«Ha sido una decisión muy meditada», dice la histórica conservera, que considera urgente ofrecer productos más solidarios a las familias
15 may 2023 . Actualizado a las 17:27 h.La cesta de la compra es víctima de una situación insólita y algunas compañías del sector alimentario ya han empezado a tomar medidas para capear la inflación. Un ejemplo es la viguesa Albo, pionera en el empleo del aceite de oliva como método de conservación a mediados del siglo XX y que ahora se estrena con el de girasol para aumentar su gama y que salga rentable la producción y venta a familias. Es la primera vez en la historia de la conservera que enlata con este producto para el mercado minorista.
Albo considera urgente ampliar su gama de productos actual y ofrecer «productos más solidarios con las familias que se enfrentan a la inflación». La conservera, propiedad de la compañía china Shanghai Keichuang, acaba de lanzar un nuevo pack de tres latas de atún conservado con oro líquido de girasol. Apuntan que el espacio que han ganado en la planta de Salvaterra ha permitido incluir esta nueva línea productiva. Ocupa 63.000 metros cuadrados y en ella trabajan unas 130 personas.
El sector conservero emplea 98.000 toneladas anuales de aceite, según datos de la patronal, Anfaco-Cecopesca, que ha alertado sobre las dificultades que han tenido que sortear sus empresas desde el estallido de la guerra de Ucrania, principal productor de la versión de girasol. El 56 % de la industria emplea esta alternativa, frente al 44 % que empapa sus latas con oliva, como tradicionalmente ha hecho Albo. Este último producto es precisamente uno de los más afectados de toda la lista de la compra. Este ejercicio ha presentado una escalada del 53 % con respecto a la campaña del año pasado, según el IPC. El litro se vende por entre 4 y 5 euros en los lineales del sur de Galicia, dependiendo de la variedad virgen o virgen extra.
Crecimiento
La conservera extiende su oferta de productos mientras enfila los 100 millones de facturación. Este es el objetivo que se marcó la gigante de la alimentación china Shanghai Keichuang cuando adquirió la compañía en el 2016 y que el año pasado estuvo a punto de alcanzar, con 96,5 millones de euros de caja. Fue el ejercicio récord en los 106 años de historia de Albo. Todo parece indicar que este año superarán el listón.
La propietaria asiática estrenó el pasado 19 de abril su planta en Salvaterra, en la plataforma logística Plisan, otro hito de la compañía. En este nuevo estadio pretende envasar cien millones de latas al año. El atún, en sus diferentes versiones, es el producto estrella. Ayuda ahora la especialización de su matriz en la captura de esta especie.