Montevideo y su área metropolitana, al límite: solo tienen agua potable para los próximos siete días

Héctor Estepa
héctor estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

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La capital uruguaya y su entorno afrontan la peor sequía en los últimos setenta años

09 jul 2023 . Actualizado a las 09:55 h.

Situación crítica en Uruguay. La capital, Montevideo, y su área metropolitana se quedarán sin agua potable en apenas siete días debido a la peor sequía en setenta años y la falta de inversión histórica en la red hídrica. El líquido vital brota salado de los grifos desde hace varias jornadas debido a la decisión de las autoridades de mezclar el agua de los embalses con la del río de La Plata, que contiene un nivel mucho más elevado de sodio y cloruro. «El agua no es potable en su definición perfecta de potabilidad», advirtió ya hace semanas el ministro de Medio Ambiente, Robert Bouvier.

La situación ha empeorado desde entonces. El aspecto de los embalses es muy preocupante. Canelón Grande, con capacidad de diez millones de metros cúbicos, está seco. Su superficie ya es barro y no hay forma de aprovecharlo. La capital depende ahora de la represa de Paso Severino, donde apenas quedan 1,2 millones de metros cúbicos para una población que necesita 80.000 al día, con expertos en el sistema asegurando podría agotarse incluso antes de una semana porque parte del orificio por donde sale el líquido está ya sobre el nivel del agua, y va a comenzar a entrar aire en el sistema.

«Si no llueve, va a haber un lapso en el que el agua no va a ser bebible», ha admitido esta semana el presidente, Luis Lacalle Pou. Su gobierno prepara una medida paliativa, en forma de represa provisoria, para aumentar la calidad del agua, pero no estará lista hasta dentro de dos semanas.

Lacalle declaró la emergencia hídrica el pasado 19 de junio ante la crítica situación. Retiró varios impuestos al agua embotellada, a la que ya recurre el 95 % de la población para beber, debido a la salinidad del líquido que sale del grifo. Garantizó también el acceso gratuito a ese producto para un tercio de la población, y las autoridades, además, están organizando ollas populares y merenderos para aliviar la situación de carestía de los más necesitados.

Los ciudadanos, en las encuestas, culpan a la actual Administración y a la anterior. Esta semana, el expresidente José Mujica, del Frente Amplio, partido que gobernó durante 15 años consecutivos Uruguay, hasta el 2020, hizo autocrítica. «Tendríamos que haber empezado antes», señaló, refiriéndose a las mejoras que necesita el sistema de abastecimiento de agua. «Se me van a enojar, pero nos dormimos todos», añadió.

«Es una sequía inusual. Esta vez ha durado más de tres años, consecuencia del fenómeno La Niña, que en nuestra región genera un déficit de lluvia. Esta situación se incrementó en el último año, porque tuvimos uno de los veranos más calurosos de nuestra historia, con temperaturas muy elevadas y con un consumo de agua por la población que superó los niveles esperados», dijo al diario El Comercio el meteorólogo Nubel Cisneros.

Solo fuertes lluvias podrían ahora paliar la situación, pero los expertos no las esperan hasta septiembre, con la llegada de la primavera. Antes, lloverá en ocasiones, pero no con la capacidad necesaria, creen los científicos, para revertir el panorama en los embalses.