El permiso paterno y el plazo de reflexión separan al PP del resto del Senado
02 feb 2023 . Actualizado a las 08:44 h.La enmienda del PSOE para impedir protocolos como el que quería implementar Vox en Castilla y León, que partía de una iniciativa de Más Madrid, es de las pocas novedades abordadas este miércoles en la Comisión de Igualdad del Senado. La reforma de la ley del aborto completó así uno de sus últimos trámites para ir al pleno de la Cámara Alta la semana que viene y volver al Congreso la siguiente para que, con toda probabilidad, quede definitivamente aprobada el próximo día 16.
En consecuencia, la recomendación de prácticas que no tienen que ver con la evidencia científica como la escucha del latido fetal o la realización de ecografías 4D en las primeras semanas del embarazo con el objetivo de condicionar la decisión de la mujer quedarán prohibidas. «Como si las mujeres no fuésemos reflexionadas de casa cuando tomamos una decisión tan importante», reflexionó la senadora de ERC Sara Bailac.
El «Proyecto de Ley Orgánica por la que se modifica la Ley 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo» sigue por tanto adelante después de que la comisión rechazase los vetos del PP y Vox y aprobase la ponencia de la modificación con 16 votos a favor, los del PSOE, ERC, Junts y PNV, la abstención de Geroa Bai y Teruel Existe y la oposición de los populares.
El debate, más sosegado que el de los plenos y conducido de manera errática por la presidenta Micaela Navarro (PSOE) —«Vaya tarde llevo», reconoció ella misma— sirvió para reafirmar posiciones de sobra conocidas.
«El consenso ni ha existido ni se ha perseguido», se quejó Antonio Román (PP), que calificó la reforma de «innecesaria e inoportuna» porque, a su juicio, incurre en tres errores fundamentales que tienen que las menores, el plazo de reflexión y el registro de profesionales objetores de con ciencia. Entiende que se vulnera la patria potestad en el caso de las menores de 16 y 17 años a las que los padres «le tienen que firmar una autorización para ir de excursión del instituto» y, sin embargo, no hay obligación de informarles de una decisión tan importante. Apuntó incluso que si se les considera suficientemente maduras a lo mejor lo que habría que hacer es rebajar a los 16 la mayoría de edad.
Entre las múltiples réplicas que recibió, María Dolores Etxano (PNV) destacó que la inmensa mayoría de las adolescentes que se ven en esta situación acuden acompañadas de sus padres y lo que no puede hacerse «es obligarlas a contar con su consentimiento en los casos en que [los padres] están en contra».
La portavoz socialista, María Esther Carmona, lo calificó como «una intención de institucionalizar el acoso» e incidió en que «la extrema derecha vuelve a arremeter contra cualquier avance en la emancipación de la mujer».
Gestación subrogada
Al margen de estos planteamientos de uno y de otro lado, Ciudadanos y otros grupos rechazan que se considere la gestación subrogada una forma de violencia. Geroa Bai, PNV y JxCat incluso han registrado peticiones para que se elabora una ley independiente para «algo normalizado en un contexto regulado y seguro» en el contexto europeo, como lo definió Koldo Martínez (Geroa Bai).
Junts también propuso que el plazo de inscripción de los recién nacidos en el registro se amplíe hasta los seis meses para que las madres —sobre todo en caso de cesárea o partos complicados— tengan la mismas posibilidades de manifestar que los padres. Y ERC insistió en sus enmiendas relativas a la consideración de la violencia obstétrica y para que se tenga en cuenta el duelo gestacional.
Las bajas laborales por reglas dolorosas e incapacitantes también separaron al PP del resto, porque para la popular Patricia Rodríguez, que atribuye toda la ley a «un capricho de la señora [Irene] Montero», va a «ensanchar la brecha laboral» porque tiene un carácter «estigmatizante», como, según ella, advierte un informe de UGT.
Con todos estos ingredientes encima de la mesa, los vetos de las formaciones de derecha quedaron atrás con un amplio rechazo y las 186 enmiendas presentadas llegarán vivas al pleno para su votación.