El dinero es una contraprestación por su silencio y una compensación por haber asumido las consecuencias legales del caso Nóos
27 feb 2023 . Actualizado a las 21:31 h.Después de que la semana pasada trascendiera que la infanta Cristina tenía previsto procurar el silencio del padre de sus hijos mediante una jugosa pensión compensatoria una vez formalizado el divorcio, este fin de semana ha sido Juan Luis Galiacho quien ha puesto cifra a la propuesta. Ni más de menos que 25.000 euros al mes. Según el periodista, a esto se sumaría una indemnización de dos millones de euros más algunas propiedades que se pondrían a nombre de Iñaki Urdangarin, incluida la casa que la familia tiene en la localidad francesa de Bidart y en cuyas playas se tomaron las fotografías que destaparon el romance de exduque de Palma con su nueva pareja, Ainhoa Armentia.
Unas condiciones económicas que llaman la atención por su magnitud pero que no serían ningún problema. Al parecer, el escollo para llevar adelante el divorcio estaría siendo la hija pequeña del matrimonio, Irene, la única de los cuatro hijos que tienen en común que todavía es menor de edad. La joven cumplirá 18 años el próximo 6 de junio y será entonces el momento de que el exmatrimonio pueda poner punto final legal a su separación. Según explicó Juan Luis Galiacho, así podrán acudir al notario sin necesidad de contar con el visto bueno de un juzgado, ya que no habrá ninguna menor dependiente de ambos.
El dinero, además de ser una contraprestación por su silencio, sería una suerte de compensación por haber asumido las consecuencias legales del caso Nóos, que terminó con la entrada en prisión de Urdangarin. Según explicaba Pilar Eyre en la revista Lecturas, la infanta Cristina abona actualmente a su todavía marido 6.000 euros al mes.
La hermana del Rey se hace cargo de todos sus hijos con un sueldo de alrededor de 400.000 euros anuales por su trabajo en la Fundación Aga Khan. Si bien parece que también podría contar con la ayuda de su padre, don Juan Carlos, de ser necesario para lograr que no suceda con Urdangarin lo mismo que con el príncipe Harry, para quien contar sus experiencias en el seno de la familia real británica se ha convertido en su modo de vida.