Eva Soriano: «En esta sociedad hay que decirse cosas bonitas, ser falsos, adularse»

Beatriz Pallas REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

Eva Soriano
Eva Soriano Comedy Central

La cómica ejerce como jueza de los dúos contrincantes en la cuarta temporada de «Roast Battle», en Comedy Central

10 jun 2023 . Actualizado a las 13:24 h.

De ser protagonista de algunas batallas verbales de la versión española de Roast Battle en Comedy Central, Eva Soriano (Reus, 1990) ha pasado a ser jueza de los dúos contendientes de la cuarta edición junto a Dani Mateo y JJ Vaquero. La temporada arrancó con los enfrentamientos de los chefs Pepe Rodríguez contra Jordi Cruz y de Valeria Ros contra María Gómez. Para este domingo (22.30 horas) ofrece una inesperada batalla entre Esperanza Aguirre y Pilar Rahola.

—¿«Roast Battle» consiste en ponerse verde pero a la cara?

—Es algo más. Es también exponer los más bajos fondos de tu contrincante, pero haciéndolo con chistes y con un poquito de humor, que eso, quieras que no, siempre alivia la tensión.

—Algunos protagonistas de las batallas no son cómicos. ¿Hay que ser un profesional del humor para colocar bien los chistes?

—En la programación del Roast hay muchos cómicos y cómicas maravillosas. Pero sí es verdad que hay personas que no lo son y es un reto ver cómo han conseguido encajar chistes dentro de lo que es ponerse verde el uno al otro. Nos va a sorprender, porque yo, que siempre he estado en el otro lado siendo roaster, me vi siendo jueza y me pregunté cómo estas personas tienen esa capacidad para despellejarse de forma tan graciosa. Los cómicos y las cómicas nos van a encantar y los que no lo son nos van a sorprender.

—¿Qué batalla le sorprendió más?

—Tengo muchas en mi top. Pero en el top-3 seguramente están la de este domingo de Pilar Rahola y Esperanza Aguirre; y la de Bianca Kovacs y Charlie Pee, que puede ser la mejor bajo mi criterio porque se pegaron una cantidad de puñaladas que no sé si siguen vivas aún.

—Y después de esas puñaladas, ¿cómo queda el ambiente?

—Es que cuando te pones verde con alguien, dime tú si eso no te une más a esa persona. Creo que al final cuando alguien te expone de forma pública y te critica y tú tienes la capacidad de devolvérsela y replicarle, eso hace que se genere un lazo entre esas personas, aunque parezca increíble. Al final el decirte las verdades a la cara delante de otra persona te une más que te aleja.

—Ver a Aguirre y Rahola sobre un escenario haciendo humor es una batalla inesperada.

—La verdad es que fue inesperada, sorprendente y muy gratificante, porque podía parecer que iba a ser un poco soft, porque son dos personas con un discurso muy diferente. Pensábamos que iba a haber menos chistes, pero las dos se pegan una caña impresionante.

Esperanza Aguirre y Pilar Rahola, en su batalla de «Roast Battle»
Esperanza Aguirre y Pilar Rahola, en su batalla de «Roast Battle» Comedy Central

—Como jueza, ¿qué criterio aplica para valorar a los demás?

—Mi criterio se basaba en analizar los chistes, ver quién pegaba más y con más acierto. Me basaba en un criterio cómico, en si alguien metía tres chistes buenísimos. Lo analizaba desde un punto de vista un poco más técnico, aunque al final llegué a un punto en el que decía: «Me ha gustado más este y ya está». Me dejaba llevar ya por el corazón, porque en algunos combates más que chistes había una esencia.

—¿Cree que el mundo podría ser mejor si fuésemos como en «Roast Battle», sin filtros y diciendo las cosas a la cara?

—No, sería un mundo terrible. El mundo tiene que seguir con esta hipocresía, tenemos que seguir con esta máscara que nos ayuda a tener un día a día más llevadero. Imaginarse que te digan las verdades a la cara todos los días es agotador. Este formato es liberador hacerlo una vez al mes o una vez cada tres meses, como terapia de choque. Pero no podríamos andar diciendo las verdades a la cara porque mucha gente perdería su trabajo todos los días y es agotador a nivel anímico. Imagínate que cada día te ponen verde, no hay alma que lo aguante. En esta sociedad lo que hay que hacer es decirnos las cosas bonitas, ser superfalsos, adularnos, y luego, cada tres meses, que te pongan en tu sitio para que te pegue una hostia de realidad. Pero decirnos las cosas a la cara no. ¿Qué somos? ¿Animales? Creo que hay que predicar el ser un poco falsos en la vida. No es malo, es ser adaptativo.

—¿Cree que lo políticamente correcto le impone demasiados filtros al humor?

—El humor no debería tener ningún tipo de filtro. El filtro lo tiene que poner la persona que lo consume. Si yo hago equis humor y para ti es demasiado, tal vez sea porque no eres público para consumir ese tipo de humor. Ahora mismo hay tanta oferta que el hecho de tener que decir a algún humorista que no debería trabajar como cómico porque no me hace gracia... Igual es algo muy subjetivo ese humor y no te hace gracia a ti en particular como individuo, pero sí deberíamos dejar que todo el mundo se pueda expresar, porque al final el humor es un arte y una forma de expresión. Creo que si viéramos la vida con un poco más de humor en lugar de cortarlo nos iría muchísimo mejor.

—Usted es el objetivo de alguna puñalada en el programa por el hecho de haber sido la presentadora mejor pagada de TVE. ¿Lo encaja bien?

—Lo encajo perfectamente, porque cuando estás como juez en un programa así tienes que aceptar que estás expuesta. Yo tengo la capacidad de juzgarlos a ellos después de las batallas y entiendo que ellos también se encorajen y me suelten algún chiste. Es verdad que yo tengo la última palabra, porque estoy capacitada para decirles: «Pues ahora a tomar por culo, no ganas». Pero es verdad que en el momento en el que he sido expuesta de forma pública es normal que se me haga el chiste alrededor de que fui la mejor pagada de Televisión Española. Que ya no lo soy, por cierto, me han sacado del ránking. O sea que ahora soy Cersei Lannister, se me ha caído el castillo encima y ya no soy nada. Pero sí entiendo que se me meta un poquito de caña.

—Triunfando en programas como «Roast Battle» y «Showriano», entre otros, ¿vive un momento especialmente bueno?

—Los grandes momentos no sé detectarlos o pienso que siempre puede haber más. Soy muy inconformista. Ahora mismo estoy en un momento en que me lo estoy pasando muy bien, estoy trabajando mucho. Me gustaría que se prolongase en el tiempo y seguir teniendo un volumen de trabajos que me gusten tanto como los que tengo ahora. Pero un buen momento, no sé... Siempre pienso que todo puede ser mejor. Soy una persona asquerosa, inconformista a más no poder. Me gustaría decirte que es un momento increíble, que sé que lo es, pero yo siempre creo que puede ir a más.

—¿Qué es más importante en esta época de redes sociales, ser graciosa y hacer reír o ser viral?

—Para mí lo más importante es hacer bien mi trabajo. Soy cómica y mi principal cometido es hacer reír. Si dentro de hacer bien mi trabajo, que es, según lo que yo considero, hacer reír e intentar hacer chistes que lleguen a mi audiencia, resulta que alguno se viraliza, eso es un además. Pero no es mi objetivo. Viralizar no debe de ser el objetivo principal de un cómico, porque al final te obsesionas con generar un resultado en lugar de enfocarte en el contenido, que es lo que hace que conectes con la audiencia y que, a su vez, un contenido se vuelva viral.