La inflación se sitúa por debajo del 2 % por primera vez en más de dos años
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España se convierte en la primera gran economía de la zona euro en lograr el objetivo de precios marcado por el BCE
29 jun 2023 . Actualizado a las 20:07 h.Poco a poco —con algún que otro sobresalto algunos meses— la inflación se ha ido moderando. Tanto es así que en junio se ha situado en niveles que no se veían desde hace más de 27 meses. Según el dato adelantado que desveló este el Instituto Nacional de Estadística (INE), el índice de precios de consumo (IPC) interanual —el que mide cuánto se han encarecido los productos de la cesta básica en un determinado mes en comparación con el mismo período de un año antes— bajó en junio hasta el 1,9 %. La cifra supone una reducción de casi un punto y medio con respecto a la tasa que dejó mayo, cuando el IPC interanual se situó en el 3,2 % y viene a confirmar que los precios están dejando atrás la escalada de los últimos años.
La inflación empezó a convertirse en uno de los mayores quebraderos de cabeza de los españoles en el arranque del 2021. Hasta abril de aquel año, se movía en el entorno del 2 %, con meses en los que incluso se situó en el 0 % (concretamente en febrero del 2021). Con una sociedad todavía funcionando a medio gas por la pandemia, la debilidad de la demanda mantenía a los precios en calma. Una calma que acabó precediendo a la tempestad. En abril del 2021 arrancó una ascensión que alcanzó su máximo en el verano del 2022, cuando la inflación alcanzó los dos dígitos. A partir de ahí, la tormenta empezó a amainar. Poco a poco.
Efecto escalón
Aunque, bien es cierto que no es oro todo lo que reluce. Porque el dato que vio la luz este jueves viene explicado en gran parte por el conocido como efecto escalón. Para entenderlo hay que retrotraerse hasta hace justo un año. El arranque de la época estival del 2022 marcaba el pistoletazo de salida de las peores semanas de la crisis de precios, con un mes de junio en el que el IPC general se situaba en el 10,2 %. Y no sería ese su peor registro, porque en julio crecería hasta alcanzar el 10,8 %. La comparación entre los precios de ahora y los valores de entonces es lo que produce ese efecto estadístico que deja la inflación en esos niveles tan bajos.
Con todo, hay motivos para el optimismo. Y es que, España puede presumir de ser la primera gran economía de la eurozona en reducir la inflación por debajo del 2 %, la tasa que el Banco Central Europeo (BCE) establece como un objetivo de precios razonable. De hecho, los esfuerzos que ha emprendido el organismo presidido por Christine Lagarde apuntan en esa dirección y sus incesantes subidas de tipos de interés tienen como objetivo conseguir acercar los precios a ese listón lo antes posible en todo el territorio de la zona euro.
Energía y alimentos
A pesar de que el dato desvelado este jueves es solo un avance —que tendrá que confirmarse a mediados del mes que viene —y que no recoge la letra pequeña correspondiente a todos los productos y partidas que conforman la cesta de la compra, desde el INE explicaron que detrás de esta evolución hay dos protagonistas principales: la energía y la comida. Así, la subida de los precios de los carburantes, de la electricidad y de los alimentos y bebidas no alcohólicas ha sido sustancialmente menor a la que experimentaron hace justo un año.
Todo esto no quiere decir que los precios de estas partidas —así como el índice general— hayan bajado en estos doce meses. La vida sigue siendo más cara a medida que va discurriendo el calendario, pero el ritmo al que se encarece es mucho menos vertiginoso que al que lo estaba haciendo hasta ahora.
El Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, dirigido por Nadia Calviño, celebró este jueves los resultados: «Los datos de la inflación de junio confirman la moderación de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, los carburantes y la electricidad. Se confirma la eficacia de las principales medidas de reducción de impuestos y bonificaciones».
«Fluctuaciones puntuales»
Reconocen, no obstante, que puede haber «fluctuaciones puntuales» en los próximos meses, de tal forma que el índice de precios de consumo suba unas décimas en períodos determinados. Pero Calviño confía en que durante la segunda parte del año, los precios continúen enfilados hacia la moderación.
La subyacente se sitúa en el 5,9 % y abre la puerta a la eliminación de la rebaja del IVA
Una de las tasas más analizadas estos últimos meses es el IPC subyacente, que no incluye en el análisis ni los precios referentes a la energía ni los de los alimentos, al considerar ambas partidas como las más volátiles de la cesta de la compra. El aumento de la inflación subyacente es un indicio de que la escalada de los precios se ha convertido en un mal endémico que ya afecta a la mayor parte de los productos que componen la cesta de la compra. Y lo que es peor, que el encarecimiento se ha convertido en una cuestión persistente que dificulta la vuelta a una moderación generalizada.
Esta cifra también llegó ayer con un halo esperanzador al bajar, por primera vez desde hace un año, del 6 %. Así, el indicador cierra el mes de junio en el 5,9 %, dos décimas menos que en el mes anterior.
Y esta tasa puede ser determinante porque será la referencia para que la rebaja del IVA de los alimentos básicos que acaba de prorrogar el Gobierno hasta el 31 de diciembre se mantenga hasta entonces o no. El propio Ejecutivo de Sánchez concretó esta misma semana que, si esta tasa subyacente baja del 5,5 % en el mes de septiembre —un dato que se conocerá ya en octubre—, la reducción del impuesto dejará de aplicarse a partir del 1 de noviembre.
Más gasto en comida
Precisamente ayer se presentó el informe de consumo de alimentación del Ministerio de Agricultura, en el que se revela que durante el 2022 los españoles gastaron más en comida, pero compraron menos. Una prueba más de los efectos de la inflación. Así, el gasto se elevó un 2,7 % hasta rozar los 108.000 millones de euros, mientras que el volumen de alimentos que adquirieron cayó un 7 %, hasta alcanzar los 31.000 millones de kilos.
El IPC se acelera en Alemania hasta alcanzar el 6,4 % en junio
La lucha contra la inflación se está convirtiendo en un verdadero quebradero de cabeza para la locomotora europea. La oficina de estadística de Alemania, Destatis, confirmó ayer el peor de los augurios: la inflación en el país germano ha vuelto a escalar en el mes de junio hasta situarse en el 6,4 % interanual. Supone un incremento de tres décimas con respecto a la cifra registrada el mes anterior,.
Con todo, desde la oficina estadística teutona quisieron lanzar un mensaje de calma a los ciudadanos recordándoles que los datos son preliminares y que, por tanto, habrá que esperar hasta dentro de 15 días para confirmar la lectura final. Pero este nuevo sobresalto no ha pillado a nadie por sorpresa, porque los analistas del país ya venían advirtiendo que el mes de junio traería consigo una nueva subida en las tasas que miden el encarecimiento de la vida en Alemania.
En este país, los principales culpables de esta incesante escalada del IPC son los alimentos y la energía.
Llenar la despensa es para los teutones un 13,7 % más costoso que hace un año. Y eso que, en este caso, los números parecen dar algo de tregua en el sexto mes del año. Porque en mayo del 2023, comparado con el mismo período del 2022, los alimentos registraron un encarecimiento del 14,9 %.
No es la única partida que está exigiendo un sobreesfuerzo económico por parte de las familias. La energía también está haciendo de las suyas en los presupuestos de los hogares. Su precio ha subido un 3 % con respecto a junio del año pasado. También son más caras las partidas agrupadas bajo la categoría de servicios, que han registrado en junio un incremento de precio del 5,3 %, ocho décimas más que la subida interanual correspondiente al mes de mayo.
Aumenta la subyacente
Tampoco la subyacente da tregua en Alemania. Lejos de dar signos de debilitamiento, esta tasa ha vuelto a crecer en junio, situándose en el 5,8 %, frente al 5,4 % al que cerró el mes de mayo.