Si la organización presenta candidato alternativo dividiría el voto demócrata
17 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.No Labels, la organización sin ánimo de lucro que se define como «bipartita», estaría estudiando la posibilidad de presentar un candidato alternativo a las elecciones del 2024. El candidato de No Labels se uniría así a Cornel West, intelectual progresista que ya ha anunciado que aspirará a presidir EE.UU. como independiente. Entre los demócratas, los candidatos alternativos despiertan preocupación por el potencial que tienen de facilitar la victoria de Donald Trump.
Esta institución, que nació como respuesta al Tea Party y con el objetivo de impulsar consensos entre ambos partidos, lleva meses trabajando para estructurar una campaña electoral que no termina de anunciar. Por ahora, el grupo habría obtenido las firmas necesarias para presentar un candidato en Alaska, Arizona, Colorado, Oregón y Utah. Según la propia organización, los esfuerzos tratan de establecer una «póliza» contra unas elecciones en las que los dos únicos candidatos sean Trump y Biden. Para No Labels, en palabras de su copresidente, Larry Hogan —otrora gobernador republicano de Maryland— «la mayoría de la gente de EE.UU. no está contenta con la dirección en la que va el país y no quiere ver ni a Joe Biden ni a Donald Trump como presidente».
Por ello, buscaría presentar un equipo formado por un demócrata y un republicano para optar a la presidencia y la vicepresidencia (de momento, indistintamente). Según Nancy Jacobson, CEO de No Labels, la fecha límite que contemplan para presentar un candidato sería marzo del 2024. La decisión, de acuerdo con Ryan Clancy, responsable de estrategia del grupo, dependerá de que los nominados de los dos grandes partidos sean «suficientemente impopulares» y de que la candidatura de No Labels tenga posibilidades reales de éxito. Se espera que la organización desvele más detalles sobre sus planes en un acto la semana que viene que presentarán el senador demócrata por Virginia Occidental, Joe Manchin, y el ex gobernador republicano de Utah, Jon Huntsman.
Los movimientos de No Labels han sido recibidos con temor por el Partido Demócrata. En el contexto actual, razones no les faltan. En el 2020, Biden llegó a la Casa Blanca tras ganar las elecciones con menos de un 5 % de ventaja sobre su rival, Donald Trump. En el 2016, Trump ganó a Hillary Clinton a pesar de obtener un porcentaje menor del voto emitido (48 % de la candidata demócrata frente al 45,9 % de Trump). La tendencia, sin embargo, viene de más atrás: en cinco de las últimas seis presidenciales, el margen del ganador estaba por debajo del 5 %.
Inclinar la balanza
Desde mayo, todas las encuestas que incluyen una candidatura alternativa apuntan a que su efecto podría ser el de inclinar la balanza del lado de Donald Trump a través de la transferencia de voto demócrata. Eso sí, en todos los casos las diferencias son tan pequeñas que entran dentro de lo que se podría considerar el margen de error de los sondeos.
En el pasado, No Labels ha estado implicada en la fundación del caucus bipartito «Problem Solvers», dentro de la Cámara de Representantes, enfocado en impulsar consensos entre representantes de ambos partidos. Hasta ahora, una de las críticas más frecuentes contra la organización subraya la opacidad de sus finanzas. En Arizona, uno de los estados donde el grupo está preparado para presentar candidatura, el Partido Demócrata ya ha presentado una moción para tratar de obligarle a revelar el origen de sus fondos o forzar su pérdida de estatus de partido político.