Los independentistas elevan el tono para obtener la llave de Moncloa

L. G. V.

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Glòria Sánchez | EUROPAPRESS

Puigdemont reaparece, Junqueras carga contra aquellos que «obedecen a los intereses de España» y Otegi planea la república del País Vasco

17 jul 2023 . Actualizado a las 14:00 h.

Carles Puigdemont ha vuelto. Reaparece en la recta final de la campaña, a la conquista de un sorpasso de JxCat a ERC que no sería tan sorprendente, pues encuestas como Sondaxe les dan, a día de hoy, ocho y nueve asientos a cada partido en el Congreso.

El ex presidente de la Generalitat entró por videollamada en el mitin central de JxCat en Amer (Girona), la localidad que lo vio nacer. Centró su discurso en pedir el voto para una formación que, asegura, «necesita muchos brazos, y no ir con los brazos caídos y las manos en los bolsillos. Así se defienden los países», y continuó: «Nosotros no abandonamos las trincheras. En vez de buscar este aplauso fácil y hacernos perdonar porque puede que nos hayamos excedido, les damos dos tazas». Fuego dirigido contra ERC, el otrora aliado del que dijo que tenía una manera «poco útil de defender los intereses de los catalanes».

Recogía el guante Oriol Junqueras en Tarragona. El presidente de ERC defendió ayer en un mitin en l’Ametlla de Mar que la receta de su formación, «sirvió cuando se luchó contra partidos de obediencia española y de obediencia catalana que, de hecho, obedecían a los intereses del Estado y del Gobierno español de la época». Así, ha deseado que «ojalá fueran muchos más» los que opinan lo mismo y les acompañaran a la hora de defender Cataluña en vez pelearse entre ellos, dijo. Además, en ese mismo acto, en el que acompañó a la número dos de ERC, Norma Pujol, apuntó que la comunidad catalana debe tener «una economía, lengua y cultura fuertes, y justicia social para alcanzar la independencia». «Si queremos ser un Estado, hemos de ser tan nación como sea posible».

Líneas rojas tras el 23J

Ambos partidos han aprovechado estos últimos días sus altavoces para indicar las líneas rojas que marcarán después de la jornada electoral. El prófugo Puigdemont, al que la justicia europea retiró la pasada semana su inmunidad parlamentaria, fue claro respecto al apoyo de JxCat a Sánchez: «No será presidente con nuestros votos». Y añadió: «La diferencia entre PP y PSOE es que los socialistas operan con anestesia, y el PP sin, pero ambos amputan». Elevó el tono considerablemente Miriam Nogueras, cabeza de lista de JxCat por Barcelona, que pidió el voto para «doblegar a la España fascista». Respecto al partido republicano, Junqueras mantiene que su respaldo a los socialistas «dependerá de las circunstancias».

En el País Vasco, la figura más visible de la principal fuerza independentista también se dio un baño de masas. Arnaldo Otegi, coordinador general de Bildu, cargó contra PP y Vox, y añadió en su mitin en Lequeito (Vizcaya) que su partido mandará «de forma provisional embajadores a Madrid», en alusión a los diputados que salgan de las urnas el próximo 23 de julio, con el objetivo de construir en su comunidad «una república vasca».