La cronología de la trama de pagos arbitrales que podría dinamitar el fútbol español
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El juzgado de instrucción admitía este miércoles a trámite la denuncia de la Fiscalía por los presuntos pagos del Barcelona al exvicepresidente del comité arbitral. El Barcelona, Enríquez Negreira, Rosell, Bartomeu y varios miembros del club se enfrentan a acusaciones de corrupción, administración desleal y falsedad documental. ¿Ayudó el colegiado a los culés en el plano deportivo?
16 mar 2023 . Actualizado a las 19:42 h.El caso Negreira estallaba el pasado 15 de febrero. El titular era sorprendente, pero nada en aquel momento hacía prever que fuese a coger semejante dimensión para el fútbol español. La Fiscalía estaba investigando los pagos del FC Barcelona a un árbitro cuyo nombre no resultaba especialmente conocido para los aficionados. Se trataba de José María Enríquez Negreira y había sido vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. El colegiado entró en el organismo en 1994 y fue uno de los tres vicepresidentes hasta el año 2018. Nacido en 1945, arbitró de forma profesional y pitó partidos en Primera y Segunda División hasta 1992.
La primera noticia involucra directamente al colegiado con la entidad azulgrana: el Barcelona habría pagado 1,4 millones de euros a la empresa de Negreira, DASNIL 95, entre el 2016 y el 2018. El último pago coincidiría con la constitución de un nuevo comité arbitral y la salida de Enríquez Negreira del mismo.
Ya en ese momento, el expresidente Josep María Bartomeu confirmó la existencia de esos pagos, pero también que se terminaron por «una política de recorte de gastos». Además, desveló que los informes ya existían «por lo menos en el 2003», cuando él llegó al club, y que se pagaron «de manera continuada» hasta el 2018.
La Fiscalía entraba en ese momento con toda su fuerza por un presunto caso de corrupción. Todo saltaba en una inspección de Hacienda por irregularidades en la tributación entre el 2016 y el 2018.
¿Qué dijo el protagonista?
Enríquez Negreira aseguraba que no existía documentación sobre el trabajo que hizo para el Barcelona porque su labor consistía en asesorar al club de forma verbal sobre cómo debían comportarse los jugadores frente a cada árbitro y que en ningún caso había favorecido al club azulgrana sobre el terreno de juego. Para la entidad estábamos ante «informes técnicos» que complementaban la «información requerida por el cuerpo técnico del primer equipo y del filial». Es decir, para el club era un consultor externo que suministraba información en vídeo.
Los dos años sin penaltis
Tras esta primera información, el goteo de datos iba adquiriendo categoría de escándalo, también en el plano deportivo. Entre el 2016 y el 2018, el FC Barcelona ganó dos Ligas y estuvieron más de dos años sin recibir un penalti en contra. Las reacciones del presidente del club, Joan Laporta, no se hicieron esperar y aseguró que aseguró que estas informaciones estaban motivadas por la buena trayectoria deportiva del equipo en el presente campeonato regular, en el que sigue siendo líder de Primera.
La reacción de la Federación
La Federación Española de Fútbol fue el primer organismo que se pronunció. Lo hizo para dejar claro que Enríquez Negreira había dejado su cargo en el comité en el 2018 después de que Luis Rubiales accediese a la presidencia. La RFEF comunicaba, eso sí, que abriría una investigación y se personaría en la causa.
En el inicio de este lío también se pronunciaba la Liga. Javier Tebas dejaba claro que no podría haber ningún tipo de sanción deportiva hacia el Barcelona porque el caso habría prescrito, pero que se personarían como acusación particular si se ponía en marcha una querella por parte de la Fiscalía.
La cifra sube a 7 millones de euros
En solo dos días, la cantidad que el club culé le habría pagado a Negreira pasó de 1,4 a 7 millones de euros. También cambiaron las fechas de esas entregas. Los servicios, que se movieron en un principio en un tramo temporal entre el 2016 y el 2018, se remontaron de repente al 2001, cuando el club estaba presidido por Joan Gaspart. Eso sí, el escenario cambia, pero no a nivel judicial porque los hechos anteriores al 2016 están prescritos.
Las amenazas de Enríquez Negreira
El 17 de febrero, el diario El Mundo hacía publico que José María Enríquez Negreira habría amenazado al Barcelona con destapar un «gran escándalo» cuando el club dejó de pagarle por sus informes.
Las amenazas se remontan a febrero del 2019, cuando la entidad -presidida por Josep María Bartomeu- habría decidido terminar con los pagos. «Tengo la firme intención de cursar denuncia ante los juzgados lo que seguro acarreará consecuencias negativas. Hasta ahora no he iniciado estas actuaciones para, justamente, evitar graves consecuencias, albergando la esperanza de llegar a un debido entendimiento en relación con mi pretensión ya que no creo que otro escándalo favorezca al club y mucho menos al señor Rosell, habida cuenta de cómo este facturaba al club o este a él», habría asegurado Negreira en un burofax.
Cruce de declaraciones
Asentado el escándalo, los expresidentes del Barcelona quisieron desmarcarse de la polémica. El 18 de febrero Josep María Bartomeu - que fue presidente del club entre el 2014 y el 2020- reconocía el vínculo entre con el vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. Enríquez Negreira habría cobrado esos 7 millones de euros al menos desde el 2001. Bartomeu apuntaba entonces a otros expresidentes: «Este contrato ya estaba hecho desde la época de Núñez, Gaspart y la primera etapa de Laporta. Yo ni veía las facturas porque se pasaban directamente. Cuando [Laporta] llegó al club las facturas eran de cerca de 150.000 euros y cuando Sandro es nombrado presidente, estas eran de mucho más de medio millón de euros. Lo único que puedo decir es que yo le corté el grifo a Negreira y Laporta le cuadruplicó el sueldo. Debería explicarlo», declaró en un entrevista a ABC en la que negaba que esa relación contractual con Negreira hubiese favorecido al club a nivel deportivo. Bartomeu justificó el fin del acuerdo en base a una política de contención de gastos.
¿Qué dice Laporta?
El presidente de la Liga, Javier Tebas, atacaba al actual presidente del Barça el 21 de febrero: «Si Laporta no lo explica bien, debería dimitir», aseguraba. Unas declaraciones que provocaban la primera reacción del máximo dirigente azulgrana, pero sin entrar en la polémica. Laporta acusaba a Tebas de emprender una campaña de desprestigio contra el club, pero no daba explicaciones sobre el caso Negreira. Y es que Laporta es presidente del Barcelona desde marzo del 2021, pero también lo fue en otra etapa: entre el 2003 y el 2010. Por lo tanto, el escándalo podría afectar también a su gestión.
Más amenazas a través de burofax
Con el transcurso de las jornadas, se hacían públicos nuevos burofaxes que Enríquez Negreira le habría mandado al Barcelona en diciembre del 2018. El exvicepresidente arbitral le habría solicitado a la entidad que se le abonara las facturas pendientes -267.047 euros- y le habría dado diez días para acometer el pago. «Quiero entender que este impago obedece a algún tipo de error administrativo», que, añadió, esperaba que se «resolviera felizmente en bien de todas las partes». En la comunicación le advertía a la cúpula del club que no podía dejar de pagarle «después de tantos años de relación, de tantos favores prestados y de tantas confidencias compartidas». Asimismo, apuntó que, en todo momento, recibió indicaciones directas de los diferentes presidentes de la entidad, entre ellos Joan Laporta.
Un entramado de empresas
Aunque la Fiscalía de Barcelona solo investiga los supuestos pagos realizados por el FC Barcelona a Enríquez Negreira entre los años 2016 y 2018, nuevos documentos relacionarían al club con el exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. Según Football Leaks, los pagos al colegiado se habrían hecho a través de varias empresas. Él los recibiría a través de Dasnil 95 y Nidsal SCP. Es en este momento cuando aparece el nombre de su hijo, Javier Enríquez Romero, que también habría recibido dinero a través de otra compañía, Soccercam SL. Según esta información, los pagos se habrían hecho en diferentes desembolsos desde la época de Joan Gaspart.
El posicionamiento de un árbitro
Mientras los organismos deportivos esperaban cautelosos a los movimientos de la Justicia, el 24 de febrero comienzan otros posicionamientos. El árbitro Xavier Estrada Fernández, que pitó en la élite entre el 2009 y el 2021, presenta una querella criminal contra Enríquez Negreira y su hijo por presunta corrupción y fraude deportivo. Retirado como colegiado de campo, pero ejerciendo en el VAR, anunciaba que los hechos investigados ya por la Fiscalía atentaban contra la transparencia del fútbol profesional y la integridad del colectivo arbitral.
Novedades de la Fiscalía, pero por los pagos a la RFEF
La Fiscalía Anticorrupción solicitaba el 4 de marzo ante la Audiencia Nacional que se investigue otra vía. En este caso la que toca a la RFEF. Se solicita que se ponga el foco sobre la anterior cúpula de la Federación Española de Fútbol y sobre los pagos que esta le hizo al hijo de Enríquez Negreira entre el 2011 y el 2016. Esta solicitud se circunscribe a la investigación que se sigue sobre la antigua directiva de la federación, presidida por Ángel María Villar, y que no guarda relación con las diligencias que abrió la Fiscalía de Barcelona por los pagos que el Barcelona realizó a Enríquez Negreira.
Laporta se pronuncia
El presidente del Barcelona, Joan Laporta, aseguraba el 8 de marzo que el club catalán nunca había «comprado árbitros ni ha tenido intención de hacerlo». «Nunca hemos tenido la intención de comprar árbitros. Rotundamente nunca», aseguró el dirigente culé durante un coloquio en el que volvía a insistir en que se había organizado una campaña para perjudicar a la entidad. «Existe la voluntad de ahogarnos económicamente para llevarnos a ser una sociedad anónima».
A las pocas horas, la Fiscalía solicitaba que el presidente azulgrana declarase como testigo y, solo dos días después, el 11 de marzo, llegaba el movimiento judicial definitivo: el Ministerio Público presentaba la denuncia contra el Barcelona, Rosell y Bartomeu por por el caso Negreira. La Fiscalía acusa a quien fuera presidente azulgrana entre el 2010 y el 2014 y a su sucesor de corrupción, administración desleal y falsedad documental. Según la denuncia, el objetivo de la entidad azulgrana con Enríquez Negreira era que, «a cambio de dinero», el ex número dos del comité «realizase actuaciones tendentes a favorecer al Barcelona en la toma de decisiones de los árbitros en los partidos que disputase el club, y así en los resultados de las competiciones».
Los clubes
Tras mucha marejada y declaraciones de diferentes clubes, el Real Madrid daba un paso adelante confirmando que se personará en la causa. La motivación, las «graves acusaciones» formuladas por la Fiscalía contra la entidad y dos de sus expresidentes. «El Real Madrid manifiesta su profunda preocupación sobre la gravedad de los hechos y reitera su plena confianza en la acción de la Justicia y ha acordado que, en defensa de sus legítimos intereses, se personará en el procedimiento en cuanto el juez lo abra a las partes perjudicadas», señaló la entidad madridista en un comunicado.
El 13 de marzo era el Consejo Superior de Deportes quien se personaba en la causa e insistía en pedir a Joan Laporta explicaciones de por qué se le había pagado al exvicepresidente del comité arbitral.
Es mismo día saltaba otra bomba: el Ministerio Público pedía citar como testigos a Luis Enrique y a Ernesto Valverde. El objetivo, saber si ambos exentrenadores -que dirigieron al Barcelona entre el 2014 y el 2018- tuvieron conocimiento de los informes que realizaba para la entidad Enríquez Negreira.
Un caso para Anticorrupción
El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, decidía el 14 de marzo que sea la Fiscalía Anticorrupción la que se haga cargo del caso Negreira. Se trata del cuerpo de especialistas en esta materia.
Información ¿privilegiada?
El último capítulo de esta trama tiene dos vías. El 15 de marzo se conocía que el hijo de Enríquez Negreira le habría filtrado al Barça el nombre del árbitro de la final de Copa del Rey del 2017. Ese encuentro les enfrentó al Alavés y el club catalán habría sabido que el colegiado iba a ser Clos Gómez tres meses antes. Javier Enríquez le habría enviado un mensaje al directivo culé Albert Soler. «Será Clos Gómez al 99 %». Más de dos meses después, concretamente el 12 de mayo del 2017, la RFEF confirma «al aragonés Clos Gómez para dirigir la final de la Copa del Rey».
Además de esta información, este mismo miércoles se daba otra novedad en los tribunales: el juzgado de instrucción ha admitido a trámite la denuncia de la Fiscalía contra Enríquez Negreira y el resto de denunciados: Rosell, Bartomeu, dos exdirectivos de la entidad (Óscar Grau y Albert Soler), además de admitir también la denuncia del colegiado Estrada Fernández.
La jueza ha acordado que la Guardia Civil practique las diligencias oportunas para averiguar los motivos de los pagos del Barcelona a las empresas del excolegiado. Hasta el momento, la investigación la llevaba la Policía Nacional. A partir de esas pesquisas, la justicia decidirá sobre la declaración de los imputados.
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