El Partido Conservador baraja la pérdida de 1.000 escaños en los comicios del 4 de mayo
23 abr 2023 . Actualizado a las 11:02 h.8.092. Ese es el número de cargos que se elegirán en las elecciones municipales parciales que Inglaterra y Gales celebrarán el 4 de mayo, unos comicios que los conservadores británicos saben que no les deparan nada bueno y, por ello, están siguiendo la recomendación del célebre escritor William Shakespeare: «La expectativa es la raíz de todos los sinsabores». Al menos, eso es lo que se desprende de las declaraciones que altos cargos tories han realizado en los últimos días, en las que casi han concedido que la derrota es inminente.
«Las expectativas independientes son que perderemos más de 1.000 escaños y que los laboristas obtendrán grandes ganancias», declaró la semana pasada Greg Hands, el presidente del Partido Conservador. Aunque, ciertamente, las palabras de Hands son una confirmación de las malas perspectivas, también buscaban tranquilizar a los suyos. ¿Cómo? Dándoles un premio de consolación. Los conservadores ostentan más de 3.300 escaños en los 230 municipios en disputa y son la primera fuerza nacional por número de cargos. Los laboristas, con 2.131 concejales, están en segundo lugar, y para arrebatarles el título del partido con más ediles deberán obtener unos muy buenos resultados.
La última encuesta de YouGov, publicada el pasado 18 de abril, asegura que el Partido Laborista sigue siendo la primera opción de los electores británicos, con una intención de voto de 45 % frente a 27 % de los tories. No obstante, el estudio demoscópico revela que la brecha entre las dos formaciones ya no es de más de 20 puntos como hace unos meses.
Los conservadores también confían en que la imagen de su líder y primer ministro, Rishi Sunak, los ayude. Sunak goza de más popularidad que su propio partido y hoy por hoy el 26 % de los británicos lo consideran el indicado para estar en el 10 de Downing Street, frente al 28 % que cree que el laborista Keir Starmer lo haría mejor. Con el polémico Boris Johnson y la fugaz Liz Truss la brecha era de más de 20 puntos.
Pese a su aparente debilidad dentro del partido y a que todavía no tiene grandes resultados que mostrar, el liderazgo del actual premier parece estar convenciendo a los suyos. «Estábamos en una posición muy difícil, si no desesperada, pero ahora parece que estamos en una difícil», dijo el tory Robert Hayward al diario The Guardian días atrás.
Las facturas
La resolución del conflicto con la Unión Europea sobre Irlanda del Norte es el gran éxito que Sunak se ha anotado hasta el momento. Sin embargo, sus grandes metas continúan sin materializarse. La inflación sigue sin dar muestras reales de caer, la nueva ola de huelgas de enfermeras amenaza con agravar la crisis sanitaria y la reciente dimisión de su segundo de a bordo, Dominic Raab, por acoso laboral, podrían pasarle factura en las urnas.
Los comicios municipales de mayo son simbólicos, porque son el último test antes de las elecciones generales del 2024. Algunos en el partido temen que unos pésimos resultados sirvan de excusa a los sectores más radicales para reabrir el debate sobre el liderazgo de la formación conservadora. Un escenario que los simpatizantes de Johnson anhelan.