El caso que agitó Inglaterra, la pareja que extrajo el semen de su hijo muerto para tener un heredero varón

F. S. L. REDACCIÓN / LA VOZ

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Se abrió una investigación, porque el hombre fallecido en un accidente de moto no habría dado su consentimiento para la retirada del esperma

09 abr 2023 . Actualizado a las 17:53 h.

Un joven muerto en la carretera. Unos padres millonarios que han perdido a su hijo único y que están dispuestos a todo por un nuevo heredero. Un heredero, pero masculino. Y con sus genes. Esos son los ingredientes de uno de los episodios más polémicos de la gestación subrogada y de la paternidad post mortem, con permiso de Ana Obregón. En el 2018 los medios ingleses destaparon un caso rocambolesco que escandalizó en el Reino Unido. Entonces publicaron que el 2014 un matrimonio británico había perdido a su único hijo, de 26 años, en un accidente de moto. Los progenitores retiraron semen del fallecido, lo congelaron y lo trasladaron a Estados Unidos. Allí recurrieron a la clínica La Jolla IVF, en California. El doctor David Smotrich supervisó todo el proceso. Primero se realizó una selección genética, porque la pareja exigía que el nuevo heredero fuera varón. Luego se fecundó un óvulo procedente de una donante y se recurrió a una segunda mujer para que fuera la gestante. En total, se calcula que el proceso para este nieto a la carta habría supuesto un desembolso de unos 100.000 euros. Los abuelos acudieron a Estados Unidos cuando nació el pequeño y allí fueron registrados como padres legales del bebé.

Se da la circunstancia de que el cuerpo del joven no fue descubierto hasta dos días después del accidente, pero los expertos indican que el semen puede tener una supervivencia de hasta 72 horas tras la muerte.

En el Reino Unido se abrió una investigación, porque el hombre fallecido no habría dado su consentimiento para la retirada del esperma, su almacenamiento y la paternidad post mortem, con lo que se habrían violado las leyes locales sobre material genético. «Si el hijo no estaba siendo tratado por una clínica y no había firmado los formularios de consentimiento necesarios para la recuperación póstuma, almacenamiento y uso de su esperma, entonces probablemente se haya cometido un delito», indicaba al periódico The Times. Allan Pacey, profesor de la Universidad de Sheffield y expresidente de la Sociedad Británica de Fertilidad.

Además, en este país, la gestación subrogada es legal, pero solo si el proceso se realiza de forma altruista, sin contraprestación para la gestante, y es obligatorio que uno de los dos padres debe residir allí. Y, por si fuera poco, según la regulación británica tampoco es legal usar la sección genética para poder elegir el sexo de un bebé, como ocurre en gran parte de las legislaciones de otros estados. Pero cuando estalló el escándalo al hacerse pública la noticia, la realidad era que el pequeño estaba viviendo en territorio británico con sus abuelos biológicos (padres legales) sin mayor problema.

Situación «inusual»

El doctor David Smotrich, ante la polémica relacionada con sus clientes, admitió que se trataba de una situación «inusual» en toda su carrera médica. «La pareja inglesa a la que atendimos había perdido a su único hijo en las circunstancias más trágicas. Querían desesperadamente un heredero y un nieto. Fue un privilegio poder ayudarlos. Tener un niño usando esperma póstumo es muy raro, yo lo he hecho solo cinco veces», apuntó entonces el médico en declaraciones al rotativo Daily Mail.