A Coruña, el comienzo del amor entre Ana Belén y Víctor Manuel: «Nos presentaron en el hotel Atlántico, pero no me hizo mucho caso»

La Voz

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Ana Belén, en el programa «La matemática del espejo».
Ana Belén, en el programa «La matemática del espejo».

La actriz y cantante ha recordado el día que conoció a su marido en la ciudad herculina

11 may 2023 . Actualizado a las 19:29 h.

Ana Belén y Víctor Manuel es una de las parejas más queridas y estables del panorama artístico español. Dos hijos y 50 años de amor avalan esta relación que tuvo su origen en A Coruña. La cantante recordó el episodio en el último programa de La matemática del espejo, de RTVE. «Nos presentaron en la recepción del hotel Atlántico de A Coruña», dijo la artista.

El ahora matrimonio se conoció en el año 1971. Víctor Manuel estaba de gira con Julio Iglesias en el Pabellón de los Deportes de la ciudad. Mientras, Ana Belén representaba en el Teatro Rosalía la obra Sabor a miel. La actriz confiesa que desde el primer momento sintió interés por Víctor, pero que no fue tan correspondido: «No me hacía mucho caso», dijo en la entrevista. Sin embargo, Víctor escribió en sus memorias que tras sus actuaciones fueron al Playa Club: «Nos llevó el empresario Nonito Pereira, gerente del local. Fuimos todos los músicos y actores. Recuerdo que tenían un pingüino allí».

Víctor Manuel, con el hotel Atlántico de fondo.
Víctor Manuel, con el hotel Atlántico de fondo.

Ahí empezó un amor que dura hasta el presente y Ana Belén tiene claro que fue ella la que tomó la iniciativa. «A este lo elegí yo, clarísimamente. Puse yo el ojo, me declaré», cuenta en La matemática del espejo

En el programa también da detalles sobre el secreto de la longevidad de la pareja, que tiene que ver con que los dos forman parte del mismo trabajo. «En esta profesión tienes unas peculiaridades, te tienes que besar con otros tíos, bueno..., si no eres de la profesión es difícil de entender». La actriz también resalta que los dos fueron aprendiendo el uno del otro y nunca fueron posesivos. «Víctor ha sido muy generoso y hemos mantenido una cierta individualidad. Hemos mantenido un espacio que es sagrado, la sensación de libertad es muy importante», confiesa.