La Casa Real confirma la asistencia de Juan Carlos I al funeral de Constantino de Grecia
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La asistencia del emérito propiciará un nuevo encuentro público con su hijo el rey Felipe y con la reina Sofía
14 ene 2023 . Actualizado a las 13:29 h.La gran incógnita se ha resuelto. La Casa Real confirmó la tarde del viernes que el rey emérito, Juan Carlos I, asistirá al funeral del rey Constantino de Grecia, que se celebrará en Atenas el próximo lunes 16 de enero. Viajará directo desde Abu Dabi, donde reside desde el 2020, hasta la capital helena. Allí se reunirá con Felipe y Letizia, que también estarán presentes en la ceremonia religiosa por el tío del Monarca y hermano de la reina Sofía. Ella, por su parte, se encuentra en Grecia junto a su familia desde hace días.
La asistencia del emérito propiciará un nuevo encuentro público entre Juan Carlos y su hijo, como ya sucediera en septiembre en el funeral de Estado por Isabel II en Londres. Entonces, llevaban dos años sin haber sido vistos juntos. Allí ocuparon una parte de la bancada reservada para las monarquías europeas, los cuatro sentados en fila. Aunque todavía no está confirmado, varios medios helenos apuntan a que se alojarán el mismo hotel durante la estancia, de la que también se desconoce la duración. La imagen familia podría ser completa si asistieran Leonor y Sofía.
La ceremonia religiosa por Constantino de Grecia tendrá lugar en la catedral de la Anunciación de Santamaría ateniense y será oficiada por el arzobispo Jerónimo II. Tras el funeral, los restos del último rey heleno serán trasladados hasta el cementerio real en Tatoi, donde están enterrados sus antepasados. En el camposanto, ubicado a 15 kilómetros al norte de la capital, reposan los también reyes griegos Pablo y Federica, padres de la reina emérita Sofía y abuelos de Felipe VI.
Constantino II (Atenas, 1940) falleció el martes en el centro hospitalario en el que llevaba ingresado desde hacía unos días. Lo hizo rodeado de su esposa, Ana María; sus cinco hijos, Alexia, Pablo, Nicolás, Teodora y Felipe, así como de sus hermanas, la reina Sofía y la princesa Irene. Tenía 82 años y arrastraba desde hacía tiempo serios problemas de salud, hasta el punto de que en la primavera pasada trasladó su residencia desde la localidad de Porto Jeli en el Peloponeso a Atenas, para así estar más cerca del hospital privado Iguía en el que falleció.