Meloni avanza en su metamorfosis moderada tras cien días de Gobierno

Valentina Saini VENECIA / E. LA VOZ

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Giorgia Meloni, durante su encuentro con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Giorgia Meloni, durante su encuentro con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. RICCARDO ANTIMIANI | EFE

Prudente en la política fiscal, dialoga con la UE y apuesta por el Mediterráneo

31 ene 2023 . Actualizado a las 08:04 h.

Giorgia Meloni lleva cien días a la cabeza del Gobierno italiano. Los medios de comunicación y los analistas definieron como histórica su elección: por un lado, porque es la primera mujer en la historia de Italia que llega al Palacio Chigi, la sede del Gobierno, y, por otro, porque Meloni lidera un partido de ultraderecha, Hermanos de Italia (HdI). Desde el retorno de la democracia a Italia tras la Segunda Guerra Mundial, el país transalpino únicamente había tenido líderes de centroizquierda, democristianos, socialistas, liberales o técnicos. Nunca había tenido a un líder de derechas.

el primer partido

HdI sigue dominando las encuestas. En estos momentos, la supremacía de Meloni en la política italiana es indiscutible. Hermanos de Italia lidera las encuestas, con el 29 % de las intenciones de voto. Supera ampliamente a las fuerzas de centroizquierda Movimiento 5 Estrellas (M5E, que alcanza el 17,8 %) y Partido Demócrata (PD, que se sitúa en el 15 %), pero también a sus dos principales socios de coalición: la Liga de Matteo Salvini (de extrema derecha, que registra un 8,3 %) y Forza Italia de Silvio Berlusconi (liberal, 6,6%).

El éxito de HdI se debe principalmente a Meloni. Tras estar en la oposición desde la caída del último Gobierno de Berlusconi en noviembre del 2011, Meloni ganó las elecciones el pasado otoño gracias a su dura retórica y a su firme oposición a cualquier hipótesis de gran coalición con el centroizquierda.

la metamorfosis

De euroescéptica a europragmática. Pero la mujer que hoy dirige el Gobierno italiano parece estar muy lejos de la demagoga que era antes de celebrarse los últimos comicios. Ya no es una euroescéptica, sino una europragmática dispuesta a tratar amistosamente con los máximos dirigentes de la Unión Europea, como Ursula von der Leyen y Charles Michel. Y sus duras críticas al fascismo demostraron que el temor a que con Meloni Italia se convirtiera en una especie de Hungría mediterránea era infundado. «Giorgia Meloni ha cambiado», declaró a La Voz un eurodiputado de centroizquierda que pidió el anonimato. «Está demostrando una inteligencia política superior a la del populista Matteo Salvini [secretario de la Liga] e incluso de Draghi».

en línea con su antecesor

La economía bajo el signo de Draghi. En muchas cosas Meloni está en línea con el Gobierno anterior. En primer lugar, sobre la economía. Meloni sabe que la deuda pública italiana requiere la máxima atención, y no quiere asustar a los inversores. Este domingo señaló que en cien días el diferencial de precios había pasado de 236 a 175 puntos. Según empresarios con los que ha hablado La Voz, el Gobierno de Meloni está atento a las empresas, pero no es propenso a las medidas demagógicas como el primer Gobierno de Conte, en el que la Liga de Salvini era socia del M5E. De hecho, su Gobierno está reduciendo progresivamente la renta de ciudadanía, una medida de apoyo a las rentas más bajas lanzada en el 2019 y muy criticada por los empresarios.

Política exterior

Las prioridades del Mediterráneo y Ucrania. El Gobierno de Meloni es explícitamente pro-OTAN y pro-Ucrania, y su ministro de Defensa, Guido Crosetto, ha asegurado que el país tendrá que invertir más en defensa. Según los analistas, Roma se perfila como el aliado clave de Estados Unidos en el Mediterráneo, sobre todo ante la falta de fiabilidad de socios históricos pero cada vez más agresivos, como Turquía y Egipto.

Con la creación del Ministerio del Mar, la primera ministra italiana ha vuelto a situar el Mediterráneo en el centro del discurso geopolítico italiano, entre otras cosas porque en Roma se es consciente de que, sin Rusia, la energía que alimenta la industria italiana solamente puede proceder del norte de África. El sábado, Meloni viajó a Libia, donde la energética ENI firmó un acuerdo para una inversión de 8.000 millones de dólares en dos yacimientos de gas natural con la empresa nacional libia Noc.