El Kremlin se limita a saludar la disposición de Pekín de contribuir a un arreglo que ponga fin al conflicto
23 feb 2023 . Actualizado a las 14:57 h.El presidente Vladimir Putin dio este miércoles una calurosa bienvenida en el Kremlin al máximo responsable de la diplomacia china, Wang Yi, consciente de que no puede permitirse perder el favor de la potencia asiática, ante los equilibrios que Pekín lleva haciendo desde la invasión de Ucrania por no contrariar en demasía ni a su aliado ruso ni a la Unión Europea (su principal socio comercial).
Como siempre, la máxima de la potencia comunista fue dar una de cal y otra de arena. Wang, principal asesor en política exterior del presidente Xi Jinping, llegó a Moscú con un plan para poner fin al conflicto bélico, a la vez que reafirmaba que las relaciones entre los dos países son sólidas, pese a la cambiante situación en el mundo. Una afirmación que deja patente cómo Pekín y Moscú siguen fortaleciendo su alianza, a pesar de las utópicas esperanzas occidentales de que Xi se distanciaría de Putin.
Wang resaltó que la relación bilateral con Rusia ni va dirigida contra terceros países ni tampoco admite presiones de otras potencias. Ni una sola palabra de las acusaciones lanzadas por EE.UU. de que podría estar pensando en proporcionar «apoyo letal» a Rusia. «Nosotros apoyamos un mundo multipolar y la democratización de las relaciones internacionales», señaló Wang durante su cita con Putin emitida por la televisión rusa.
Sin olvidar la máxima diplomática china de no interferir en asuntos de terceros países y no tomar partido por ninguno, Pekín ofrece un plan de paz para poner fin al conflicto bélico, con premisas ambiguas y sin ofrecerse como mediador. El borrador de la iniciativa de paz incluiría la defensa de la integridad territorial —sin más especificaciones—, un llamamiento al cese de las hostilidades y a la protección de las centrales nucleares en Ucrania, y la oposición al empleo de armas químicas. Las primeras reacciones de algunos diplomáticos occidentales a la propuesta de Pekín ha sido negativa por el hecho de que no contemple la retirada de las tropas rusas de territorio de Ucrania, que consideran condición indispensable para lanzar un proceso de paz.
Según el comunicado del Gobierno chino, Rusia sigue dispuesta a entrar en el «diálogo y la negociación» para acabar con la guerra. El Kremlin fue igual de parco y se limitó a saludar «la disposición de China a jugar un papel positivo con respecto al arreglo de la crisis ucraniana», en palabras de María Zajárova, portavoz de Exteriores.
China es el gran beneficiado de la guerra, según declara a Efe el profesor de Relaciones Internacionales Frédéric Mertens de Wilmar. En su opinión, China aspira a convertirse en una gran potencia política y «está valiéndose de Rusia» para cambiar los parámetros de la geopolítica mundial, del «poder blando» al «poder duro».