Sánchez ataca a los empresarios y Feijoo le exige disculpas por la ley del «solo sí es sí»
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El jefe del Gobierno y el líder de la oposición contrastan dos visiones antagónicas del país
31 ene 2023 . Actualizado a las 20:18 h.Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijoo trasladaron este martes al Senado la precampaña electoral de los comicios municipales y autonómicos del mes de mayo. En un cara a cara de alto voltaje, ambos contrastaron dos visiones casi antagónicas de la realidad política y económica que vive España. Sánchez enhebró de salida un discurso optimista en lo económico, netamente de izquierdas y en defensa de lo público frente al sector privado. Y aprovechó el debate para anunciar una subida del Salario Mínimo Interprofesional del 8 %, pasando de los 1.000 euros actuales a 1.080.
El jefe del Ejecutivo aseguró que existe un «plan» de la derecha para «socavar el Estado del bienestar» y «convertir los derechos en mercancías». Y afirmó que parte de la responsabilidad de la pérdida del poder adquisitivo de los españoles la tiene «el sector privado que aumenta sus beneficios y paga bonus a sus ejecutivos, pero no baja el precio de sus productos ni sube el salario a sus empleados».
Frente a ello, aseguró que él tiene un «plan» para que «los trabajadores puedan volver a progresar y las clases medias recuperen el bienestar». «Nuestro camino es el de Alemania, no el de un país que ofrece mano obra barata y poco cualificada», indicó.
Presumió también Sánchez de que con su Gobierno «ni la independencia de Cataluña ni la corrupción forman parte de las preocupaciones de los españoles». Definió el plan de calidad del PP como «pura palabrería» y pidió a Feijoo que «empiece por reconocer la legitimidad de los gobiernos democráticos».
Aunque Feijoo contrapuso al optimismo de Sánchez el hecho de que España vaya a ser el último país de la UE en recuperar el PIB anterior a la pandemia y sea el que mayor tasa de paro tiene en Europa, no era el debate económico el que más interesaba este martes al presidente del PP.
En plena polémica por la reforma de la ley del «sí es sí», el líder popular dijo que Sánchez «pasará a la historia» por ser «el primero en dar un paso atrás en la justa lucha del feminismo en España». Acusó al presidente de haber aprobado esa norma «a sabiendas de que era perjudicial» y afirmó que solo rectifica «porque antepone sus intereses electorales». «No da marcha atrás por decencia, solo por miedo», proclamó, ofreciéndole los votos del PP para rectificar la ley si Unidas Podemos no le apoya. ¿Qué clase de feminismo es rebajar las penas a centenares de agresores sexuales a sabiendas?», preguntó, exigiendo al presidente que pida disculpas.
Ataques personales
Sánchez replicó que «si hay una cosa que une a todo el Parlamento» es que «nadie desea aliviar el castigo a los agresores sexuales». Si hay que cambiar la ley para corregir de forma técnica unos «efectos indeseados», se cambiará, explicó, pero «sobran los insultos y los improperios en un asunto tan delicado».
En la refriega, Sánchez y Feijoo tuvieron tiempo de atacarse personalmente. El jefe del Gobierno preguntó al líder popular «si le nombraron presidente de Correos por su dilatada experiencia como cartero» y añadió que tiene «el triste récord de una huelga en medios de comunicación públicos en contra de la descarada manipulación informativa, que se dio en la televisión gallega».
El líder popular, replicó diciendo que «es una pena» que Sánchez no se presentara en Galicia porque son la última fuerza política en el Parlamento. «Su discurso rezuma populismo, menos mal que España no le cree», dijo, acusando a Sánchez de vivir en una realidad inventada por sus asesores y advirtiéndole que la realidad de los hechos «se la contarán los españoles muy pronto». «Podemos asegurar que el que gane las elecciones podrá gobernar. ¿O no?», concluyó Feijoo.
Sánchez reprochó al líder popular el haber validado el primer Gobierno de coalición con Vox e incumplir la Constitución por negarse a pactar el CGPJ. «Con su salida de la presidencia de la Xunta han ganado todos los gallegos, pero han perdido todos los españoles», espetó Sánchez para rematar el debate.