Vueling se enfrenta a una multa por obligar a sus azafatas a usar tacón y maquillaje

La Voz REDACCIÓN

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Azafatas en un aeropuerto
Azafatas en un aeropuerto iStock

La Inspección de Trabajo de la Generalitat de Cataluña propone una sanción de 30.000 euros a la aerolínea por las normas de vestimenta a las mujeres, mientras a los hombres solo se les exige «llevar un aspecto limpio y arreglado»

24 mar 2023 . Actualizado a las 08:45 h.

El sesgo de género en algunos puestos de trabajo sigue vigente en pleno siglo XXI, algo que puede comprobarse nada más subir a un avión. Una azafata de Vueling, antes de acudir a su puesto de trabajo, tiene que cumplir una serie de normas obligatorias de vestimenta, y no son pocas. Entre ellas, deben llevar un tacón de entre 5 y 8 centímetros, y perder un tiempo cada mañana para maquillarse con una base de su tono de piel, sin olvidarse de aplicar rímel, solo negro, en sus pestañas. Además, tienen prohibidas las extensiones de pestañas «de longitud o aspecto artificial», las sombras de ojos que no sean de color claro o marrón y deben evitar pintarse los labios de colores vivos. Tienen que tener un tono discreto.

Sus compañeros masculinos también tienen unas normas a tener en cuenta: «llevar un aspecto limpio y arreglado». Nada más. Nada se especifica sobre qué zapatos tienen que llevar los varones, ni mucho menos se les obliga a usar maquillaje ni de qué tipo.

Por esta diferencia en los códigos de vestimenta según el género de sus trabajadores, la Inspección de Trabajo de la Generalitat de Cataluña ha propuesto una sanción de 30.000 euros a Vueling por una «infracción muy grave».

Una multa, que aún no es firme, que ya ha celebrado la ministra socialista María Jesús Montero, que se «apunta» a cualquier sanción que vaya contra la cosificación del cuerpo o la imagen de la mujer en el desarrollo de su trabajo. Y también ha recibido elogios de UGT

Desde la aerolínea, que estudia presentar alegaciones contra esta propuesta de sanción, se defienden diciendo que esa guía de estilo fue aprobada hace un lustro, y que algunas de sus normas ya habían sido retiradas, mientras que otras están en proceso. Además, han asegurado que trabajan «para escuchar las demandas del sindicato y del colectivo», desde que en abril del año pasado el sindicato Stavia denunció estos códigos de vestimenta.

Según la empresa, ya habían transformado en «totalmente opcional» el uso del maquillaje y han ofrecido diversos modelos de calzado, con opciones a partir de los 3 centímetros de tacón.

La diligencia abierta por la Inspección de Trabajo sigue su curso legal, y su propuesta de sanción todavía no es firme, aunque la compañía tiene el derecho a presentar alegaciones.