El bloqueo por el Gobierno británico de la ley trans escocesa agrava la tensión entre Londres y Edimburgo

J. F. Alonso LONDRES / E. LA VOZ

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La exministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon
La exministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon POOL | REUTERS

La ley rebaja de los 18 a los 16 años la edad a la que se puede solicitar un cambio de género

15 feb 2023 . Actualizado a las 11:56 h.

Las relaciones entre Londres y Edimburgo no dejan de deteriorarse. Pero esta vez la causa no es la pretensión del nacionalismo escocés de celebrar un segundo referendo de independencia, sino la decisión del primer ministro británico, Rishi Sunak, de vetar el proyecto de ley sobre la autodeterminación de género en el Parlamento de Escocia. Una medida que no tiene precedente en 25 años y que está destinada a provocar una nueva batalla judicial entre ambas administraciones.

El ministro británico para Escocia, Alister Jack, anunció la noche del lunes en la Cámara de los Comunes que el Ejecutivo apelaría a la sección 35 de la Ley de Autonomía de Escocia para impedir que entre en vigor la ley trans aprobada por los diputados escoceses. Esto, por considerar que la misma viola la legislación nacional en materia de igualdad.

La ley rebaja de los 18 a los 16 años la edad a la que se puede solicitar un cambio de género.

Tras calificar como «ataque directo contra el Parlamento escocés» la decisión de Londres, la ministra principal, Nicola Sturgeon, anunció este martes que el asunto «inevitablemente acabará en los tribunales». Asimismo, anunció que su Gobierno «defenderá enérgicamente la legislación» y al colectivo transexual.

En el 2022 Londres y Edimburgo ya mantuvieron un pulso legal a cuenta del referendo sobre la independencia. Una disputa que el Ejecutivo británico ganó.

La oposición laborista volvió a mostrarse dividida sobre el tema. El líder del partido, Keir Starmer, expresó su preocupación por la reducción de la edad a los 16 años, mientras el ministro principal de Gales, el laborista Mark Drakeford, expresó que el bloqueo de Londres a una ley escocesa supone un «peligroso precedente para la descentralización».

El Gobierno, por su parte, negó que pretenda cercenar las potestades de los Gobiernos autonómicos. «Esto no supone que el Gobierno británico vaya vetar cualquier legislación del Parlamento escocés, como algunos han insinuado. Este poder solo puede ejercerse por motivos específicos, y el hecho de que esta sea la primera vez en 25 años deja claro que no es un poder que deba utilizarse a la ligera», replicó Jack.