Arrancan unas rebajas lastradas por la inflación y con descuentos poco agresivos

Las rebajas de verano llegan este año algo descafeinadas. A pesar de que el goteo de saldos ha sido constante en las últimas semanas —con marcas que han aplicado distintas estrategias como ventas privadas o recortes de precios en unas pocas prendas escogidas— la genuina temporada de saldos tiene este jueves su pistoletazo de salida. Empresas como Inditex han escogido este jueves para colgar en sus escaparates el característico cartel rojo que marca el arranque de las rebajas. Aunque los más tecnológicos pudieron empezar a llenar sus cestas ayer. Eso sí, de manera digital. Las marcas del gigante gallego permitían adelantarse unas pocas horas a la fecha oficial y ofrecían ya precios reducidos en las páginas web y aplicaciones del grupo.

Sin embargo, los saldos de este año llegan profundamente marcados por el fantasma de la inflación, que afectará tanto a consumidores como a comerciantes.

Reducciones discretas

Así, las etiquetas que colgarán de las prendas llegarán con reducciones de precio mucho más discretas que en años anteriores. Y es que el vertiginoso incremento que ha experimentado el IPC también se ha cebado con los bolsillos de los empresarios del textil, que desde hace meses pelean contra el incremento de los costes de las materias primas. Tal y como explican desde la patronal Acotex, lo que cuesta producir cada prenda o artículo en el 2023 se ha disparado de manera importante a causa del incremento de los precios de la energía, del transporte, de las materias primas y de los salarios de los trabajadores.

Con estos mimbres, el presidente de Acotex, Eduardo Zamácola, asegura que el consumidor se topará estas semanas con descuentos «poco agresivos». Las crecientes facturas a las que han tenido que hacer frente las empresas del sector harán «muy complicado» que las firmas puedan ofrecer a sus clientes grandes gangas.

Esto se traducirá en una campaña mucho menos abultada en cuanto a ventas. Y no es el único factor que reprimirá el consumo. El presidente de Acotex introduce una nueva variable a la tormenta perfecta que se cierne sobre el sector: las elecciones. Zamácola asegura que la experiencia de anteriores citas electorales demuestra que ante la incertidumbre que traen aparejada este tipo de citas, el consumo se ralentiza mucho y las ventas en el textil sufren un importante frenazo.

Un gasto difícil de afrontar

Tampoco ayuda a mejorar las previsiones la situación que enfrentan muchas familias del país. El encarecimiento de los productos básicos de la cesta de la compra y la subida de los tipos de interés (y su consecuente traslado a las hipotecas) está «lastrando de forma preocupante la solvencia familiar», tal y como advierten desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que calculan que la inflación se ha trasladado al 42 % de los hogares, conllevando que la compra de ropa sea un gasto difícil de afrontar para ellos.

A pesar de que pintan bastos para muchos hogares españoles, desde esta asociación prevén que se registre un pequeño impulso de las ventas durante el período de rebajas. ¿La razón? Un importante porcentaje de la población aprovechará estas fechas para afrontar la compra de vestido y calzado que tuvieran pendiente del resto del año y para pertrecharse de cara al invierno que se avecina.

Bajan los precios, pero nunca los derechos del consumidor

Las rebajas de este año llegan en un momento económico realmente complicado para muchas familias. Es más, una reciente encuesta de la OCU apunta a que la compra de ropa y accesorios es difícil o muy difícil para cuatro de cada diez ciudadanos y a que más de un 80 % de los españoles admiten que están gastando menos dinero en estas partidas, que consideran más superfluas.

Sin embargo, hay quien aprovechará las oportunidades que ofrecen algunas firmas estas semanas para llenar el armario y equipar a toda la familia con aquellas prendas que se hacen necesarias de cara al otoño. Eso sí, desde la OCU recuerdan una vez más que las rebajas nunca deben ser una excusa de las marcas para reducir los derechos del consumidor. Y, por ello, han elaborado una guía para sacar todo el partido a las ofertas evitando posibles problemas.

La oferta habitual

Sin catálogos especiales. Los expertos recuerdan que las normas establecen que los productos que se comercializan durante el período de saldos deben haber formado parte de la oferta habitual del establecimiento durante, al menos, un mes. Los comercios no pueden hacer prendas específicas (con menor calidad) para venderlas durante las rebajas. 

El precio original

¿Qué descuento tiene? Los artículos deben mostrar el precio original junto al rebajado; o, al menos, indicar de forma clara el porcentaje de rebaja que se está aplicando.

garantía

La misma que el resto del año. Tanto la garantía, como el servicio posventa son exactamente iguales durante estos meses a los que se ofrecen el resto del año, independientemente de que se compre el producto con un descuento o no. Además, en caso de que se establezcan condiciones especiales para el período de rebajas (por ejemplo, que se impongan limitaciones en el medio de pago o en las devoluciones), los establecimientos están obligados a indicarlo expresamente.

el tique

La importancia de conservarlo. Desde la OCU recuerdan que es importante conservar los tiques de compra, que son indispensables para posibles reclamaciones, cambios o devoluciones.

Devolver el dinero

No es obligatorio. Hay que tener en cuenta que las tiendas no están obligadas a cambiar los productos, siempre y cuando estos estén en perfecto estado en el momento de la compra. Tampoco tienen por qué devolver el dinero, pueden ofrecer un canje por otro artículo o un vale.

Compras «online»

Más protegidos. La OCU recuerda que, en el caso de las compras online, el consumidor está especialmente protegido: «Tienes 14 días naturales para devolver tu compra si no te convence».

Consumo excesivo

La trampa. Por último, los expertos recomiendan evitar caer en el consumo excesivo y en las compras por impulso.

---

---

---