Un 70 % de las usuarias de aplicaciones de citas se han sentido presionadas para mantener relaciones y casi un 30 % fueron penetradas sin preservativo sin dar su consentimiento para ello. Un 27,4 % aseguran que trataron de grabarlas sin su permiso
15 mar 2023 . Actualizado a las 22:47 h.Un 70 % de las usuarias de aplicaciones de citas se han sentido presionadas para mantener relaciones y hasta un 21,7 % —una de cada cinco— aseguran que ha sufrido una agresión sexual con violencia, según el estudio «Apps Sin Violencia Sexual», financiado por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género y elaborado por la Federación Mujeres Jóvenes (FMJ), basado en entrevistas a 963 mujeres usuarias de la aplicación de citas Tinder, la más usada por los jóvenes en España.
El informe, presentado este miércoles por la presidenta de la FMJ, Ada Santana, revela además que un 40 % de las mujeres que usan esta app ha sido presionada para mantener relaciones violentas que tienen «mucho que ver» con la pornografía y un 57 % para consumir alcohol para mantener relaciones.
La coordinadora de proyectos de la Federación Mujeres Jóvenes, Mónica Sáiz, ha aludido a las dificultades de las propias víctimas a la hora de detectar la violencia sexual: inicialmente el 86,4 % de las encuestadas aseguró no haberla sufrido, pero fue al preguntar cuestiones concretas cuando salieron a la luz otras cifras. Un 48,8 % de las mujeres consultadas se sintieron tratadas como objetos en una de estas citas; un 33 % quisieron parar y el hombre se enfadó; un 27 % vivieron situaciones violentas, como ahogamientos o tortazos, durante el sexo; y un 29,5 % fueron presionadas para realizar prácticas que no quería.
Además, un 27,7 % fueron penetradas sin preservativo sin dar su consentimiento para ello, un 21,4 % mantienen que el hombre se quitó el condón sin que ellas se diesen cuenta, en un 28 % de los casos el hombre siguió la relación a pesar de que la mujer le había dicho que le hacía daño y un 27,4 % aseguran que trataron de grabarlas sin su consentimiento.
Captación de mujeres para la prostitución
La investigación ha permitido además comprobar cómo estas aplicaciones de citas se pueden estar utilizando como canal para la captación de mujeres para la prostitución. Así lo asegura Irene Otero, una de las autoras del informe, que denuncia que en los últimos años se viene observando un proceso de «glamurización de la prostitución» en base al «falso mito de la libre elección», que no tiene en cuenta factores estructurales de opresión o pobreza. Así, los términos sugar daddy y sugar baby han sustituido a putero y mujer prostituida, y en las apps de citas hay una importante presencia de perfiles de hombres que abiertamente ofrecen dinero o regalos a las mujeres a cambio de sexo. Un 72 % de las mujeres encuestadas aseguran haberse encontrado con ellos en Tinder.
En la investigación se analizaron 1.400 perfiles de hombres de entre 18 y 55 años, y los mismos de mujeres. Se crearon dos perfiles falsos —una mujer de 24 años y un hombre de la misma edad— que permitieron la interactuación y que constataron que el ideal femenino enfocado al atractivo sexual es el estereotipo más recurrente. Los roles que están fuera de este modelo son penalizados. El 90 % de los perfiles masculinos buscan mujeres «femeninas, sin dramas ni traumas, princesas, reinas, delicadas, atrevidas, sexualmente decididas, risueñas, cariñosas, etc», mientras que piden que se abstengan «mojigatas, feminazis, o amargadas». Por su parte, los adjetivos que definen a los hombres coinciden con los estereotipos masculinos de valiente y fuerte.
Un 80 % de las mujeres aseguran, además, haberse sentido incómoda leyendo perfiles masculinos que hacen alusión a estereotipos de mujer tonta, frívola o histérica. El perfil inventado para la investigación obtuvo más de 10.000 «Me gusta» en dos semanas, de hombres de entre 35 y 55 años, y ya en los primeros mensajes recibidos se observó violencia a través de piropos, solicitudes de desnudos y propuestas de sexting.
Un 79 % de las mujeres se han sentido violentadas por peticiones de fotos en las que saliesen desnudas y un 69,3 % por llamadas a mantener sexting o sexo telefónico. Las investigadoras destacan la influencia de la pornografía y la erotización del dolor de las mujeres. Más del 63 % de las usuarias aseguran que les preguntaron si eran sumisas y más del 50 % se sintieron presionadas para admitir prácticas de dominación sexual.