Asegura que se necesita una «actualización urgente» por la gran exposición de la población joven a esta nueva forma de consumo
11 abr 2023 . Actualizado a las 19:39 h.El Ministerio de Sanidad ha sacado a consulta pública previa hasta el 24 de abril un proyecto de Real Decreto que tiene como objetivo mejorar la regulación de productos como los cigarrillos electrónicos y la introducción del empaquetado genérico de las cajetillas de tabaco. En concreto, el Ministerio quiere modificar el Real Decreto 579/2017, de 9 de junio, por el que se regulan determinados aspectos relativos a la fabricación, presentación y comercialización de los productos del tabaco y los productos relacionados.
Sanidad justifica que se necesita una «actualización urgente» del texto para abordar los problemas que se han producido desde 2017, entre ellos las «carencias en la regulación de los cigarrillos electrónicos sin nicotina y de los productos a base de hierbas para fumar» o la «falta de adecuación de la normativa actual a la mayor oferta de nuevos productos relacionados presentes en el mercado». Así, el Ministerio advierte de que hay mayor exposición de la población general, y «particularmente joven», a «nuevas formas de consumo de nicotina», como puede ser el cigarrillo electrónico. Según la encuesta EDADES 2022, de hecho, se ha duplicado el consumo de cigarrillos electrónicos en España en apenas siete años, pasando del 6,8 por ciento de 2015 al 12,1 por ciento de 2022.
Por ello, Sanidad quiere «reducir el riesgo de puerta de entrada en el consumo de nicotina que suponen los productos relacionados, especialmente para el sector de la población joven».
Para el Ministerio, por tanto, todo este tipo de productos, con o sin tabaco, con o sin nicotina, con o sin componentes electrónicos, suponen «un desafío». «Resulta necesario aportar la adecuada respuesta técnica en aras de garantizar la debida protección de las personas que consumen estos nuevos productos no convencionales», asegura Sanidad.
Así, la norma pretende ofrecer «mayor claridad, uniformidad y seguridad jurídica en el mercado de productos de tabaco y productos relacionados, teniendo en cuenta el desarrollo del mismo a nivel nacional y europeo». En la misma línea, también se recoge la prohibición de determinados aditivos y componentes que «pueden resultar más llamativos para los consumidores», particularmente los más jóvenes.
Todo este fenómeno se une a una «estabilización en la reducción del consumo de productos del tabaco y aumento en el de productos relacionados», así como una «pérdida de la efectividad de las advertencias sanitarias combinadas y mantenimiento del atractivo del envasado de los productos del tabaco».
Aunque la prevalencia de fumadores diarios ha continuado descendiendo desde 1993, en los últimos 10 años se ha ralentizado esta bajada. Los últimos datos publicados en EDADES indican que el 33,1 por ciento de la población entre 15 y 64 años manifiesta consumir tabaco de manera diaria, una cifra similar a la de los períodos posteriores a la aprobación de la Ley Antitabaco de 2005.
España reformó en 2010 la Ley Antitabaco, pero no ha avanzado en la aprobación del Plan de Integral de Prevención del Tabaquismo, que está elaborado y consensuado con las sociedades científicas desde diciembre de 2021. Este documento era más ambicioso que la reforma de esta norma sacada a consulta pública, pues apuntaba a ampliar las zonas sin humo a ámbitos privados como los vehículos particulares o subir el precio del tabaco.
El sabor a menta hace que el líquido de vapear sea más tóxico y dañino
Añadir sabor a menta a los líquidos de los cigarrillos electrónicos produce más partículas de vapor y se asocia con una peor función pulmonar en los fumadores, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos), publicado en la revista Respiratory Research. Utilizando un sistema robótico especialmente diseñado que imita la mecánica de la respiración humana, los investigadores demostraron que los líquidos para cigarrillos electrónicos que contienen mentol generan un mayor número de micropartículas tóxicas en comparación con el líquido sin mentol.
Un análisis de las historias clínicas de una cohorte de fumadores de cigarrillos electrónicos reveló que los que consumían mentol respiraban menos profundamente y tenían peor función pulmonar que los que no consumían mentol, con independencia de la edad, el sexo, la raza, los años que llevaban fumando y el uso de productos para vapear que contenían nicotina o cannabis. «Muchas personas, especialmente los jóvenes, asumen erróneamente que vapear es seguro, pero incluso las mezclas de vapeo sin nicotina contienen muchos compuestos que pueden dañar los pulmones —asegura el autor principal Kambez H. Benam, D.Phil.—. Que algo sea seguro de consumir como alimento no significa que sea seguro de inhalar».