El Gobierno asegura que la pandemia está «bajo control», pero medios internacionales apuntan a que los casos diarios superan los 30 millones
29 dic 2022 . Actualizado a las 09:07 h.La pandemia de coronavirus «está bajo control». Es el optimista mensaje que acaban de lanzar las autoridades chinas, pero que la realidad parece desmentir. Los hospitales y funerarias del país, especialmente en la provincia de Chengdu, se encuentran en una situación de intensa presión. En un caso, sin apenas material y medicinas para atender a los pacientes y, en el otro, con los crematorios saturados e incapaces de atender la llegada masiva de cadáveres.
En Chongqing y su área urbana, de 30 millones de habitantes, hay crematorios que ya no tienen más espacio para almacenar cadáveres, situación parecida en la también megaurbe de Cantón. «Estamos quemando 40 cadáveres al día, cuando antes solo teníamos a una docena», dice un empleado de uno de estos servicios.
En la ciudad de Shenyang, un profesional del sector funerario dijo que los cadáveres tardaban en enterrarse hasta cinco días porque los crematorios estaban «absolutamente saturados».
El levantamiento de las restricciones, que se produjo después de las protestas generalizadas en contra de la política de Covid cero que había implantado el país, está provocando una ola de virus sin freno que está infectando a millones de personas al día, según el cálculo de expertos internacionales consultados por Reuters.
Para el Gobierno chino, sin embargo, se trata de una exageración de «algunos medios occidentales», según dijo este miércoles el portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Wang Wnbin. La realidad, sin embargo, indica que en las tres primeras semanas de diciembre unas 248 millones de personas, el 18 % de la población del país, ha dado positivo por coronavirus, con hasta 37 millones de positivos por día en la última semana, lo que ha provocado el colapso de algunos hospitales y la falta de medicamentos en farmacias.
Pero en este escenario también hay ganadores, como la empresa Shou Yuan, el mayor proveedor de servicios funerarios del país, que ha incrementado en un 80 % su valor en bolsa, un indicativo de que el número real de fallecidos es mucho mayor que el oficial.
Italia y Estados Unidos exigirán test negativos a los pasajeros chinos
China permitirá viajar a sus ciudadanos a partir del 8 de enero, situación que también preocupa al resto de los países, que se plantean imponer algún tipo de restricción o control. Japón, Filipinas o Taiwán anunciaron en primera instancia que exigirán un PCR negativo. Poco después se sumaron a la medida Italia y Estados Unidos.
En el caso del país norteamericano la exigencia es mayor, ya que los pasajeros que tengan como destino final EE.UU. deberán hacerse un test dos días antes de su salida del territorio chino y presentar el resultado negativo a las autoridades aeroportuarias antes de embarcar en un avión, de acuerdo con la decisión tomada por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.
En Europa, Italia fue el primer país en anunciar una medida semejante, aunque es de prever que en los próximos días el resto de los Gobiernos adopten medidas similares, entre ellos el español.
El Ministerio de Sanidad italiano obligará a someterse a un prueba para detectar si tienen covid a todos los pasajeros que lleguen al país desde China, después de que en algunos aeropuertos casi el 50 % de los viajeros que han aterrizado procedentes del país asiático dieran positivo.
«La medida es esencial para garantizar la vigilancia y la detección de posibles variantes del virus con el fin de proteger a la población italiana», aseguró el ministro de Sanidad italiano, Orazio Schiallaci.
El miedo a una explosión mundial de contagios
Pablo m. díaz / colpisa
De 0 a 100 en menos de un mes y multiplicado por 1.400 millones. Como todo en China, gigantesco país de extremos, así de rápida está siendo la evolución de su política sanitaria respecto al coronavirus. A partir del 8 de enero, Pekín acabará con las cuarentenas de diez días obligatorias al llegar, lo que permitirá el regreso de los turistas extranjeros y la salida de los ciudadanos chinos.
La medida es una buena noticia para el maltrecho sector turístico y un signo de la recuperación de la normalidad. Pero la reapertura de las fronteras chinas y la salida de sus nacionales al extranjero coincidirá con el pico de la epidemia en su territorio, que está sufriendo ahora las olas que golpearon a otros países en el pasado.
Además, la explosión de contagios que hay en China por su enorme población hace temer una mutación del coronavirus que vuelva a disparar la pandemia. Un peligro que preocupa a muchos expertos porque supondría volver a la casilla de partida ahora que el resto del planeta se ha quitado la mascarilla gracias a la inmunidad de grupo adquirida por las vacunas y los anticuerpos generados por las infecciones anteriores.
En cuanto a los números, China sigue con la opacidad habitual del régimen, la Comisión Nacional de Salud dejó de publicar el domingo sus datos diarios para tapar su desastrosa apertura tras el fin de las restricciones. Recogido por algunos medios como el Financial Times y el periódico de Hong Kong South China Morning Post, por internet circula un documento no verificado que parece ser el último resumen de la Comisión Nacional de Salud. En él reza que los casos diarios superan ya los 30 millones y más de 250 millones de personas se han contagiado desde el 1 de diciembre. Eso representa el 18% de los 1.400 millones de chinos, pero en algunas ciudades, como Pekín y Chengdú, se estima que ya se ha infectado más de la mitad de la población. En los próximos meses se contagiará el 60%, lo que podría causar más de un millón de muertos según algunas proyecciones matemáticas.
Nuevas variantes de ómicron
De todas maneras, la ola del covid es tan gigantesca en China que es imposible esconderla. En la industria provincial costera de Zhejiang, las autoridades sanitarias estiman más de un millón de contagios diarios y dos millones para año nuevo. Según recoge el diario SCMP, hay medio millón de infectados diarios en Qingdao, una ciudad con diez millones de habitantes, y unos 300.000 en Dongguan, corazón de la «fábrica global» en la provincia sureña de Cantón (Guangdong).
Aunque la propagación masiva por China está provocada por dos sublinajes de ómicron, BA.5.2 y BF.7, que son más contagiosos y pueden esquivar la inmunidad de las vacunas y de infecciones previas, no parecen ser más agresivas.