Sánchez carga en Oporto contra el «negacionismo criminal» de la derecha

Brais Suárez
Brais Suárez OPORTO / E. LA VOZ

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Sánchez aplaude a Costa, en  los actos en el palacio de Cristal de Oporto por el 50 aniversario del Partido Socialista portugués.
Sánchez aplaude a Costa, en  los actos en el palacio de Cristal de Oporto por el 50 aniversario del Partido Socialista portugués. JOSE COELHO | EFE

El presidente arropa a António Costa en el 50 aniversario del Partido Socialista de Portugal

24 abr 2023 . Actualizado a las 07:27 h.

Mientras en el palacio de Cristal de Oporto dos disyoqueis calentaban el ambiente con Get up, stand up for your rights (Levántate por tus derechos), de Bob Marley, varios millares de personas esperaban al primer ministro portugués, António Costa, en su recorrido por las calles de la ciudad con flores y silbatos. A medida que la comitiva socialista se acercaba a un auditorio ya rebosante, que entonaba Parabéns pra você, en la calle la canción era muy distinta: «Dimisión, dimisión» y «Costa, escucha, la escuela está en lucha». Así gritaba un colectivo ecléctico y sin representación sindical, criticando al Gobierno desde la izquierda y desde la derecha.

En forma de elogios o de críticas, era el día para recordar a los socialistas portugueses de dónde vienen y adónde van. La cita, que embadurnó de rojo y verde el auditorio, completaba los actos del aniversario del Partido Socialista (PS) portugués, que habían comenzado el día 19, en Lisboa, con la presencia de Felipe González y Olaf Scholz. Cincuenta años desde que el partido naciese en la localidad alemana de Bad Münstereifel, como preámbulo del inminente final de la dictadura de Salazar, y sin ni siquiera sospechar la relevancia que tomaría en estas cinco décadas, hasta el punto de acumular en el Gobierno la mitad de los años de democracia.

Desde el primer momento resonaron los mantras internos del PS: su carácter antifascista y el apoyo a la población durante crisis producidas por la troika europea, la pandemia y la guerra. Ideas en las que insistió el presidente socialista europeo, Stefan Löfven, con la mirada puesta en las elecciones a la Eurocámara.

En esa línea se expresó Pedro Sánchez, que llegó en calidad de presidente de la Internacional Socialista y secretario general del PSOE. Dirigiéndose al público en portugués y con un largo discurso en inglés, elogió el papel del socialismo luso a nivel europeo, con constantes alusiones al «logro para el mundo e inspiración para España» que fue la Revolución de los Claveles, cuyo aniversario será este martes. El presidente español puso de relieve la unión histórica del socialismo español y portugués, especialmente mediante su frente común ante Bruselas: «Los logros de estos años no fueron un regalo del cielo», dijo, y felicitó a Costa por haber alcanzado conjuntamente la excepción ibérica en el campo energético, así como respuestas eficaces frente a la pandemia. Sánchez no dejó de hacer alusión al cambio climático como el gran reto del presente y, en concreto, criticó reiteradamente el «negacionismo criminal» de la derecha, en referencia a la actual polémica en torno a Doñana.

En ese sentido, recordó que «la historia no avanza en línea recta hacia el progreso, sino que zigzaguea», aludiendo a las «políticas neoliberales que amenazan a la socialdemocracia» y a «esta terra da fraternidade». Tres sombras (la guerra, el cambio climático y la ultraderecha) que cohesionaron los discursos de toda la jornada. 

Bolsonaro y Salvini

Como cualquier marxista sabe que toda tesis precede a su antítesis, el mismo domingo, el Chega, formación de ultraderecha, anunció que el 13 de mayo reunirá a Jair Bolsonaro, Matteo Salvini «y otros muchos dirigentes de la derecha europea» para posicionar a Lisboa «como uno de los nuevos centros de la derecha más fuerte de Europa y una de las referencias de la lucha contra el socialismo», según dijo su líder, André Ventura.

Ante un auditorio entregado, Costa advertía a la derecha que no dará «pasos atrás» y terminará su mandato. «Ellos intentan todo, pero con nosotros no pasan», añadió.

Sánchez dice que convertirá la vivienda «en un derecho» frente al PP, que la considera «un bien de lujo»  

El jefe del Ejecutivo y líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha elogiado este domingo la ley de vivienda que llega el jueves al pleno Congreso tras el pacto alcanzado en los aliados y ha reivindicado a un Gobierno que defiende «lo que piensa la mayoría y no los intereses de una minoría de privilegiados» Aseguró que el Gobierno «va» a aprobar una ley de vivienda «que va a convertir la vivienda en un derecho, como dice la Constitución». «Ellos consideran la vivienda como un bien de lujo y nosotros como un bien de primera necesidad», sentenció

Sánchez ha arropado a los candidatos socialistas madrileños en Fuenlabrada, municipio gobernado por el PSOE y que el viernes visitaron la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el presidente andaluz, Juanma Moreno.

Pero no ha citado a ninguno de ellos y en su discurso solo ha aparecido el nombre de Alberto Núñez Feijoo y sus «dudas» ante las municipales. «Nosotros no tenemos ninguna duda, vamos a ganar las elecciones en Madrid», ha asegurado.

El 28M, ha insistido, se decide si queremos gobiernos para la mayoría o «gobiernos que solo se dedican a lo suyo y al interés de los de arriba».

Ha dedicado buena parte de su discurso a la política de vivienda: el jueves se aprobará «la primera ley de vivienda de la historia de la democracia», que «va a convertir lo que es un problema en un derecho constitucional», ha manifestado, y «el Gobierno van a hacer la mayor promoción de vivienda publica, para situarnos a la vanguardia no de Europa, sino más allá».

Ante unos 1.500 asistentes, y otros 400 que le siguieron por grandes pantallas en el exterior del recinto, Sánchez ha valorado la decisión de poner a disposición de ayuntamientos y comunidades las 50.000 viviendas del banco malo, «los pisos que compró la derecha para rescatar a los bancos quebrados».

«Se los vamos a devolver a la ciudadanía y a la gente joven del país», ha subrayado antes de cargar contra el PP como autor de una ley del suelo que «abrió las puertas a la especulación y la corrupción y vendió vivienda pública »a los fondos buitres«

Sánchez ha hecho gala de un país que crece más que las grandes economías europeas y ha reformado las pensiones y el mercado laboral con paz social.

«No vamos a hablar de milagro económico o de que España va bien pero sí decir alto y claro que el PSOE gestiona mucho mejor la economía que el PP», ha manifestado tras señalar que «la derecha falla más que una escopeta de feria» en sus negros vaticinios.Y ha destacado de nuevo su preocupación por la emergencia climática frente a Vox, «que niega los efectos del cambio climático, y el PP no lo niega, pero actúa como si no existiera; unos por acción y otros por omisión, ambos son negacionistas climáticos»

Antes de participar en el mitin, Sánchez ha visitado una librería de Fuenlabrada con motivo del Día del Libro y, ya en el escenario, el candidato socialista a la Comunidad de Madrid, Juan Lobato, le ha regalado el libro El arte de la paciencia, porque, ha dicho, afronta con «la paciencia del santo Job» el catastrofismo de los agoreros y las noticias falsas.

Ambos han precedido en el escenario al alcalde de Fuenlabrada y candidato a la reelección, Javier Ayala, arropado también por la aspirante a la alcaldía de la capital, Reyes Maroto, o el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.