El gasto en defensa de los países miembros llega a niveles de la Guerra Fría
25 abr 2023 . Actualizado a las 08:18 h.Los veintisiete miembros de la Unión Europea no han logrado aún un acuerdo sobre el envío de municiones a Ucrania. Pese a haber aprobado en marzo una partida de 1.000 millones de euros procedentes del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz (FEAP), las desavenencias sobre la procedencia de los obuses del calibre 155 y otros misiles que la UE quiere dar a Kiev han paralizado el envío de proyectiles, tan esencial para Ucrania, que se queda sin existencias para la defensa antiaérea del país y que necesita de más recursos para lanzar una contraofensiva.
En la reunión de titulares de Exteriores que tuvo lugar este lunes en Luxemburgo, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, aseguró que «esta semana» habrá un acuerdo sobre el suministro de misiles al país invadido por Vladimir Putin. «Sigue habiendo cierto desacuerdo, pero estoy seguro de que todo el mundo comprenderá que nos encontramos en una situación de extrema urgencia», señaló, a la par que quiso apaciguar al ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, que catalogó de «frustrante» la «incapacidad» europea para enviar dicha ayuda militar.
Una parte de los titulares de Defensa europeos, generalmente del norte y el este, coinciden en que la clave para que las municiones lleguen a Ucrania debe ser la rapidez. En concreto, Gabrielius Landsbergis, ministro de Defensa de Lituania, señaló: «Si vamos tarde, los ucranianos no podrán presionar tan exitosamente como podrían». Su homólogo finlandés, Pekka Haavisto, apuntó, por su parte: «Tenemos que acelerar las compras conjuntas de munición y tener en cuenta las necesidades que tenga Ucrania».
Francia echa el freno
El envío de municiones pasa por un acuerdo prácticamente unánime entre los socios europeos, pero la nota discordante la pone Francia. Mientras otros países están dispuestos a ceder las reservas nacionales de municiones de las que disponen, los galos quieren ratificar un texto jurídico que obligue a que los 1.000 millones de fondos europeos se destinen a financiar munición producida en la UE y en Noruega, aunque Borrell afirma que 600 de esos millones «ya se han movilizado».
El objeto de la propuesta francesa pasa por reforzar la industria armamentística europea a la par que se destinan los fondos a la economía comunitaria, ya que ciertas cantidades de proyectiles existentes en las reservas nacionales de los Veintisiete son compradas a terceros países. El Ejecutivo de Emmanuel Macron considera que la UE ya ha sufrido suficiente impacto económico por la guerra de Ucrania y retener las transacciones comerciales dentro de las fronteras comunitarias paliaría el efecto de la crisis.
Se bloquearía así la intervención en la cadena de suministros made in Europe de países socios en el comercio de armamento como Estados Unidos, el Reino Unido o Israel, que además nunca ha dado el paso de condenar la invasión rusa de Ucrania.
Un gasto de Guerra Fría
Con los Veintisiete debatiendo sobre cómo de europeas tienen que ser las armas, el Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI) publicó este lunes un informe en el que se indica que las cifras de gasto militar en el mundo han alcanzado los niveles de los últimos años de la Guerra Fría, con una cantidad de 2,24 billones de dólares a nivel mundial. Estados Unidos se sitúa a la cabeza con 877.000 millones de dólares, un 39 % del gasto militar mundial. Le siguen Rusia y China, que junto a la potencia occidental suman el 56 % del gasto mundial. Continúan la lista Finlandia (que lo incrementó un 36 %), Lituania (27 %), Suecia (12 %) y Polonia (11 %). Entre todos los países europeos suman 345.000 millones de dólares de inversión en Defensa en el 2022. España ocupa la decimosexta posición con 20.300 millones de dólares.