La norma todavía tiene que conseguir el visto bueno del Senado
22 dic 2022 . Actualizado a las 16:12 h.La mayoría del Pleno del Congreso ha aprobado este jueves —con la oposición del PP, Vox y Ciudadanos— el proyecto de ley trans, que reconoce la autodeterminación de género y desarrolla una serie de medidas para garantizar los derechos de las personas LGTBI. Con 188 votos a favor, 150 en contra y siete abstenciones, la futura ley llega así a la recta final de su tramitación parlamentaria y pone rumbo al Senado tras complicadas negociaciones, primero en el seno del Gobierno y posteriormente en la Cámara Baja, donde Unidas Podemos y PSOE evidenciaron sus roces con respecto a aspectos varios del texto. De hecho, la presidenta de la Comisión de Igualdad y diputada socialista Carmen Calvo se ha abstenido en la votación.
Recibirán ahora los senadores un proyecto de ley que cuenta con el rechazo de parte del movimiento feminista, que teme que se traduzca «en un borrado de las mujeres». En el debate del dictamen del proyecto de ley, que tuvo lugar este miércoles, la ministra de Igualdad, Irene Montero, celebró que el Congreso «cierre armarios» y «abra puertas y ventanas» con una ley que conseguirá asegurar «vidas libres» a las personas trans y LGTBI.
El texto reconoce la voluntad de la persona como único requisito para cambiar de sexo en el registro a partir de los 12 años. Entre los 12 y los 14 será necesario aval judicial y entre los 14 y los 16 bastará con el permiso paterno. A partir de los 16, será completamente libre. Los menores de 12 no podrán cambiar de sexo en el registro, pero sí su nombre en el DNI.
Además, la ley trans prohíbe las terapias de conversión; garantiza a lesbianas, bisexuales y a las personas trans con capacidad de gestar el acceso a técnicas de reproducción asistida; y reconoce la filiación de hijos de lesbianas y bisexuales sin necesidad de que estén casadas. También contempla una estrategia estatal para la inclusión social de las personas trans con medidas de acción positiva para este colectivo en diversos ámbitos como el laboral, el educativo o de vivienda.
Desde la izquierda no ha habido fisuras en el apoyo a la norma, aunque formaciones como ERC y EH-Bildu han lamentado que no se haya dado el paso de reconocer los derechos de las personas no binarias o de ampliar los de los migrantes.