sí. La reforma laboral, aunque hay que clarificar cuántos fijos discontinuos hay. Yo no vengo con ánimo de revancha, solo quiero devolver la dignidad a las instituciones. Y vengo a que las minorías no impongan una ley de vivienda, que conlleva una subida de los precios, Bildu no puede ser el autor de la ley de Memoria democrática. Necesitamos una ley trans, pero no puede limitar la patria potestad de los padres.
—¿Ha leído el programa de Vox? Todo apunta a que el PP va a ganar pero le hará falta su apoyo.
—No, no lo he leído. Yo me presento con mi programa. Los españoles quieren un Gobierno de una pieza. Si votan de forma concentrada, habrá un cambio. Y este es nuestro escenario. Yo no voy a decir lo que dijo Sánchez: «Por supuesto pactaré con Esquerra y Bildu». Yo no voy a decir que pactaré con Vox porque yo no quiero pactar con Vox.
—Pero si tuviese que negociar, ¿cuáles serían las líneas rojas?
—La Constitución y el estado de las autonomías, la violencia machista, el cambio climático. En definitiva, las que marca mi biografía política.
—¿Mantendría esas líneas rojas aunque supusiese un bloqueo en la gobernabilidad del país y abocase a nuevas elecciones?
—Tenemos al otro candidato, el socialista, que está dispuesto a gobernar perdiendo. Es una anomalía en la historia democrática. Pero Sánchez viene de esa cultura del bloqueo. Bloqueó la victoria de Rajoy en el 15, la volvió a bloquear en el 16 hasta que lo destituyeron como secretario general. El PSOE tiene una responsabilidad, dice que le preocupan los pactos con Vox. Yo no quiero pactar con Vox pero el objetivo del PSOE es que el PP pacte con Vox, no evitarlo.
—Eso deja sobre los hombros del PSOE la responsabilidad de salir del bloqueo.
—Si gano, al primero que voy a llamar es al PSOE para saber si va a cumplir con su tradición, quebrada con el sanchismo, de no impedir que gobierne el que gane, de no bloquear la gobernabilidad del país. Si yo pierdo y el PSOE me llama y se compromete a no pactar con el independentismo, yo facilitaré la investidura.
—¿Qué tiene que pasar para que el PSOE asuma esa responsabilidad? La última vez, Sánchez dejó el cargo.
—Yo me limito a los hechos, a decir que el PSOE solo gobierna en Asturias y en Castilla-La Mancha, y está posponiendo el Gobierno de Navarra para no explicar el vergonzante pacto con Bildu. En el 2019 había ganado en todas las comunidades. Está en uno de sus momentos más débiles. Yo entré aquí hace 15 meses, y el partido ha hecho un trabajo de remontada extraordinario.
—Usted hablaba este fin de semana de buscar el apoyo de PNV y los partidos regionalistas.
—Hay temas de política industrial y fiscal donde el PNV, el anterior PNV, está más próximo al PP que al PSOE, pero ahora se ha entregado al Partido Socialista, y creo que no le va bien, el que está subiendo es Bildu. La mayoría de los vascos no están de acuerdo con la política del sanchismo.
—Usted siempre presumió de tener un déficit muy controlado en Galicia. ¿Hará recortes?
—Yo era defensor de cumplir los pactos que habíamos suscrito con la UE. Y una de las razones para que Sánchez convocase elecciones generales, además de que el fracaso en las municipales pudiese cuestionar su liderazgo, es porque hay que hacer un ajuste en toda Europa. Sánchez tenía que recortar el presupuesto. Yo voy a intentar en Europa que la rebaja del déficit público sea escalonada y gradual. ¿Y qué hemos de hacer? Tiene que crecer la economía y generar empleo de calidad para tener más ingresos. E invertir los fondos europeos.
—¿Y del lado del gasto?
—El margen que tenemos para recortar es el gasto improductivo, el gasto burocrático y el gasto político.
—El lunes tuvo una mañana complicada, cuando hubo de rectificar que el PP siempre había subido las pensiones conforme al IPC.
—Después de un debate, donde el candidato socialista delante de todo el mundo negó que siendo él diputado y Zapatero presidente hubiesen congelado las pensiones, estuvo un poco descompensada la reacción por una incorrección mía. Le entendí a la periodista que el PP había congelado las pensiones. Siempre hemos actualizado las pensiones, aunque a veces haya sido por debajo del IPC.
—¿Cuál es su plan precisamente para las pensiones?
—Actualizarlas conforme al IPC y...
—¿Conforme al IPC?
—Sí. Y el sostenimiento del sistema. Para ello necesitamos aumentar los afiliados hasta llegar a los 22 millones.
—Ustedes criticaron la subida del SMI pero ahora dicen que hay que subirlo.
—Lo que hay que hacer es actualizar el salario mínimo, pero también controlar los precios y bajar los impuestos a las rentas más bajas, para que la actualización del salario sea operativo y una persona a la que se le suba el salario tenga mayor poder adquisitivo, y no como ha ocurrido hasta ahora.
—¿Se atreve a decir dónde estará el SMI en cuatro años?
—No, no estoy en condiciones por la falta absoluta de información de las cuentas públicas.
—El PP ha criticado la subida del SMI, de las pensiones, ha rechazado la reforma laboral... ¿cree que aceptará el PSOE los Pactos de Estado que propuso usted el lunes?
—El partido sanchista, no lo sé. El PSOE que conocíamos antes de Sánchez ha firmado pactos de Estado: el antiterrorista, el de Toledo... Podríamos hacer un pacto por el bienestar, por las instituciones, por la organización territorial del Estado. Mi obligación es proponer acuerdos porque yo no tengo ningún compromiso con nadie. Sánchez tiene un compromiso que cumplir con Esquerra y con Bildu. Y eso le inhabilita para hacer pactos.
«Rueda no me habló en ningún momento de adelantar las autonómicas»
Uno de los desafíos que tendrá por delante el nuevo Gobierno es acelerar el reparto de los fondos europeos.
—¿Qué va a hacer para desatascar los fondos europeos?
—Los fondos no llegan a la economía real, el del automóvil fue un fracaso, el 80 % quedó sin adjudicar. No hay ninguna comunidad autónoma que esté contenta, ni ningún sector empresarial. Tendremos que saber dónde están esos fondos y reorientarlos hacia la economía real.
—Hay un proyecto muy relevante para la economía gallega, Altri, que no tiene que acogerse a varios PERTE, ¿Le harán uno a la medida?
—Altri es un un proyecto tractor muy importante, para Galicia por supuesto, pero también para España. Es un proyecto para hacer fibras textiles, que es la materia prima del presente y del futuro de nuestra ropa. Me gustaría buscar una respuesta para Altri. Si llegamos a tiempo de reorientar los fondos, la habrá. Hay que saber cómo están recompuestos esos fondos y cuáles son los hitos a los que España se obligó con la Unión Europea. Es uno de los mejores proyectos que yo conozco.
—Alfonso Rueda dijo que va a ser muy exigente. ¿Va a favorecer usted a Galicia o no la va a tener tan en cuenta porque Galicia no va a protestar?
—Tengo que ser coherente. He sido presidente de Galicia 13 años, he defendido una serie de proyectos y también he sido exigente con el Gobierno de Rajoy. Me parece que Rueda debe serlo. La ventaja es que hay determinados proyectos que no hace falta que me los explique. Y otra ventaja es que daré una serie de instrucciones a algunos ministros. Las infraestructuras en Galicia están retrasadas: la variante de Pontevedra ya no se sabe dónde va; la autovía Lugo-Santiago tenía que estar acabada en el año 21-22, la autovía Lugo-Ourense está retrasada. Los trenes, que hoy —por ayer— publica La Voz que se entregan en noviembre, pero es que eran en noviembre del año pasado. ¿Puede haber problemas financieros? Se lo explicaré a los gallegos. Pero yo no puedo ir contra mis propias peticiones. Eran proyectos de partido y de Gobierno. Es decir, de Galicia.
—¿Habrá ministros gallegos en su Gobierno? ¿Cuántos?
—Ya sabe que la tradición es no hablar de ministros mientras no gane las elecciones y no sea investido. Jamás he dado nombres y tampoco lo voy a hacer ahora. Creo que en Galicia hay muy buena gente. Yo me he traído tres, porque no se puede deshacer un Gobierno. Me he traído al mejor portavoz de las asambleas autonómicas, que es Pedro Puy; al vicepresidente Paco Conde, que conoce muy bien el mundo de la industria y la energía. Y a Rosa Quintana, porque es la decana de la la administración pesquera española. Esos tres.
—¿Puede estar tranquilo Rueda, no va a tener que hacer más cambios?
—Yo no haría cosas contra el presidente de la Xunta.
—Si Alfonso Rueda le consulta sobre un adelanto electoral, ¿qué le diría?
—Que tome la decisión él, porque eso le corresponde a él. No a mí. A mí no me habló en ningún momento de adelantar las elecciones.
—Pero tendrá una opinión.
—A cuatro días de votar, no le he dedicado tiempo a eso.
—Defíname con pocas palabras a Sánchez.
—Una persona con una profunda ansia de poder.
—A Yolanda Díaz.
—Una persona muy hábil, lo hemos visto durante toda su biografía política.
—Y a Santiago Abascal.
—Es un político que provenía del PP vasco y que ha montado un partido político en el que hay cosas que yo no comparto.
—Usted ha dicho que si no gana se va. ¿Y si gana pero no gobierna?
—Es una buena pregunta. No tengo respuesta. Porque mi objetivo es ganar y gobernar.
«El movimiento independentista está apagándose y los catalanes quieren cambiar de conversación»
Al igual que en los mítines, Feijoo es muy duro con el papel de Esquerra y Bildu condicionando la gobernabilidad de España.
—Lo que quieren Bildu y Esquerra son cuestiones que están en contra de la mayoría de los ciudadanos. Cuando presentan en el Senado su alianza electoral, Izquierdas por la Independencia, es toda una manifestación de intenciones. Están haciendo los mítines juntos. Estos son los socios del Gobierno de España. Estos, ¿en qué defienden a Galicia? ¿Galicia se ve protegida por Otegi y por el señor Junqueras?
—¿Cómo ve la situación en Cataluña?
—El movimiento independentista está apagándose y los catalanes quieren cambiar de conversación. Quieren volver a hablar de lo que hablan el resto de españoles: llegar a fin de mes, de la ocupación de viviendas —de cada 10 viviendas que se ocupan ilegalmente cada día, casi cinco tienen lugar en Barcelona—, los catalanes quieren hablar de empleo, de la formación de sus hijos, quieren volver a recuperar las empresas que han perdido, quieren volver a tener un protagonismo cultural en España y en el mundo. Y quieren que les bajen los impuestos, son los ciudadanos que más impuestos pagan de toda España. En fin, quieren cambiar de conversación.
—Ayer mismo Bildu y ERC anunciaban que habrá un referendo de independencia a la vez en Cataluña y País Vasco.
—Todo lo que ha dicho Junqueras, Sánchez lo ha hecho. Ha dicho que había que derogar el delito de sedición, y aligerar las penas por malversación, y Sánchez lo hizo. El candidato socialista dijo que iba a tipificar el referendo ilegal y no lo hizo. ¿Qué voy a hacer yo? Hacer lo que he dicho: reponer el delito de sedición, incrementar las penas por malversación y tipificar el delito de referendo ilegal.
—¿La llegada del PP a la presidencia puede tensionar de nuevo Cataluña?
—A un presidente de un país no lo puede tensionar una parte de su nación por cumplir con su programa electoral. Si ese programa electoral ha sido bendecido, votado y aprobado en las urnas, el presidente tiene la obligación de implementarlo.
—¿Cuál será su postura con Marruecos?
—Primero enterarme de qué hemos pactado con Marruecos. Lo segundo, que Marruecos y España son dos países vecinos y amigos, condenados a entenderse. Y tercero contarle las cosas a los españoles. Es que no hay nadie en España, salvo Sánchez y el ministro de Exteriores, que sepa qué hemos pactado con Marruecos. En el debate, Sánchez dijo que nada había cambiado, que seguíamos aceptando la soberanía del pueblo saharaui.