Casi la mitad de los españoles admiten que, ante el encarecimiento que ha experimentado la cesta de la compra en los últimos meses, intenta aprovechar más los alimentos
13 feb 2023 . Actualizado a las 09:21 h.La inflación sigue sin dar tregua a los bolsillos patrios. El IPC adelantado de enero es una prueba más de que el encarecimiento generalizado de la vida parece haber llegado para quedarse. La inflación cerró enero en el 5,8 %, frente al 5,7 % registrado en diciembre. Y la subyacente, que excluye del cómputo los precios de los productos más volátiles, se situó en el 7,5 %, dando muestra de que el regreso a tasas de inflación más normalizadas se dilatará en el tiempo. Tampoco parecen dar los resultados deseados las medidas anunciadas por el Gobierno. La cesta de la compra sigue tensionada a pesar de las rebajas del IVA y los consumidores ya admiten que están cambiando sus hábitos para tratar de capear el temporal.
Según un reciente estudio elaborado por NielsenIQ, la alimentación envasada ha experimentado un alza, al igual que los productos refrigerados y congelados. Al otro lado de la balanza, los productos frescos, cuyo consumo ha caído un 2,5 %. Entre los frescos, explican los expertos de la consultora, pescadería y frutas y verduras son los que concentran los mayores descensos en la demanda, con caídas del 9,1 % para el pescado, del 5,5 % para la fruta y del 3 % para la verdura.
Cambios positivos
El encarecimiento generalizado de la cesta de la compra está provocando algunos cambios positivos entre los consumidores. Porque ante las dificultades por vestir la mesa, muchos españoles están midiendo mucho qué es lo que adquieren para tratar de estirar al máximo los presupuestos y acabar desechando las menores cantidades de alimentos posibles. Según el último Informe del desperdicio alimentario publicado por el Ministerio de Agricultura, los españoles desperdiciaron 1,2 millones de toneladas de alimentos en el 2021. Esto supone que cada español tiró a la basura de media algo más de 28 kilos de comida, siendo los más desechados las salsas, las carnes congeladas La cantidad, a pesar de incitar a la reflexión, es algo positiva, porque es un 8,6 % inferior a la del año anterior. Eso sí, por aquel entonces, la inflación no se había convertido todavía en la enorme losa que supone hoy para los presupuestos familiares. Entonces, la pregunta es, ¿cómo está el desperdicio hoy en día?
No existen datos oficiales del Ministerio referentes a cómo ha evolucionado este desperdicio en los últimos meses, tras el susto que ha pegado la inflación al bolsillo, pero algunas entidades sí que se han aventurado a realizar algunos estudios. Así, según los expertos de la aplicación Ekilu, el 33 % de los españoles asegura que desperdicia menos por la inflación. Sin embargo, un nada desdeñable 66 % asegura que tira a la basura la misma cantidad de alimentos que antes. Según sus cálculos, los productos que más frecuentemente acaban en la basura son las frutas y las verduras; mientras que en mucha menor medida se acaban desperdiciando los lácteos, la carne y el pescado.
Aprovecha los alimentos
En la misma línea se mueven los datos del Informe de Hábitos de Compra y Consumo del 2022 elaborado por la Mesa de Participación (MPAC) junto con Mercadona. Según sus cifras, el 41 % de los consumidores aprovecha más los alimentos para evitar el desperdicio. Dentro de sus conclusiones, algunas son realmente preocupantes, porque un 67 % de los encuestados admite que consume alimentos caducados, frente al 59 % que aseguran haberlo hecho durante el 2021.
Poner coto al desperdicio es una de las metas que persiguen desde hace ya unos años en los despachos de Moncloa. Y ha querido hacerlo de la mano de la ley. Así, el pasado 1 de enero entró en vigor el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases, una normativa de la que destaca la guerra abierta que se le ha declarado al plástico. Pero hay mucho más. La revolución del supermercado arrancó en el 2018, cuando se comenzó a prohibir la entrega gratuita de bolsas de plástico en las cajas. Desde entonces, los españoles se han ido acostumbrando a salir de casa pertrechados con las reutilizables. Es solo el principio. Porque a partir de ahora se sumará un nuevo objeto. El táper se podrá utilizar en los supermercados más cercanos para evitar el consumo de plástico. Tal y como recoge la normativa, «todos los establecimientos de alimentación que vendan a granel alimentos y bebidas, deberán aceptar el uso de recipientes reutilizables». Así, los clientes que acudan, por ejemplo, hasta la charcutería, la carnicería o la pescadería podrán pedir a los dependientes que les guarden su medio kilo de queso o la lubina en un recipiente de plástico o de cristal que traigan de casa. Además, la norma obliga a la industria a reducir las botellas de plástico de un solo uso, fomentar la venta a granel de alimentos o aumentar los envases reutilizables para impulsar la economía circular.